Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos entonces de la fundación mítica de los Juegos Olímpicos, que fueron fundados ya de un modo histórico, ¿no?
0:00:08 En el 776 a.C., que es además el punto que usaban los griegos, para empezar a contar el tiempo.
0:00:17 En el siglo IV, después de Cristo, estamos substando el tiempo nuestro, no, de los griegos, que contaban en el año de la décimo secto olimpiado.
0:00:29 Debe recordar que, desde el momento en que se desarrollaban los Juegos, esos eran Juegos Olímpicos y el período intermedio eran las Olímpicas, justamente.
0:00:38 Así es. Señores, en el siglo IV, después de Cristo, fueron los últimos Juegos Olímpicos, ¿no?
0:00:44 Digo los clásicos, después, bueno, había Marqués de Cuerton y todo ese agente.
0:00:50 Los mitos señalan dos versiones acerca de la fundación.
0:00:55 La primera tiene que ver con los Dáctilos. Eran hijos de Rea, permítame, y eran 10, 5 balones y 5 mujeres, en hoy a referencia a los dedos de las manos, que son efectivamente 5.
0:01:10 5 balones y 5 mujeres.
0:01:14 Los Dáctilos eran magos, se les atribuía la difusión y la invención de un montón de aparatos, ingenios y tablas de multiplicar.
0:01:26 Estaban emparentados con los curetes y se creé que, como ellos, cuidaron a Zeus, el príncipe de los dioses, en su infancia.
0:01:36 Y estos cuidados fueron parte del nacimiento de los Juegos.
0:01:40 Una tradición cuenta que se organizaron los Juegos Olímpicos solo para divertir al niño Zeus.
0:01:47 Uno de los Dáctilos se llamaba Heracles, no el famoso, que también es llamado Hércules.
0:01:54 ¿Dejo de almena este?
0:01:56 La primera que era Hércules fue quien fundó los Juegos y fue quien llegó hasta el país de los hiperbóreos, allá en el norte, para buscar los olivos con los que luego se coronaba los campeones.
0:02:09 Fue nada más que para llevar una rama de olivo de porqueria.
0:02:13 Era bueno.
0:02:14 Sin embargo, la tradición... no sé por qué habrá tenido que ir al norte a buscar olivo.
0:02:20 Bueno, porque había olivos en el país de los hiperbóreos.
0:02:23 Bueno, pero no parece el olivo algo muy del norte.
0:02:28 El olivo se da mucho en Grecia, seguramente.
0:02:32 En tierra calida como a teopía.
0:02:34 No se puede uno caer sin verse por el norte.
0:02:36 Y también en Etiopía y en esas regiones que el peor oligo era donde estaba la gente feliz.
0:02:42 Sin embargo, la tradición más famosa atribuye la invención de los Juegos a Heracles que todos conocemos.
0:02:48 Es verdadero, a Heracles, al hijo de Alcmena y Zeus, Juan Fitrión.
0:02:53 Se cuenta que después de la conquista de la élida, Heracles reunió a sus tropas y utilizó el botín del saqueo para instaurar el festival olímpico.
0:03:04 Los Juegos cada cuatro años se enhororan a su padre, ¿no?
0:03:08 Es el dios Zeus.
0:03:09 Lo primero que hizo Heracles fue diseñar el lugar pertinente.
0:03:15 Estaba compuesto por un foro destinado al agón, o sea, a la lucha, a la competencia.
0:03:22 Y otro a los sagrados, otro foro.
0:03:25 Medió también un recinto para las carreras, cercó un bosque para honrar a los dioses, un bosque sagrado.
0:03:33 Llamó a una loma vecina la colina de Crono y erigió así seis altares, uno para cada pareja de dioses olímpicos.
0:03:43 Y se cuenta que durante esos trabajos lo molestaron mucho las moscas.
0:03:48 Por lo que ofreció un sacrificio a Zeus.
0:03:51 ¿Qué hace uno cuando lo molestan las moscas?
0:03:55 Pues, o echa flí o hace un sacrificio a Zeus.
0:04:00 Y entonces los lugareños vieron que Zeus echó a las moscas.
0:04:08 Salieron automáticamente sumando al otro barrio.
0:04:15 Pero los lugareños de allí siguieron durante largos años haciendo sacrificios a Zeus cada vez que aparecían las moscas.
0:04:23 Este asunto mítico de las moscas sugiere otras incomodidades.
0:04:28 Cuenta Burhat, que olimpiar un lugar donde los competidores debían someterse a algunas molestias.
0:04:35 Todos los que llegaban para los juegos debían dormir muy apretados a la intemperie o en tiendas de campaña, porque era una ciudad muy poco provista.
0:04:44 De día estaban expuestos a un sol tremendo.
0:04:48 También se pasaba mucha sed porque el agua del río que pasaba por ahí no era apotable.
0:04:54 De todos vos, tales penorias estaban compensadas por una animación notable.
0:05:00 Y por encontrarse todos en la víspera de la gloria eterna.
0:05:05 Explica el mito que en la primera luna llena después del soltillo de verano todo estaba dispuesto para el inicio de los juegos.
0:05:15 Sin embargo, el valle carecía de árboles que protegeran del sol, por lo cual el verano era terrible.
0:05:24 Entonces, Heracle fue al país de los hiperbóreos donde había admirado olivos, lo dicen de nuevo para que yo me convenza.
0:05:32 Y convenció a los sacerdotes para que le dieran uno que luego plantó allí en Olímpia.
0:05:38 Heracles dio órdenes luego de coronar a los vencedores con las hojas del olivo, las cuales serían su única recompensa.
0:05:47 El olivo para los ganadores olímpicos, el laurel para los juegos de...
0:05:55 ...lorales para los juegos de laamac.
0:05:59 Gravita sobre mi testa la maldición del laurel.
0:06:03 Heracles, entonces, hizo todo eso.
0:06:06 Las ramas para la corona de los vencedores debían cortarlas con una OZ de oro,
0:06:12 prestada por el Partido Comunista, y debía cortarlas un niño de cuna noble, cuyos padres se estuvieran vivos.
0:06:21 ¡Bah! ¡Tienen más velines! ¡Que empiece, señor Labé!
0:06:26 Algunos dicen que Heracles ganó todas las pruebas por falta de contrincantes, porque nadie se atrevía a competir con él.
0:06:35 En una oportunidad, no había competidores para el Pujilato.
0:06:40 Nadie quería pelear con Heracles, porque le daba la salsa a todos.
0:06:45 Entonces, el mismo Zeus, disfrazado, condesendió a luchar, y la lucha terminó en empate.
0:06:54 Entonces, Zeus se quitó el disfraz y todos los espectadores los aclamaron con alegría,
0:07:01 porque entonces todos reconocían inmediatamente al príncipe de los dioses, ni bien lo veían.
0:07:06 Y ese se acabó el disfraz.
0:07:07 Y se acabó el disfraz, que era de cualquier otra cosa.
0:07:10 No sé, de zorro.
0:07:13 Y apareció... ¡Uy, mira a Zeus! decían todos.
0:07:17 Pero cómo él no iba a creer, cómo la gente iba a ser mucho más crecente que ahora.
0:07:21 Claro, el chico hacía algo.
0:07:22 Porque cada rato aparecían los dioses.
0:07:24 Aparecían y hacían los suces con los dioses.
0:07:26 ¡Ah! Y peleaban, incluso ni siquiera ganaban.
0:07:28 No, empataban.
0:07:31 Que saco tablas, le dijo.
0:07:33 Bueno, la luna, ya que pelearon bajo la luz de la luna, brilló como si fuera de día.
0:07:40 O tal vez era de día.
0:07:42 Sí, y no era la luna.
0:07:44 Los juegos míticos duraban cinco días.
0:07:47 Los reyes de todas las regiones proclamaban un armisticio total en Grecia durante esas jornadas.
0:07:53 Y no se permitía que asistiera a ningún atleta culpable de algún delito.
0:07:58 No se permitía el ingreso de mujeres.
0:08:03 Ni para ver los juegos, ni para competir, como hemos contado aquí varias veces.
0:08:09 Vamos a contar algunas anécdotas de algunos campeones.
0:08:13 Por ejemplo, estaba Teomedes, que era un héroe de Astipaldea.
0:08:18 En los Juegos Olímpicos, en el Pujilato, había matado a su adversario, Ico de Pidabro.
0:08:25 Pero los árbitros no lo declararon vencedor, porque decían que había ganado de un modo desleal.
0:08:31 Claro, matando a su rival.
0:08:33 Y entonces Teomedes se volvió loco.
0:08:37 De regreso a su patria, derribudió un golpe en la columna que sostenía una escuela.
0:08:43 Es muy raro esto, ¿no?
0:08:45 Sí, una escuela sostenía por una columna.
0:08:48 Era un trompo, dado él.
0:08:50 Estaban todos los pibes con la mano para arriba.
0:08:52 Qué raro, ¿eh?
0:08:54 Pues hubieran puesto cuantimeros cuatro columnas para sostener una escuela de censo.
0:08:59 Luego, perseguido por los habitantes de la escuela,
0:09:03 se refugió en el templo de Atenea, este tal Teomedes.
0:09:09 Los perseguidores entraron, pero no lo encontraron.
0:09:12 Él había desaparecido y nunca más de su poder.
0:09:16 Qué currón.
0:09:17 Cosa tan rara.
0:09:18 Lo que más me impresionó fue una escuela sostenida por una columna sola.
0:09:23 Acá hay un enlugano, ¿eh?
0:09:29 En la Olimpia Mítica a veces se disputaban algunas cosas que excedían lo agonal.
0:09:34 Es Sipión, rey de él, Ade.
0:09:37 Para ver, no debe ser de él, Ade.
0:09:40 La él, Ade, era el conjunto de la ciudad de Sipión.
0:09:43 Bueno, en Pón.
0:09:44 Es Sipión, para ver cuál de sus cuatro hijos lo seguiría fuera, sería su sucesor,
0:09:50 los mandó a hacer una carrera, ¿no?
0:09:52 En Olimpia.
0:09:54 Y la carrera era novedosa, porque fue la primera hecha a pie y no en carro.
0:09:58 Antes se corría en carro, nada, no había corrio.
0:10:02 Incluso las carreras pedestres eran en carro.
0:10:04 Pero, por la gente, era más de 100 metros de dano en carro.
0:10:09 Ganó Epeo, que fue rey y campeón.
0:10:14 De hecho, todo.
0:10:16 Son los resultados de la carrera disputadas esta tarde en el Cuatro del Olimpia.
0:10:23 El Cuatro, el Cingo, el Nuevo, y aquí ganó.
0:10:25 Y aquí ganó el Tres, Epeo.
0:10:28 La juventud que fuma barito, doctor Pino.
0:10:30 Cuánto es el cuartel?
0:10:31 Segundo, el 10, Bicho Moro.
0:10:34 Hijo de...
0:10:36 Bueno, Tiempo de Ganador, 1.363 que...
0:10:42 Señores, hemos sido a lo del discotecario,
0:10:46 pero me dijo que le preguntara a Jorge Doria
0:10:49 si tenía alguna dedicatoria que hacer después de este pequeño paso por Olimpia.
0:10:55 Yo creo, Alejandro, que como solía decir un entonces, coronel,
0:10:59 hay que desconfiar a veces de los hombres, las declaraciones demasiado puras,
0:11:03 porque suelen ser como el agua, que cuando es pura, efectivamente,
0:11:06 pura del todo no sirve ni para regar ni para beber.
0:11:09 En ese sentido, creo que las tradiciones griegas que nos han quedado
0:11:12 no tienen ese grado de pureza que algunos reclaman.
0:11:15 Pero sí, tienen todavía ese pequeño condimento divino,
0:11:19 esa pequeña parte de dioses que debemos tener en algún lado, aunque viene escondida.
0:11:23 Y por eso creo que se merece una dedicatoria,
0:11:25 siempre hemos buscado hombres y mujeres singulares, virtuosos,
0:11:28 esos muchachos que dando vuelta por algún lugar,
0:11:31 lejos de estar preocupados por el dinero, están compartiendo un culto sagrado,
0:11:35 aunque las palabras que se escuchan en ese templo sean tales como
0:11:38 favorito, enemigo, trifecta o no placer.
0:11:41 No placer es el tango que vamos a escuchar, es un término técnico
0:11:45 que se aplica a los caballos que salen fuera del marcador
0:11:50 y que no tienen recompensa ninguna.
0:11:53 O sea, lo que entra peor en la carrera.
0:11:56 No placer es un bello tango, sin embargo, lo escucharemos
0:12:01 en una versión cantada por mí. Adelante.
0:12:26 Al marcador se gaste, siempre fuiste un o placer.
0:12:33 Te quedaste en la largada, te pecharon en el codo.
0:12:43 Eso dijo de agilada y por eso te compré.
0:12:51 Tu pasión de temporada, al cuinado de tus patas, te compré una pantalda nueva
0:12:58 y hasta el polisete el vos.
0:13:00 El reloj de amedad, pero de tu corrina paro en rado.
0:13:06 Solo sé que me he engañado si fuiste vos o el reloj.
0:13:13 Ya no tendo asnores y largas, enterante me dio prendida.
0:13:23 Dijeron por la monta, pues bomberon el cuidador.
0:13:33 Es tu sangre que te pierde, hija, te desobediencia.
0:13:43 No saldrás de perdedora o de espalda.
0:13:49 Corazón, ahora corres en cuadreras, ya no tenés mantas nueva.
0:13:56 Ya no tengo esta la monta, ni eso, ni el cuidador.
0:14:01 Pero si algún día después de ese cuadro era notada,
0:14:07 sobre juego la paraba porque soy buen perdedor.
0:14:16 Era Alejandro Dolin en la venganza, será terrible, no placer.
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