Transcripción automática
0:00:00 La Entrega de París
0:00:03 Hace algún tiempo contamos que Enrique IV, Rey de Francia, tuvo un primer destil acidentado después de su llegada a París.
0:00:12 Lo atacó un loco llamado Sastiel, que estuvo a punto de matarlo a Punialadas.
0:00:19 Eso sucedió en el paseo inaugural de Enrique.
0:00:24 Hay que recordar que Enrique IV era raído en 1589, que recién en 1594 pudo poner un pie en la capital.
0:00:32 Después de derrotar a los hombres de la Santalliga, la facción que se oponía a su rey mal que controlaba la ciudad de París.
0:00:40 Pero antes de este quisoio, antes de entrar en París, sucedió algo interesante.
0:00:47 Y que fue lo que posibilitó Enrique en plan de París.
0:00:52 Ese trompo sobre los miembros de las ligas se consiguió de un modo curioso.
0:00:56 Vamos a ubicarnos entonces con Enrique IV fuera de París en la cercana localidad de Saint-Denis, viocio de entrar a la capital.
0:01:08 Entonces, parece que durante aquel tiempo muchos ciudadanos de París querían saber cómo era el rey.
0:01:16 Y entonces andaban por Saint-Denis, esperando que saliera a la calle para verlo, para mirar qué cara tenía el rey.
0:01:26 En el segundo sinví que después fue el rey, entró él, dice que cuando se ocurría el imposible dar un paso por las calles,
0:01:34 y algunos hombres se aprovechaban de esa circunstancia para palpar a las muchachas entusiasmas,
0:01:41 muchas de las cuales regresaron a sus casas descontradadas.
0:01:46 Que es la mejor manera de regresar una a su casa.
0:01:53 El pueblo deseaba contemplar al rey de cerca, y eso daba lugar a ciertas escenas muy extrañas.
0:02:00 Una noche un centenar de personas se daban apinadas contra la puerta de la casa donde se inaba Enrique IV.
0:02:07 Todo el mundo empujaba esperando, esperarlo por una ventana.
0:02:13 En un momento la puerta se dio, y tras una pérdida general de equilibró, el grupo entero cayó dentro de la residencia.
0:02:23 Enrique IV, al ver a sus pasados tendidos en el suelo, estalló en una carcajada y ayudó algunas damas a incorporarse.
0:02:32 Sobre puertas que se ven a la expresión que desde afuera sobre ellas se ejercen,
0:02:38 me gusta más el de la pareja que se había recostado sobre una puerta para dar ríe en la suelta de su lujuria.
0:02:47 Como bien sabemos los movimientos propios de la pasión suelen conllevar una fuerza nada despreciable.
0:02:55 Un fuerza que en este caso sucedió el vestido de la puerta que no estaba cerrada con llave,
0:03:00 y estos jóvenes amantes cayeron estrepitosamente en el comedor de una casa de familia,
0:03:08 donde dio una familia burguesa precisamente, estaba mirando la televisión.
0:03:16 Es una linda escena, creo.
0:03:19 Damentablemente no hicieron ninguna clase de comentarios, los vea dentro.
0:03:24 Yo fuera así seguramente, los han dicho perdón, perdón,
0:03:28 y arreglándose las ropas habrán ganado la calle y las sombras del galote.
0:03:34 Pero volvamos a Enrique IV.
0:03:36 Parece que en otra oportunidad un grupo de mujeres de París,
0:03:40 viajó hasta donde el rey jugaba un partido de pelota,
0:03:45 se quedaron lejos, custodiadas por un grupo de guardias.
0:03:48 Enrique las vio y ordenó los soldados que se retiraran para cederles el sitio a las mujeres,
0:03:53 a fin de que pudieran contemplarlo a gusto.
0:03:56 Eso también, déjela que se acerquen a mirar mi partido de pelota.
0:04:03 La cuestión fue que Enrique no todo el cerebo de cariño, de los ciudadanos de París,
0:04:08 y eso le dio valor para entrar en la ciudad.
0:04:11 Pero había un problema.
0:04:13 París estaba custodiada por el dupe de Mahyann,
0:04:16 nombrado por el Consejo de la Liga como Teniente General del Estado Real y Corona de Francia.
0:04:21 Este título le daba al dupe de Mahyann una enorme autoridad,
0:04:25 como jefe de los paciosos, es decir, los que se oponían al rey,
0:04:29 que le hacía a la reyes de rey en disidencia.
0:04:32 Se cuenta que un caballero de París lo hizo pintar con una corona imperial en la cabeza.
0:04:37 El dupe de Mahyann disfrutaba del lugar,
0:04:40 que estaba instalado en el dupe, que entonces no era un buceo, sino el palacio.
0:04:44 Aquí había nombrado como gobernador de París,
0:04:47 Amécie de León, para que se encargara de la defensa de la ciudad.
0:04:51 Por esos tiempos, el rey Enrique andaba con Gabriel de Frey.
0:04:56 Gabriel soñaba con llegar junto con Enrique al dupe a instalarse allí.
0:05:02 Un buen día, esta chica le sugerió a Enrique que era un negador.
0:05:07 Podía pintarse, podía sobornarse al gobernador de León para que traicionara a la Liga.
0:05:13 El rey que solo pensaba en los medios militares para acoderarse de la capital,
0:05:18 quedó un poco asombrado, pero Gabriel insistió y dijo,
0:05:22 no todo se consigue con cañar el titular.
0:05:25 ¿Cómo no lo sabéis vos que tanto habéis vivido con las mujeres?
0:05:30 Enrique era muy avisionado a las mujeres.
0:05:33 Enrique envió a unos agentes y crestos, hasta donde estaba Belén,
0:05:37 con unas proposiciones muy atractivas.
0:05:40 Dinero, seguridad y el favor simultáneo de unas amigas de Gabriel,
0:05:47 que según el cronista, tenían unos encantos tendes comunales
0:05:52 que el rechazo no les era conocido.
0:05:55 Y además marcaban 1.33 la misa.
0:06:02 Las negociaciones con Belén fueron rápidas.
0:06:05 El gobernador, tentado por los ofrecimientos de Enrique,
0:06:09 aceptó, sin discutir la entrega de la ciudad.
0:06:12 Entregó la ciudad, haría abrir ciertas fuerzas durante la noche,
0:06:18 a cambio de la apertura de otras.
0:06:22 Pero vino a suceder algo.
0:06:25 A finales de enero de 1594, cuando ya se preparaba la entrada,
0:06:28 el gobernador de Miami, es decir, el coche de M. Belén,
0:06:32 por razones que todavía son un misterio, su pitu hizo a Belén,
0:06:37 puso otro niacto, alcón de Orizac.
0:06:41 Bueno, había que empezar todo de nuevo.
0:06:44 Belén, despechado, se presentó a Enrique y pidió igualmente
0:06:47 los favoritos presidos.
0:06:49 Alegó que había tenido buena voluntad,
0:06:52 pero, por orden de Enrique y las amigas de Gabriel,
0:06:55 se salieron sus encantos, por decirlo así,
0:06:58 y el gobernador despedido se quedó sin nada.
0:07:02 Ahora bien, Enrique se puso inmediatamente en contacto
0:07:05 con el nuevo gobernador de París,
0:07:07 pero Orizac era cacto.
0:07:10 Entonces, Enrique dio fricción, si aceptaba traicionar a su jefe,
0:07:15 el título de marical de Francia.
0:07:18 Y Orizac aceptó.
0:07:21 Y enrique dio mucho menos.
0:07:24 Yo prefiero tres amigos de Gabriel,
0:07:29 a quince maricalartos de Francia.
0:07:33 Bueno, aunque sea el arreglo,
0:07:36 Enrique se hizo consagrar legalmente en Salf,
0:07:40 esa noticia aterrorizó a los hombres de la Liga.
0:07:43 En duque de mañana se trasladó a la Picardía
0:07:46 para reunir un buen ejército, porque
0:07:49 pensó que se venía algo muy, muy bravo.
0:07:54 Y le entregó la custodia de la ciudad de París a Orizac,
0:07:58 no en Carisigra ese juego, ¿no?
0:08:00 Inmediatamente gobró a Orizac con un pretexto bravo,
0:08:03 a cambio del maricalato de Francia,
0:08:05 envió a lo mejor el regimiento que tenía a Pontuaz.
0:08:10 Al vertido Enrique IV movilizó su tropa
0:08:12 y entró como Pedro por su casa a París.
0:08:18 Contrariamente a la leyenda que se lo copular,
0:08:21 muchos ciudadanos mostraron un entusiasmo moderado
0:08:24 a la Andrique, incluso algunos tiraron contra él,
0:08:27 algunos gritaban, nos han vendido.
0:08:30 De todos modos, simple ocuparse por estas menubencias,
0:08:33 el rey fue a oír Misa, ¿no, Fredán?
0:08:35 Aquí es la Misa, que bien valía oírse a cambio de París.
0:08:42 Y luego se dirigió al logre y dos horas más tarde,
0:08:45 David, el despre, fue a reunirse con él, loca de alegría,
0:08:49 y ahí se le daron.
0:08:52 Orizac, el gobernador, disfrutó de su nueva jerarquía,
0:08:55 en Duque de Mañana quedó fuera de París,
0:08:58 pero no solo para aquella ocasión, sino para siempre,
0:09:01 no volvió a bronca a París, lleno de bronca por haber sido traicionado.
0:09:07 Pero el tenista dice que era poco la maravilla,
0:09:10 días más tarde se produjo el ataque,
0:09:13 y en el lado del loco Chastel, las intrigas se arreciaron
0:09:16 y empezó verdaderamente para Andrés, que es el dificultoso oficio de esa fe.
0:09:21 Pero esta historia únicamente más raro como sucesivamente,
0:09:25 los gobernadores de París fueron impulsados a la traición,
0:09:30 el uno no pudo concretarla y se había vendido por tres mujeres,
0:09:35 el segundo por un tipo.
0:09:51 La persona se vende por lo que les interesa,
0:09:54 por lo que no les interesa.
0:09:56 ¿Es más meritorio apetizar tres mujeres y un título?
0:10:07 ¿A usted le interesan a más las mujeres?
0:10:09 Particularmente pues no estamos en Francia,
0:10:11 no se van a hacer de poco a sí, ¿verdad?
0:10:16 Pero pregúntelme a muchos amigos nuestros que son buenos burbiosos,
0:10:22 es claro, cuando conversan,
0:10:26 entre una pensión vitalísima y tres mujeres,
0:10:29 yo les juro que en 94 de cada 100 van a elegir la pensión vitalísima,
0:10:35 pensando que con ella van a conquistar algunas mujeres.
0:10:41 Pero decirlo que hay, y admito,
0:10:45 esto de agorogón, que es una sobrevaluación de las pensiones vitalísimas
0:10:50 y muy directamente una minúval oración de las mujeres,
0:10:55 particularmente por parte de algunos hombres,
0:10:57 y estos hombres forman parte del sindicato de conductores de camionetas
0:11:02 que tienen, para las mujeres, un actito más bien depreciativo,
0:11:05 como saben cualquiera que ande por la calle
0:11:07 y lo que les dice los conductores de camionetas a la edad,
0:11:11 o aquellos que tienen que van a conseguirlas porque tengan una pensión, ¿no?
0:11:15 También, eso es una forma de ver la vida con ojos de conductores de camionetas.
0:11:26 ¿Qué ha sido a la discoteca con la esperanza de encontrar un discurso en contra?
0:11:35 El discoteque sacó a Antlado Amparís,
0:11:38 que no tenía ganas de hacer relaciones muy complejas,
0:11:41 y se decidió por lo más directo, y nos dio el tango a Antlado Amparís,
0:11:44 y se me margó un tango ocupé.
0:11:46 Así que, escucharemos, a Antlado Amparís...
0:11:53 Finalmente, la Y se quedó a Antlado Amparís,
0:11:56 porque la Mariana, que fue a la picarría,
0:12:01 buscaba un ejército, y enriquece que de Amparís fuera no Antlado, sino como rey.
0:12:06 Pero igual, les hicieron un buen tango, Antlado Amparís.
0:12:11 Sucede que el discoteque le tenía muchas ganas de que pusieramos a Antlado Amparís,
0:12:15 a comodir el lugar.
0:12:17 Lo escucharemos en la clásica versión de Carlos Arsenault.
0:12:31 El buenio, el discoteque sacó a Antlado Amparís,
0:12:36 que no tenía ganas de hacer relaciones muy complejas,
0:12:39 y se quedó a Antlado Amparís.
0:12:43 Por eso, el insolvamiento de Amparís,
0:12:46 para la muerte,
0:12:48 fue a mi venida, para que algo le varan
0:12:51 las luces rojitas,
0:12:53 por eso no murieron,
0:12:55 por eso el pupila,
0:12:57 estaba en la mirada.
0:13:01 Y no se me ha quedado,
0:13:03 porque no se me ha quedado.
0:13:06 Le daba a bueno pa' y le ferido piacetanes,
0:13:10 por llamar para diez años,
0:13:12 que me hay que cerrar,
0:13:14 aquí en este marmar,
0:13:16 en el labor sentimental,
0:13:18 me lo siento que al recuerdo me quedaba sopunida.
0:13:23 Tu obrachampeado, tu calle corriente,
0:13:27 y pa' que esperan,
0:13:29 te asumimos a rabar.
0:13:31 Ay, el mío ha concierto que estas flores vienen,
0:13:35 y un fuego de carne te da el miembro.
0:13:38 No soy la mala que tengo de ver este,
0:13:42 aquí estoy, maravotis, en la pequeña,
0:13:46 y el to' de una noche,
0:13:48 me lo de la mujer,
0:13:51 y yo, bueno, calles,
0:13:54 no te puedo ver.
0:14:03 No puedo estar,
0:14:05 y me digo piacetanes,
0:14:07 llamar para diez años,
0:14:09 que me habéis quedado en la mirada.
0:14:11 A ti en este marmar,
0:14:12 en el labor sentimental,
0:14:14 yo siento que al recuerdo
0:14:17 me quedaba sopunida.
0:14:25 Ha cantado Carlos Bardell
0:14:27 de Calícamo y Barbieri,
0:14:29 anclado en París.
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