Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos de la espera de Leonor de Austria.
0:00:04 Ubiquérmonos en Madrid en el año 1535.
0:00:08 Cuatro de situación.
0:00:10 El rey francés Francisco I
0:00:13 había perdido la batalla de Pavia y era prisionero de Carlos V
0:00:18 que reinaba en España, era Carlos I de España y el Carlos V de Alemania.
0:00:22 El encierro de Francisco en Madrid
0:00:25 duró hasta marzo de 1526.
0:00:28 Consiguió la libertad por tres motivos.
0:00:31 Primero entregó territorios.
0:00:33 Según, dejó como Rehenes en la Corte de Madrid a sus dos hijos.
0:00:37 Francisco que tenía siete años y Enrique que tenía ocho.
0:00:43 Y me permito disentir.
0:00:45 Francisco era evidentemente mayor que Enrique.
0:00:49 Francisco era el del fin.
0:00:51 Enrique era el segundo que después fue rey porque Francisco murió.
0:00:57 Bueno, el rey Francisco que era viudo
0:01:00 había enamorado a Leonor de Austria
0:01:04 nada menos que la hermana de su enemigo Carlos V.
0:01:09 Y con toda habilidad había prometido casamiento y amor impresionero
0:01:14 si lo dejaban libre.
0:01:16 Leonor verdaderamente muy enamorada de Francisco
0:01:19 suplicó a su hermano por la libertad del rey de Francia.
0:01:22 Por todo esto Francisco fue liberado.
0:01:26 Una vez que volví a su corte
0:01:29 Francisco en verdad solo pensó en recuperar a sus hijos
0:01:33 y algunos territorios que había seguido.
0:01:35 Para esto intentó recaudar más
0:01:38 y guerrear contra estados más débiles para conquistarlos
0:01:41 y se verlos después sacarlos.
0:01:43 En cuanto a Leonor se olvidó por completo
0:01:47 y de sus promesas de amor
0:01:49 y se reunió con otras muchachas.
0:01:52 En Madrid, tres años después de la partida de Francisco
0:01:56 sucedía algo distinto.
0:01:59 Leonor no pensaba más que en el rey de Francia.
0:02:02 Lo esperaba y pavesquía atrojmente.
0:02:06 Dice la crónica.
0:02:08 Solas se repetían las palabras galantes de Francisco,
0:02:11 sus duramentos y sus cumplidos.
0:02:15 Cuentan que Francisco le había dicho que se casaría con ella
0:02:18 porque era más hermosa que un hibis.
0:02:22 Leonor no había visto jamás un hibis,
0:02:24 pero se sintió muy halagada.
0:02:27 Francisco también le había prometido
0:02:30 que le iba a escribir unas cartas en verso
0:02:34 en las postares adornadas con poesías.
0:02:37 También prometió componer un rondó celebrando sus manos
0:02:41 y una canción alabando sus ojos.
0:02:44 Pero desde su liberación no le había mandado nada.
0:02:49 La princesa Leonor tenía buen corazón
0:02:51 y no perdía las esperanzas.
0:02:53 Siempre ilusionada y gracias a la complicidad de un guardián
0:02:57 visitaba de vez en cuando a los hijos de Francisco
0:03:01 y se forzaba mediante una canción o un cuento
0:03:04 para sacarlos de su melancolía.
0:03:07 En Francia el rey Francisco ya no sabía qué hacer
0:03:09 para conseguir el rescato de los hijos.
0:03:12 Se había decidido que los príncipes
0:03:14 serían recuperados con dos millones de escudos de oro
0:03:17 y Francisco sabiendo que el tesoro del reino estaba exacto
0:03:21 se preguntaba con angustia cómo podía hacer
0:03:23 para hallar semejantes unas.
0:03:26 Entonces cuando la madre de Francisco lo hizo de saboya
0:03:30 le recordó que le había hecho unas promesas de Casorio
0:03:33 a Leonor, la hermana de Carlos V.
0:03:36 Un casamiento con ella podía portarle un adote
0:03:41 semejante al rescate pedido.
0:03:43 Digamos que para que los dos príncipes
0:03:45 salieron de su prisión sin tener que entregar un dicta
0:03:49 bastaba con que Francisco se casara con Leonor
0:03:52 y que ella dejará al adote a su hermana.
0:03:56 Dice la crónica, Francisco primero lo pensó unos días
0:04:00 y emergió de sus pensamientos con una resignación
0:04:03 que lo empequeñeció algunos centímetros.
0:04:06 En verdad decidió casarse con Leonor
0:04:09 y lo hizo saber a la Corte de Madrid
0:04:11 que inmediatamente aceptó el arreglo.
0:04:14 Muchos pueden preguntarse en qué podía convenirles
0:04:17 y Casorio a España si es que tenía que entregar
0:04:21 a los hijos del enemigo y decirle a la hermana de Carlos.
0:04:25 Pero le convenía mucho casar a una princesa
0:04:29 con el rey de Francia metía a España de lleno
0:04:33 en la Corte Francesa.
0:04:35 La cuestión fue que Leonor creyó en lo que se había de alegría.
0:04:39 Dijo a sus damas de compañía que sabía que Francisco
0:04:42 siempre la había amado.
0:04:44 La pobre no conocía a los verdaderos motivos
0:04:47 que había de un pulgador Francisco a casarse con ella.
0:04:50 A finales de 1930 Leonor salió de Madrid con los chicos,
0:04:55 con los príncipes franceses.
0:04:57 El encuentro de la herpierra francesa tuvo lugar en Monde Marzano.
0:05:03 Francisco, emocionado, se reunió con sus hijos, sus hijos.
0:05:07 Leonor tuvo que esperar unos momentos más
0:05:09 para que el rey la persiguiera.
0:05:11 Por fin, después de cuatro años de espera,
0:05:13 fue casada contra el Francisco.
0:05:16 Dice la crónica,
0:05:18 enervada por la proligidad de las fiestas
0:05:21 que acababan de transformarla en la Esposa del Rey,
0:05:24 vistió un elegante salto de cama
0:05:27 y se metió temblando de emoción en el lecho de su amado.
0:05:31 La hisco primero se reunió con ella gentilmente.
0:05:35 Poco después tuvo lugar la coronación de Leonor,
0:05:40 el desfile de armas del reino fue extraordinario.
0:05:44 Pero así sucedió algo que clausuró para siempre
0:05:46 la alegría de la reina nueva.
0:05:49 No fue el desfile lo que asombró a los franceses.
0:05:52 Delante de Notre Dame, en el primer piso de un edificio,
0:05:56 podía ver en una ventana al rey Francisco primero,
0:05:59 con su amante, Anne de Piscelet,
0:06:03 estrecha y amorosamente enlazado sin ningún pulgador.
0:06:06 Pocas veces el rey se comportó tan mal
0:06:09 en la coronación de su esposa.
0:06:12 Hasta el embajador de Inglaterra,
0:06:14 sorprendido por aquel espectáculo,
0:06:17 dijo que pudo ver una gran intimidad en las dos personas.
0:06:21 Así, aunque consiguió casarse con Francisco
0:06:24 y tener su no se devodas,
0:06:26 Leonor supo de su felicidad apenas fue coronada.
0:06:31 Leonor de tristeza en aquella jornada
0:06:33 que supuestamente la encumbraban
0:06:36 y recién entonces cuando creyó que lo había logrado todo,
0:06:39 tuvo la certeza de que no habría cartas conversas
0:06:42 o portales adornadas,
0:06:44 ni rondó celebrando sus malos ni canciones para sus ojos.
0:06:49 Francisco no la quiso nunca
0:06:52 y la pobre Leonor pasó a ser
0:06:55 un adorno más de la corte francés.
0:07:00 ¿A quién quiere dedicar, querido Leonor,
0:07:03 a escachar este episodio triste que acabamos de contar?
0:07:06 A los hijos de Francisco, por ejemplo.
0:07:09 A los dos chiquitos que quedaron ahí.
0:07:12 A Francisco y Enrique, que fueron reyes.
0:07:17 Imagínese, ¿no?
0:07:18 ¿Qué eres generado, Francisco?
0:07:22 Tomarse el arzén y el arzón.
0:07:24 Que se me ven lo más.
0:07:27 Pero bueno, cuando nos reyes así,
0:07:30 quiero que pareces el rey.
0:07:32 Esculpenme, no.
0:07:34 No, no lo pide.
0:07:36 No, no pide, que es el asesino.
0:07:41 Hemos ido a la discoteca y no había ningún disco.
0:07:45 Así que como Francisco había prometido una tarjeta postal,
0:07:48 escucharemos el disco tarjeta postal,
0:07:54 cantado por mi mismo.
0:07:57 Pido con el acompañamiento, el rey yo,
0:08:00 acompañamiento a Fernando Marzán,
0:08:02 Cristín Brez y nuestro querido Limitri.
0:08:05 Así que, o digamos, tarjeta postal,
0:08:08 en consideración a la no enviada postal
0:08:14 que había prometido Francisco Prefet.
0:08:31 Dejar todo el dolor de cosas tiezas,
0:08:37 dejar solo arcejar con el peor.
0:08:42 Un comienzo de mal que se quiera,
0:08:47 me desciera y ya la coraje insieres a ser mejor.
0:08:52 Hoy se ha quido donde yo olvido
0:08:57 con tu hijo,
0:08:59 es a poquiesanto
0:09:02 y en la mierda,
0:09:04 quien poquiesa cuesta,
0:09:06 la mano planca y suelta,
0:09:09 que cuesta el amor.
0:09:12 No me arrojo ni congredades,
0:09:16 pero es su idea de un gran tarjeta postal.
0:09:22 Por tanto su harina en el azaje
0:09:26 nos hace las dunas y el dancial.
0:09:31 La casa del marío querido,
0:09:35 la gente sencilla que el día nos sale,
0:09:41 me devuelve en el marío perdido
0:09:45 como una mariza de tarjeta postal.
0:09:52 No me arrojo ni congredades,
0:09:57 pero es su idea de un gran tarjeta postal.
0:10:02 No me arrojo ni congredades,
0:10:07 pero es su idea de un gran tarjeta postal.
0:10:17 pero son tres Hermes Ante's por la corrupción.
0:10:23 Voy tan lindo de ti,
0:10:25 de ti, de ti, de solo me cuento.
0:10:29 Con el solo pequeño del renovar
0:10:34 en la silencia neebet,
0:10:37 tú gusta que yo bulbí,
0:10:38 te beso el creación.
0:10:42 Todo micrófono o un helado
0:10:46 Me deshuelve en el barrio perdido,
0:10:53 Me deshuelve en el barrio perdido,
0:10:59 Me deshuelve en el barrio perdido,
0:11:18 Como una barrita,
0:11:21 Tere que la buscar.
0:11:35 Ha cantado Alejandro Dolina, de Piana y Castillo,
0:11:39 En esta postal.
No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!