Transcripción automática
0:00:00 La conjura de Quevedo
0:00:02 Francisco de Quevedo, además de ser un gran poeta,
0:00:07 parece que intervino en varias misiones diplomáticas.
0:00:11 Era espía.
0:00:12 Quevedo fue espía.
0:00:14 A comienzos del siglo XVII, Quevedo conoció a la Corte de Madrid
0:00:18 al Duque de Osuna.
0:00:21 Y se hicieron amigos.
0:00:23 Un poco más tarde, Quevedo acompañó a lápoles al Duque,
0:00:27 que había sido nombrado Virei de Nagus,
0:00:29 en la época en que España exreciaron niños sobre Nagus.
0:00:34 Cuenta que Quevedo se convirtió en el primer asurante del Duque de Osuna.
0:00:38 Quevedo y el Dios uno, socios en asuntos políticos,
0:00:41 también lo eran a la hora de repartirse las menas que conocían.
0:00:46 Ambos tenían tal fama de mujeres y de efectivos en sus conquistas
0:00:53 que los napolitanos repetían por esos tiempos,
0:00:58 un versito no muy ocurrente.
0:01:00 Decía, entre Quevedo y el Dios uno, no me han descado ninguna.
0:01:14 Si está el Dios uno y Quevedo, no insistan porque sino tiene.
0:01:23 Bueno, pero, Quevedo quería un triunfo militar y político considerable
0:01:29 para ganarse los alejados del Rey Felipe III.
0:01:32 Entonces comenzó a pensar junto con el Duque,
0:01:36 en tomar el poder en Venencia nada menos.
0:01:39 Sin consultar desde luego al Rey de España,
0:01:42 Quevedo reunió a unos mercenarios,
0:01:45 venencianos exilados, aventureros,
0:01:51 en fe, Quevedo entró en tratativos con el Papa
0:01:54 para colocar una escuadra pontificia junto a la Escuadra Española
0:01:59 que estaba al mando de Quevedo.
0:02:01 Cuentan que el poeta quería instalar al Duque y el Dios uno como nuevo Ducs veneziano.
0:02:07 El plan trazado por Quevedo
0:02:09 consistía en aprovechar una gran fiesta tradicional,
0:02:13 la fiesta que se llamaba el Esposorio del Mar,
0:02:15 en la cual todo el gobierno veneziano depilaba por los canales.
0:02:20 Entonces mediante un ataque sorpresivo
0:02:22 con cientos de hombres disfrazados,
0:02:24 la que el defiene secía con disfrazes,
0:02:26 Quevedo pensaba tomar prisioneros a los miembros del gobierno.
0:02:32 Bueno, al comienzo parecía andar todo bien,
0:02:35 los agentes napolitanos informaron a Quevedo
0:02:38 que no se habían distribuido los disfraces en Venencia
0:02:43 y que el pueblo se preparó inocentemente para la fiesta.
0:02:46 Pero Quevedo ignoraba que el Ducs
0:02:49 tenía por costumbre ubicar una red de espías por todos lados,
0:02:54 incluso en lugares inauditos,
0:02:56 y sucedió algo notable.
0:02:59 Antes de decir lo que sucedió,
0:03:01 retrocedamos algunos años para descubrir una característica veneziana.
0:03:06 En la antigua Venencia había florecido el mercado de esclavas
0:03:11 y algunas que eran muy bonitas ganaban dinero para sus dueños
0:03:15 brindando servicios íntimos.
0:03:17 En el año 1287 el Consejo Supremo decretó la pena de azotes
0:03:23 para las muchachas que practicaron la prostitución en casa de sus amos.
0:03:27 Antes de esa prohibición,
0:03:29 estas mujeres comenzaron a reunirse en otros lugares,
0:03:33 o sea, posadas en tabernas,
0:03:35 lo que dio origen a la famosa comunidad de cortesanas de Venencia.
0:03:41 Poco después se consideró que lo mejor
0:03:43 era confinar a esas mujeres en una zona de refrigeración,
0:03:46 que se han hecho muchas veces a lo largo de la historia.
0:03:49 Tras muchas búsquedas se estableció esa zona en la barrea de la barra Castelletto.
0:03:56 Castelletto que queda como quien sale de la estación para Tiasas San Marco,
0:04:02 por ahí al llegar a la mitad doblas a la izquierda,
0:04:05 como quien va para una iglesia que se llama la Nuestra Señora del Huerto,
0:04:11 pero se llama en italiano, así.
0:04:14 Yo conozco el camino porque lo hice para sacarme una foto al lado del castel.
0:04:20 Bueno, y por ahí está el Castelletto,
0:04:23 lo lejos del de Higieto.
0:04:26 Bueno, este barrio debía cerrarse durante la Semana Santa,
0:04:30 las Pascas de Resurrección y los días dedicados a la búsqueda.
0:04:35 Seis gendarmes armados estudiaban castelletto,
0:04:39 eran conocidos como los gendarmes de la noche y el amor.
0:04:43 En 1416 se dictó una ordenanza para que las mujeres pudieran ser reconocidas fácilmente.
0:04:50 Se las obligó a que siempre usaran una blusa amarilla,
0:04:55 solo por minciosos, si tenemos a tres cortes a las famosas,
0:05:01 Cornelia Prijo, Julio Nomardo y Ángela del Moro, más conocida como la capeta.
0:05:08 Estas llegaron a posiciones importantes, si me permiten decirlo así,
0:05:13 junto a la corte local.
0:05:18 Ascotemos que en Venencia, el siglo XVII,
0:05:22 se vendían libremente folletos que servían a los porasteros
0:05:27 de guía de la vida amorosa de la ciudad.
0:05:30 En una de esas guías aparecían los nombres de las mujeres,
0:05:33 incluyendo el precio y la calidad de sus prestaciones.
0:05:38 Pero el barrio de las prostitutas creció, hubo que tomar otro,
0:05:42 el nuevo castelleto que se animaba.
0:05:44 Al gobierno le convenía a estas zonas de citas, allí,
0:05:48 muchos conjurados hablaban sobre sus culturas asañas y planes,
0:05:53 mientras armaban a las prostitutas.
0:05:58 Pero sucedía que el gobierno subsidía a muchas damas
0:06:02 para que informara al gobierno de posibles conjuras.
0:06:05 Y los hombres de que vedó que llegaron junto al poeta
0:06:09 fueron a ver a las muchachas de el castelleto y hablaron hasta por los cojos.
0:06:14 Y no hubo, nacieron 14 muchachas,
0:06:17 se presentaron ante los funcionarios del Ducks
0:06:20 para contar acerca de la visita de marcenarios y frazados
0:06:23 para tomar presos a los poderosos.
0:06:26 O sea que ya sabían todo.
0:06:28 Y sucedió lo siguiente.
0:06:29 Los hombres de que vedó no pudieron intervener,
0:06:32 los venezianos los estaban esperando.
0:06:35 Francisco de que vedo era uno de los extranjeros y frazados
0:06:38 y pudo ver como cayeron todos sus compañeros
0:06:41 y supo que habían sido delatados,
0:06:44 y que a él también lo habían delatado como uno de los jefes.
0:06:49 El Ducks uno no estaba, se puso precios a sus cabezas.
0:06:53 Pero alcanzó a rajar, que vedo,
0:06:55 los soldados de Venecia lo buscaron por todas partes
0:06:58 y que vedo que si había ido al bailogro y frazado de mendigo
0:07:03 sostuvo ese papel.
0:07:06 Y hizo la crónica que caminaba torpremente,
0:07:09 dormía con un ojo abierto, con un umbral,
0:07:12 comía sobras y observaba con rostro ajeno
0:07:17 la búsqueda desenfrenada de las tropas.
0:07:20 Y lo estaba buscando a él.
0:07:22 Citaron como mendigo dos meses en un mismo lugar
0:07:25 y pasó y la vertió.
0:07:27 Después de este tiempo, cuando las inauguraciones fueron menos intensas,
0:07:31 se puso a caminar,
0:07:33 y así llegó una población cercana
0:07:36 y pudo embarcarse hacia el sur.
0:07:39 En 1618, aunque la expedición fue fallida,
0:07:43 recibió el hábito de Santiago como premio
0:07:47 a su trabajo en la Policía
0:07:49 e incluso a ese trabajo fallido en Venecia.
0:07:53 Que vedo recordó siempre a Venecia.
0:07:55 En el lince de Italia escribió,
0:07:58 Venecia inicia de creer, inicia de olvidar.
0:08:02 Su disfraz de mendigo,
0:08:04 se le contó algo que Jesús una,
0:08:06 sólo pudo funcionar en una ciudad
0:08:09 que era propria a los disfraces.
0:08:11 Facultada para disimular una desmesura en el vestido
0:08:15 porque la ciudad misma era un disfraz
0:08:19 tras el cual sólo había un mar.
0:08:24 Qué linda historia esta de que vedo estía.
0:08:27 Como lo descubren, lo sepía por abrir la boca
0:08:35 ante las prostitutas del Cacel,
0:08:37 esto que tenían órdenes de oír todo.
0:08:40 Esto nos deja una moraleza, evidentemente.
0:08:43 No otro es el propósito de haber traído aquí esta historia.
0:08:49 Especialmente para los barones jóvenes en nuestra viencia.
0:08:53 Si alguna vez vamos a Venecia
0:08:56 con la idea de apoderarnos
0:08:58 de los funcionarios del gobierno italiano en este caso
0:09:01 para luego instalar allí una República propia
0:09:06 cuiremos de no pasar por el castelleto
0:09:10 y mucho menos de hacer comentarios acerca de nuestros propósitos
0:09:13 ante las prostitutas de esa variedad.
0:09:18 Es clásico.
0:09:20 Todo aquel que se apresta a tomar el poder en Venecia
0:09:23 se lo cuenta las prostitutas del castelleto.
0:09:28 Incluso hay más gente interesada
0:09:31 en contarle a las prostitutas
0:09:33 cómo piensa apoderarse del gobierno veneciano
0:09:37 y en tener sexo con ellas.
0:09:40 De suerte que cuando vieron señor las damas preguntan
0:09:45 ¿el señor viene a por sexo
0:09:48 o a contarme cómo se apoderará de Venecia?
0:09:52 O a las dos cosas.
0:09:55 Porque algunos mientras tienen sexo
0:09:58 les cuentan sus planes para apoderarse de Venecia
0:10:02 porque parece que eso los estimula.
0:10:10 Bueno, a quién quiere dedicar esto?
0:10:12 No la trabajan en el castelleto de Venecia.
0:10:15 Yo a veces no me sumo su dedicatoria porque no me gustan las alcabulles.
0:10:18 Ah, no, entonces no.
0:10:21 Pero si a qué vido.
0:10:23 Que bien la he escrito.
0:10:25 En todas partes.
0:10:27 Si claro que no es el descubierto de los tías
0:10:30 es fácil de recortar.
0:10:32 Si yo lo que dijo, de a él el famoso
0:10:34 la famosa anquija de que vido
0:10:37 y hasta por las conspiraciones me conozco.
0:10:42 Bueno, los pobres compañeros también.
0:10:45 El Dúper de Suna por también.
0:10:48 Hemos ido a la discoteca a buscar discos requeridos.
0:10:53 En cambio nos contaron cuentos requeridos.
0:10:58 Pero hemos encontrado el reto que se llama por Diosero
0:11:02 en conmemoración de esta prolongada
0:11:06 en postura de Don Francisco
0:11:11 que tuvo que ser disfrazado de mendigo
0:11:14 dos largos meses.
0:11:17 Claro, no con inteligencia, con el tiempo necesario.
0:11:20 Claro, claro. En general uno tiende a escaparse a otro día.
0:11:27 Al tipo de dos meses más ya.
0:11:30 O sea, cuando uno se quiere ir a un lugar
0:11:32 hay que saber aprovechar un momento.
0:11:34 Y la otra moral es que cuando uno se quiere ir a un lugar
0:11:36 lo mejor es disfrazarse de mendigo durante dos meses.
0:11:42 Se le dijo eso que siempre quiero irme de los lugares.
0:11:47 El tango por Diosero es un tango de Guillermo Barbírez
0:11:50 de enorme dificultad.
0:11:52 Se creamos la atención sobre unos arpecios iniciales
0:11:55 que son imposibles de cantar
0:11:57 y que cantan ese caso Carlos Jardel sin despañarse.
0:12:12 Cuantas veces te las doces al mirar los por Diosero
0:12:16 quieres con mi pecho de pelo que no puedo tomer y dar
0:12:20 y piocer cual lo que dicen con sus peces a primero
0:12:23 el dolor de acudir y algo junto a mi cuerpo.
0:12:27 Los por ejemplo los por un debo de que te parezca
0:12:31 porque está el tango genial para salud que te dará
0:12:34 y parece que mi fe yo lo sé tengo que tirar
0:12:37 y está por el que tiene con los odores
0:12:40 pero te congole el sol.
0:12:43 Me arreglo en el tanto el tío por el
0:12:46 que dice Dios y odores.
0:12:49 Y apena no te pregunto dónde estás a la caridad
0:12:56 donde se haya el sexual de su hija
0:13:00 o que de gran deja te acuerda
0:13:04 si a los que dan el tren y en verdad
0:13:08 no se les quiere pierda
0:13:10 y cero a todos los que faltan
0:13:12 y que nada les podrá
0:13:14 y que nada les preocupen en la vida el tuavar
0:13:17 y no saben de moirte que la fracen con suela
0:13:20 vale tanto más a caso que la misma caridad
0:13:24 mientras digo más pregunto si no plavarán vida
0:13:28 las garran el infortunio que casi las más más
0:13:31 pues comprendo que en la vida puede haber una caída
0:13:35 que pasar no te tapare no justo si te lo pueden dar
0:13:40 Me arreglo en el tanto el tío por el
0:13:43 que dice Dios y odores.
0:13:47 Y apena no te pregunto dónde estás a la caridad
0:13:54 donde se haya el sexual de su hija
0:13:57 o que de gran deja te acuerda
0:14:00 si a los que dan el tren y en verdad
0:14:04 no se les quiere pierda
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