La decadencia de Margot de Value

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0:00:00 La decadencia de Margo de Valván, así que preparece a encontrarse con aquella Margot,
0:00:11 aquella esposa que tuvo Enrique IV, que era tan aficionada a los placeres venereos.
0:00:21 Así que, juiquémonos en Francia, era Margo hija de Enrique II de Francia y de Catalina de Neyos.
0:00:31 La casaron en 1572 con Enrique Navarra, que fue Enrique IV,
0:00:37 y ya me parece recordar que estaba enamorada de Enrique de Guise.
0:00:44 Pero no quiere decir nada porque se andaba con muchos.
0:00:47 Era una persona que andaba con muchos y el trae a Enrique también.
0:00:50 El matrimonio no funcionó, se detectaban, en verdad.
0:00:55 Se detectaban.
0:00:58 Y los dos tenían numerosísimos asuntos laterales y a ninguno le importaban.
0:01:07 Y el sí no le importaba que se lo hubiera.
0:01:10 Bueno, el caso es que en 1567, después de ser apartada de su marido,
0:01:17 Margot se retiró a sus piedras de Isón, donde creó una corte que frecuentaba nombres de letras
0:01:24 y muchos libertinos y la amaron muchísimo.
0:01:28 Hemos hablado de los amantes y las orgías de Margot.
0:01:34 Estuvo alejado de parí durante 18 años, vigilada con atención por las tropas del breguer.
0:01:42 Y, a cuenta el cronista que, desde su divorcio, Margot sostuvo con el rey Enrique una correspondencia casi afectuosa.
0:01:52 Parece que, libres por fin de la obligación de detestarse, Margot y Enrique se inquietaban por su respectiva felicidad.
0:02:02 Él le pasaba una pensión importante, pagaba sus deuras y quería que la respetara.
0:02:08 Margot, por su parte, deseaba de buena fe que Enrique fuera feliz con su nueva esposa, que era María de Médici.
0:02:15 Margot envió incluso felicitaciones cuando nació el delpín que iba a ser Luis III.
0:02:23 La relación por carta entre el rey y su primera esposa era tan buena que, un día, Margot tomó coraje y decidió regresar a París.
0:02:33 Y entonces, escribió Enrique pidiendo permiso, pero no tuvo paciencia para esperar la respuesta y, antes de recibirla, salió nomás, papá.
0:02:44 En las afueras de la ciudad, la recibió el ministro Sildí.
0:02:49 Cuando ella lo vio, se puso a temblar, no pensó que iba a ser arrestada por influente.
0:02:57 Pero el ministro le dijo que toda la corte se disponía a recibirla y que estaba todo fenómeno.
0:03:03 Entonces, muy emocionada, Margot continuó el viaje y llegó al Palacio de Madrid, el lugar que iba a ser alojada.
0:03:10 Se llamaba Palacio de Madrid, no quedaba en Madrid, sino en París.
0:03:13 Al descender a su carroza, vio un oficial que se inciminaba ante ella, que se dio mucha reverencia.
0:03:22 Aquel hombre, aquí en el rey, había juzgado el más indicado para recibirla, era, en realidad, Jarlé de San Vallón,
0:03:31 un antiguo amante de Margot, esto del rey.
0:03:35 Pero esta gracia fue muy criticada por el pueblo.
0:03:38 Mirá, justo lo mandaba un tipo que andaba con ella.
0:03:41 Yo opinaba que era un recibimiento vergonzoso para que se apriese.
0:03:46 Después de salud, aquel viejo amante apareció un niño y le hizo una reverencia.
0:03:51 Amargot preguntó quién era y le contestaron que se trataba del joven Duque de Bendón
0:03:56 y dijo que el rey había tenido con su amante Gabriel de Estre.
0:03:59 Entonces, juzgó prudente no preguntar más por nadie y entró a la residencia que le habían asignado.
0:04:06 Al día siguiente, Enrique juáz saludarla y apenas pudo reconocerla.
0:04:11 Margot, que había sido hermosa, se había convertido en una dama enorme.
0:04:17 Por entonces, tenía 52 años, nuestro cronista, Talemán de Ré,
0:04:26 la describió.
0:04:30 Estaba terriblemente gorda.
0:04:33 Había puertas por las que no pasaba.
0:04:37 Llevaba el cabello rubio, pero era falso.
0:04:41 Hacía tiempo que estaba calva.
0:04:43 Para su peluca usaba el pelo de algunos sirvientes de pelo rubio que cada tanto estilaba.
0:04:56 Enrique la calvó con cortesías, conversó con ellas unas horas y se retiró asombrado.
0:05:01 Con la tristeza de no haber encontrado a las que había conocido, con esa tristeza
0:05:07 que está sinelitable, pasada cierta edad.
0:05:13 Uno encuentra sus antiguas novias y las ve un poco desmejoradas.
0:05:18 Calcula que uno también está un poco deslejorada.
0:05:25 Alguna vez hay alguna pequeña alegría o algo en pequeño.
0:05:31 No es alegría, no es un sentimiento positivo, es más bien un sentimiento de ausencia.
0:05:38 Es como que algunos dolores se retiran.
0:05:42 Uno sufre por alguien, uno ve esa presión, resulta que se parece amargo o de elevado.
0:05:49 No vale la pena que sufre a uno por esta persona, no deseo a esta persona.
0:05:55 Se retiran dolores, no es una alegría.
0:05:58 Pero sobre todo es otro que es peor.
0:06:01 Al dolor que se podría titular, me gusta a y yo no le gusto.
0:06:07 Sobre todo el dolor, a ha sido reemplazada por b, a no existe.
0:06:14 A a b tampoco le gusto pero ni siquiera me importa.
0:06:18 Es un sentimiento en derecho.
0:06:22 Al día siguiente, Margo salió a pasear por París, fue aclamada por el pueblo.
0:06:28 Pero su nuevo aspecto sorprendió a todos.
0:06:31 Las personas mayores se lamentaban y los jóvenes que tantas historias adelante se habían oído contar acerca de Margo,
0:06:37 que era la más loca del gallinero.
0:06:40 Miraban con extrañezas, las mujeres, las mujeres, las mujeres, las mujeres, las mujeres.
0:06:47 En agosto de 1605 Margo abandonó el Palacio de Madrid y se instaló en el Palacio de Estanu.
0:06:53 Y así, fluyó contra un cierto desprecio que significaba para ella estar ajena de todo asunto amoroso.
0:06:59 Y volvieron a aparecer los amantes.
0:07:02 Margo se trajo de Zizón a un muchacho de 20 años llamado Saint Julien.
0:07:08 Y cuentan que se quedó junto con el Saint Julien durante siete o ocho días enteros sin dejarse ver jamás desde luego.
0:07:16 La única persona que los atendiera, señor Satillón, que se encargaba y le daba la fuerza para que no entrara a nadie.
0:07:22 Margo adoraba el Palacio de Estanu.
0:07:26 Y se quedó junto con el Saint Julien.
0:07:30 Pero se atendiera, señor Satillón, que se encargaba y le daba la fuerza para que no entrara a nadie.
0:07:36 Margo adoraba a Saint Julien.
0:07:40 Pero sucedió algo tremendo que hizo que se volviera a dar de los escándalos amorosos que le habían hecho famosa.
0:07:46 Otro muchacho llamado Bermond, de 18 años, también desaba a Margo.
0:07:53 Un día de abril de 1606, cuando Margo regresaba de Mija en su carroza al lado de Saint Julien,
0:08:00 Bermond saltó al estribo, sacó el bujoso y le hició al Saint Julien, al novio Margo.
0:08:08 Margo pidió a Enrique IV que justiciara a la sesena.
0:08:12 Y el rey le concedió a ese deseo.
0:08:16 Dos días después, se instaló un cadalzo para matar a Bermond en el lugar de su crimen.
0:08:22 Y dice la cronera de Margo que hizo ver la ejecución, pero estaba tan nerviosa que un desmayo le impidió presencia a la muerte a que se hiciera.
0:08:30 Unos días más tarde se mudó del Palacio de Estanu, donde todo lo recordaba a su amante,
0:08:36 y se instaló al orillo del grillo detrás de la varía de 11 a 11 de prez, en una casa ahí.
0:08:44 Y ahí empezó a organizar unas extraordinarias fiestas de adelante, tanto como para olvidar al defunto.
0:08:50 Y allí se consiguió otro novio, era un cadete llamado Ballomón, dice la crónica.
0:08:58 Este amante poseía una fuerza hercúlica, si me disculpan el término,
0:09:04 que obligaba Margo a pedir que le me asusté.
0:09:09 Era inculto y muy bestia por lo que ella trataba de instruirlo.
0:09:17 Sin embargo, él permanecía totalmente sólido ante los avances de la ilustración.
0:09:25 A Pabullada Margo quiso demostrar a sus amistades que el amor no la cegaba,
0:09:31 y que Ballomón, si no brisaba por su inteligencia, sí poseían cambio de otras cualidades.
0:09:37 Que Margo quiso que se supieran.
0:09:39 Entonces ella escribió, era escribida bastante bien, escribió una pequeña comedia,
0:09:43 cuyo título era Diálogo de Amor entre Margarita de Valván y su bestia de carga, de Ballomón.
0:09:49 Pero Margo tenía miedo que el Ballomón la abandonara.
0:09:54 Dice el cronista que sabía que cada vez le era más costoso conseguir amores nuevos.
0:10:00 Entonces le prohibía su favorito mirar a otras ramas, le pegaba,
0:10:05 lo abrumaba con caricias, se mostró incaciable.
0:10:09 Ballomón la abandonó.
0:10:13 Pero para suma la suerte se murió inmediatamente después, culminado por una tuberculosis.
0:10:21 Margo tenía entonces 58 años.
0:10:23 Tristó que no volvería a amar, pero dice la crónica.
0:10:27 Margo continuaba contemplando a los jóvenes con ojo canalla.
0:10:31 Y dice, ¿qué es el único ojo posible?
0:10:35 Y este se paseaba entonces con vestidos muy escoltados,
0:10:39 que dejaban entre ver maravillas al borde de la extinción.
0:10:49 Y se le acercó un cantor que se llamaba Villar, y se hicieron amantes.
0:10:55 Como Margo tenía miedo que otras los sedujeran, hizo que Villar se transformara en un personaje ridículo.
0:11:00 Y entonces lo hacía decir mal.
0:11:03 Provetía la moda de tiempos del rey Enrique III, que por otra parte era su hermano, ya muerto.
0:11:09 Con calzas cortas, medias largas, los gorros con plumas que se usaban 40 años antes de esos sucesos.
0:11:16 Margo apenas lo dejaba solo.
0:11:18 Le pedía que realizara sañas eróticas que lo dejaban agotado por tres días.
0:11:25 Pero un día en el primavera de 1615, Margo se sintió mal y se acostó sola, lo cual era un mal síntoma para ella.
0:11:38 Allí ha tomado frío en la sala clasíada del petibus bon, y semblaba de fiebre.
0:11:45 Y su compresor le advirtió que estaba perdida.
0:11:50 Entonces Margo hizo llamar al cantor a Villar, lo besó con ternura y murió.
0:11:57 Y esa es la historia de Margo de Valúan, que fue el rey de la Francia, hija del rey, mujer del rey.
0:12:08 Pero no mal de... ¿A quién quiere dedicar la historia?
0:12:16 Me gustaron Margo y Enrique en la primera parte de la historia, Alejandro,
0:12:21 cuando significó que cada uno le decía que algún momento estuvo con uno que le vaya a cuya.
0:12:27 Margo decía que no le gustaba el olor de los pies de Enrique, en su detalle.
0:12:33 La postalidad sin grata, ¿no?
0:12:36 Por eso hay que grabarse los pies.
0:12:39 ¿Me va a ser uno que haga en la historia?
0:12:41 Yo no es rey de Francia, yo no es un atorrente como nosotros, puede tener las patasusas en la disolventad.
0:12:49 Bueno, hemos ido a contarles la historia, la historia de Margo y su decadencia al discotecario que inmediatamente nos dio la cacadera que se llama la vieja,
0:13:01 con la cronda que el caracterista, caracteriza no son discotecarios.
0:13:07 Y acá cantarán nuestros amigos, los guáncavas.
0:13:37 Enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique, enrique
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