La gula y los excesos

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0:00:00 ¿De qué va a hablar?
0:00:01 De la gula y los excesos.
0:00:04 Son temas que cada tanto aparecen en el programa donde tenemos hambre.
0:00:08 Cuando hacemos dietas, ponen al borde del desmayo,
0:00:13 hablamos de la gula y los excesos, que es lo que realmente queremos.
0:00:18 Y así hemos hablado muchas veces estos asuntos,
0:00:21 de ciertas convenciones, de los siete cocineros de Grecia,
0:00:25 cada uno de los cuales se había inventado un plato o una salsa,
0:00:28 hablamos de los espartanos que eran muy rígidos y austeros con su comida
0:00:33 y servían aquel caldo negro, aquel que había que ser muy hombre para comer.
0:00:39 Recorrimos los banquetes romanos, los ayunos impuestos por el Corán,
0:00:44 algunas extravagancias de algunos reyes como Enrique I,
0:00:48 que era adicto a las anguilas y que murió a causa de una indigestión con anguilas.
0:00:55 Hoy ilustraremos también más cosas con otros ejemplos desde luego
0:00:59 y empezaremos con nuestro amigo, Alejandro Dumas, Jimá,
0:01:03 el autor de Los Tres Mosqueteos, el Condemonte Cristo, tantas otras cosas.
0:01:08 Escribo también un libro titulado, Mi Diccionario de Cocina,
0:01:14 donde cuenta detalles curiosas acerca de la comida.
0:01:17 Jimá empieza desde el principio, pero no del libro, sino del mundo.
0:01:22 Cita, por ejemplo, la fruta del árbol prohibido que Eva ofreció a Dan,
0:01:27 que no está tan claro que sea una manzana.
0:01:30 Hay discusiones al respecto y algunos entendidos en estas cosas entre ellos,
0:01:35 Robert Rice, han dicho que no era una manzana.
0:01:39 Bueno, Alejandro Dumas cita la fruta del árbol prohibido
0:01:44 y también aquel famoso plato de lentejas con que Jacoble arrebató
0:01:51 al primo de que nitura a su hermano, el sábado.
0:01:55 Jimá dice que la comida sembró tantos pasos en el camino del progreso
0:02:02 y que, por ejemplo, Cristóbal Colón había descubierto a América
0:02:06 buscando las síndias, porque las síndias eran proveedoras
0:02:10 de las especias que consumía Europa,
0:02:13 cuyo molopolio estaba en poder de los venecianos
0:02:18 para no hablar de los turcos que impedían el paso al oriente, etc.
0:02:24 Muchos de estos condimentos se cotizaban en oro, cotizaban su peso en oro.
0:02:30 La pimienta, sin ir más lejos, era tan cara
0:02:35 que no sólo se servían la mesa, sino que a veces se acompañaban los rescates
0:02:39 que llevaban mucho dinero.
0:02:41 Por ahí te faltaba guita y agregabas 2-3 kilos de pimienta como moneda noble.
0:02:48 Bien, vamos a contar algo acerca de los hebreos y de los primeros cristianos
0:02:53 que se relacionan con la comida.
0:02:56 Entre los hebreos, más curioso que sus comidas eran sus ayunos.
0:03:02 El ayuno era obligatorio en el luto y el que lo observaba bebía sólo agua.
0:03:09 Vos estabas del luto tenías que beber agua solamente,
0:03:13 pero además vestirte miserablemente, dormir sobre cenizas
0:03:18 y no romper el silencio más que para aún entonar lamentaciones hoy, hoy, hoy.
0:03:23 Era muy riguroso.
0:03:25 Los ayunos prescriptos por la ley eran anunciados, son de unas trompetas,
0:03:31 y los ancianos de los templos exhortaban a todos a que hicieran penitencia.
0:03:36 Los días de ayuno, como saben ustedes en general, son tres.
0:03:40 El día del perdón, el día de la destrucción del Gran Templo de Jerusalén
0:03:44 y el ayuno de Esther, un día antes de Puré.
0:03:48 El ayuno comienza con la puesta de sol y dura hasta el día siguiente
0:03:55 cuando aparecen las primeras tres estrellas en el cielo.
0:03:58 No se debe comer ni beber ni siquiera agua, ni siquiera agua.
0:04:02 Las comidas de los primeros cristianos eran muy pocas cosas, eran muy frugables.
0:04:09 Aquellos banquetes fraternales celebrados en los días de fiesta se denominaron ágapes.
0:04:18 Una palabra que usamos mucho.
0:04:21 Era la reunión caritativa de hombres de toda clase
0:04:26 y tenía por objeto la partición del pan.
0:04:29 Se tomaba estrictamente lo necesario para satisfacer el hambre y se bebía poco.
0:04:37 Nada de ir a morfar como el agosto.
0:04:39 La palabra ágapes es riega y viene de la palabra amor y calidad.
0:04:44 San Pablo denunció, incluso en la comisería, como enemigos de Cristo
0:04:51 a los hombres que hacían de su vientre un Dios.
0:04:54 Era asioso esa estructura.
0:04:57 Me hace acordar a aquellos que, pregonando autosuficiencia, dicen
0:05:02 yo hago de mi vientre un Dios.
0:05:04 Dicen otra cosa.
0:05:06 Por mí que cada uno...
0:05:08 A partir del siglo III parece que empezaron los abusos en los ágapes.
0:05:14 Morfaba como locos.
0:05:16 Y el concilio de Lua de Isea hizo una serie de prohibiciones que duraron muchísimos años
0:05:24 que consistían en restricciones de esta agua que es la comida.
0:05:27 En la Edad Media, quien morfaba mucho en un ágapes, era castigado.
0:05:34 Le ataban una argolla en el cogote con media ternera.
0:05:40 Y lo hacían caminar con la ternera colgando.
0:05:46 Rantóme cuenta que la mujer que comía en la cuaresma, Jamón, por ejemplo,
0:05:53 era condenada a pasearse sin ropa por la ciudad con un jamón atado a la espalda.
0:05:59 Jalín.
0:06:01 Esos eran tiempos.
0:06:03 Los hombres, incluso, le forcían jamón a las minas camadas, que no pasa nada.
0:06:08 Y después la denunciaban.
0:06:11 Algunas se venían con el jamón incorporado.
0:06:15 En la antigüedad, las leccendas hablaban de un rey de Nínive, llamado Sardanápalo,
0:06:21 que, según hemos dicho aquí, pero en la sala chica, era a Sardanápalo.
0:06:32 Claro, Sardanápalo era a Sardanápalo, porque ellos llamaban la biblioteca del Sardanápalo
0:06:38 a la biblioteca del Nínive, creada por Sardanápalo.
0:06:42 Bueno, parece que este Sardanápalo ofrecía mil piezas de oro al cocinero, o aficionado,
0:06:50 o a cualquiera, que descubriese un plato nuevo.
0:06:54 Parece que los días de Sardanápalo estaban llenos de fiestas y orgías.
0:07:00 Cuando unas tropas enemigas decidieron invadir Nínive, Sardanápalo reunió todas sus riquezas en el palacio,
0:07:08 le prendió fuego a la edificio y preferió morir con todos sus bienes antes que se le reventara una tripa.
0:07:15 Antes que vivir en cautividad.
0:07:18 Eso lo dicen de Sardanápalo, pero así no murió a Sur Vanipal.
0:07:24 Así que alguien está loco aquí. Anda a saber.
0:07:28 En tiempos no tan posteriores, la ciudad de Crotona, en el sur de Italia, se hizo célebre,
0:07:33 primero por haber destruido a su principal rival, Sivaris.
0:07:38 Los habitantes de Sivaris eran grandes comedores y bebidores.
0:07:44 Dormían, según sabemos, sobre colchones de pétalos.
0:07:48 Dicen que eran capaces de desnotarse un pétalo, estaba doblado.
0:07:53 Que eso les impedía dormir.
0:07:56 Parece que hicieron matar a todos los gallos de la ciudad, porque su canto los despertaba lo mejor del sueño.
0:08:05 Un gran video en su barrio. Con los perros.
0:08:09 Mucha radio que apagar y mucho perro que sidenciar.
0:08:15 Crotona tenía también un gran comedor, que era un ciudadano llamado, casualmente, Milón.
0:08:23 El famoso Milón de Crotona, que había sido siete veces campeón olímpico.
0:08:32 De algunas cosas. De lucha, probablemente.
0:08:35 Parece que un día cargó sobre sus espaldas un novillo, lo llevó 120 pasos, lo mató de un puñetazo en la cabeza, lo hizo azar y se lo morfó entero.
0:08:49 No le faltó nada.
0:08:53 De Milón se cuenta, también que diariamente morfaba, siete kilos de carne y ocho kilos de pan.
0:09:00 Y bebía 15 litros de vino.
0:09:02 El infierno del Dr. Cormillo.
0:09:12 Hablaremos de Elio Gábalo, un emperador sirio, que entró a Roma en un carro tirado por mujeres desnudas.
0:09:23 Con jamón, ¿eh?
0:09:26 Yo le he tirado el carro a muchas mujeres desnudas, pero, ir en un carro...
0:09:33 Dice al circuito, también, no.
0:09:37 Me imaginas al tiempo, eh.
0:09:39 ¿Qué imaginas?
0:09:41 ¡Sarasa!
0:09:45 ¡Oella!
0:09:49 ¡Picardía!
0:09:52 Dice, ¿no?
0:09:56 Y dice que Elio Gábalo tenía un cronista dedicado exclusivamente a notar lo que se morfaba en los banquetes.
0:10:04 Y han llegado hasta nosotros las anotaciones.
0:10:08 Toda manchada de grasa.
0:10:11 Tringosa.
0:10:12 Un poco de grasa.
0:10:14 Dice, parece, si hacía hacer pasteles de lengua de pavo real o de ruiseñor o faizán.
0:10:22 Se hajtaba de no haber vivido nunca dos veces en un mismo vaso, aun sin haber leído a Heráclito.
0:10:29 Y teniendo en cuenta que sus vasos eran de oro y de plata, se puede calcular lo que le costaba este prurito.
0:10:36 Se cuenta que envió a construir una torre para poder esconderse en caso de peligro.
0:10:41 Enseguida sabían dónde estaba.
0:10:45 Debe estar en la torre.
0:10:47 En la torre.
0:10:49 Bueno, allí guardaba todo tipo de comidas.
0:10:53 También llevaba un anillo con una esmeralda aueca llena de veneno para no sufrir torturas en caso de que le capturaran.
0:11:01 No le tenía mucha fea a la torre.
0:11:04 Este era muy común entre los reyes y espías.
0:11:07 Por si fuera poco tenía un punial de oro y una cuerda de oro y seda para orcarse si todo el resto fallaba.
0:11:14 Un hombre precavido.
0:11:16 De nada le sirvieron tales precauciones.
0:11:20 Lo mismo que a Mitridates lo sorprendieron cuando hacía sus necesidades más íntimas.
0:11:27 Y lo asfixiaron con la esponja que los romanos utilizaban para atender la higiene en aquellos menesteres.
0:11:34 De Mitridates te yo leí cuando era chico que era con un almohadón.
0:11:39 Ahora comprendo que no se habían atrevido a decir nada.
0:11:45 El emperador Claudio Albino, uno de los cinco que hubo en el año 193 d.C.,
0:11:51 se comió en un desayuno 500 sigos.
0:11:56 ¿Me entender lo que te digo?
0:11:58 ¡Vepa!
0:12:01 Una vieja se comió.
0:12:04 Le habrán salido boquejas al pobre Claudio Albino.
0:12:08 Cómo se puede.
0:12:09 Cómo se puede.
0:12:10 Cómo se puede.
0:12:19 100 melones, 4 docenas de ostras y 2 kilos de uva.
0:12:24 No, la zuba no se la creó.
0:12:26 2 kilos de uva de vicio.
0:12:28 De vicio, sí.
0:12:29 Eso de vicio, la zuba era de vicio.
0:12:31 Pero eso no es nada si creemos lo que se cuenta del emperador Maximino en el año 265,
0:12:38 que comía diariamente 16 kilos de carne y se escabeaba 32 litros de vino.
0:12:46 Era tan enormemente obeso que los brasaletes de su mujer le servían de anillo y su cinturón,
0:12:53 el cinturón de la mujer, de brasalete.
0:12:57 Bajo los reñados de Augusto y Tiberio vivió el consejero hipotentado, Marco Gavio Atisio.
0:13:06 Tenía mucha guita y se le gastaba toda en los placeres de la mesa.
0:13:10 Un día su administrador le dijo que solamente le quedaban unos pocos cestercios,
0:13:15 lo cual habla muy mal del administrador, que le vio avisarle mucho antes.
0:13:21 Considerándose arruinado, el amigo Marco Gavio se metió en un baño de agua caliente y, si sobrir las venas,
0:13:28 era un modo muy corriente de matarse en aquel momento.
0:13:31 Es decir, se arruinó morfando.
0:13:35 Y aquí hablemos de Levi-Strauss, que observó en sus análisis de los modales en la mesa
0:13:42 que el comer decorosamente es una costumbre relativamente reciente
0:13:48 y que con el tiempo fueron reprimiéndose en la mesa una serie de actos espontáneos,
0:13:55 como por ejemplo comer con los dedos.
0:13:58 San Pedro Damián cuenta con indignación que la esposa de Pedro Horciolo, que era duque de Venecia,
0:14:05 en vez de comer con los dedos, usaba dos puas.
0:14:09 Consideraba a San Pedro Damián esto un lujo insensato, que sin duda le atraería la cola heradivina a ella y a su marido.
0:14:17 Y efectivamente ambos murieron de peste.
0:14:21 Como casi todos comían con los dedos, algunos pueblos usaban para limpiarse, eno, a cerrín.
0:14:29 Los espartaros se limpiaban con pedazo de pan, que luego arrojaban a los perros.
0:14:34 Consideraban los garfios con un cachomarroco y se lo tiraban a los ropes que estaban...
0:14:39 ¡Arrggg!
0:14:41 Los romanos se pasaban lienzos perfumados por las manos y la cara, está muy bien.
0:14:46 Más tarde aparecieron los lavaderos, que eran una fuente que se dejaba cerca de los comensales para el asedio.
0:14:52 En los banquetes medievales también los bufones eran parte de la diversión.
0:14:57 Enrique II de Inglaterra le dio una distinción nobiliaria a un hombre llamado Roland de Farté,
0:15:03 y recuerde que en aquel tiempo se hablaba mucho francés en la cultura de inglés.
0:15:08 Y a sus herederos, con la condición de que amenizaran las cenas con saltun, cifretun, expetum,
0:15:15 es decir, bailes, silbos, etcétera.
0:15:19 En este programa, las malas palabras la decimos en latín.
0:15:23 Digamos para terminar que desde tiempo remoto los banquetes incluían la presencia de los llamados parásitos.
0:15:30 Eran clientes, pacientes o criados que se presentaban en la mesa para acompañar a un hombre rico.
0:15:38 En Grecia y en Roma, estos colados desentaban lejos de la mesa central, se les servía en último término
0:15:45 y no se les ofrecían algunas de las exquisites.
0:15:48 Es decir, las mejores facturas no se las daban.
0:15:50 El emperador Augusto tenía uno de estos neactos, llamado Gaba, que era invitado siempre con la mujer Irene.
0:15:57 Parece que al emperador le gustaba Irene y Gaba tenía que mantener los ojos cerrados
0:16:02 mientras Augusto le toqueteaba a la mujer.
0:16:06 Pero, cierto día, un esclavo trató de robarle el vino a Gaba.
0:16:10 Gaba sacó la espada y lo ensartó al esclavo como churrasco de croto
0:16:15 y le dijo, sólo estoy dormido en lo que se refiere al emperador.
0:16:20 Después fue condenada muy activa.
0:16:22 La vez de Irene quedó en manos de Augusto, así que no le sirvió su discreción de mucho.
0:16:27 Quiero aprovechar esta circunstancia para recomendar el libro de Marvin Harris,
0:16:34 bueno para comer, que dice cosas relacionadas con la comida, pero lea no a aquel hombre mar.
0:16:44 ¿A quién quiere dedicar? Esta charla que me ha dado hambre.
0:16:49 Ahora le vamos a entrar a dar a la canastra que nos han remitido.
0:16:57 Bueno, le voy a dedicar esto a Alejandro a Leonardo, ya que el pollo hablaba de él hoy.
0:17:02 Le gustaba cocinar muchísimo.
0:17:06 Voy a dedicar a Milón de Crotona, mitad porque lo debían cargar mucho por el nombre.
0:17:14 No creo que lo cargaran mucho, porque si le mataban todo en piñazo calcula que lo cargaban.
0:17:20 Bueno, al doctor Alberto Cormillote y al doctor Almedo que nos han ayudado.
0:17:27 Y lo siguen intentando.
0:17:29 Bueno, y él dio la discoteca y no había ningún disco.
0:17:34 Pusito se habían robado todo.
0:17:38 Así que tuve que traer uno que incluye al trío de guitarras de los tres Carlitos.
0:17:46 Soria Salmone Juárez.
0:17:48 Carlitos Salmone y Carlitos Juárez.
0:17:51 Y que tiene un título que alude a los 100 duraznos que ingirió en su desayuno el emperador Maximino.
0:18:02 Y se llama Duran o 40 al 100.
0:18:05 Hemos perdido la bella grabación que tenemos de Alberto Gómez.
0:18:08 No tendremos más remedio que conformarnos con la apenas entusiasta que puede ser do acompañado por este puendo triodra de guitarras.
0:18:18 Duran o 40 al 100 en este mismo.
0:18:31 El caminar del toniano, dije a la cabezada,
0:18:42 marucero, soy bien cuidad, a tu jeca de la ley italiano.
0:18:48 Humor ni rojo galano, mantiene el sol con su esfamento.
0:18:54 Mientras el duyo contento, por la mano asevocina.
0:19:00 Que grita por la cequilla, Duran o 40 al 100.
0:19:20 Blanca el paracota de Lona, carrasa el pátano,
0:19:25 negra jacadiel, godo, blanca pisceta, prisiona.
0:19:31 El monzino de Centona, la pinta en ningún momento,
0:19:36 porque en su requintamento, sonbrega la pinta rana,
0:19:42 al gritarle una culana, Duran o 40 al 100.
0:20:01 No hay bache que no conozca, de velguera en lo matadero,
0:20:06 cuero enro y paso culero de San Fernando a la monga.
0:20:12 En su hombre y garuta y toja, a Diego de sentimiento,
0:20:18 lanza subre con al viento, en una nota largada,
0:20:24 y al borrota la barriada, Duran o 40 al 100.
0:20:44 La flor del monte patrona, lo brifco y los amarillo,
0:20:49 y a Carisiano al torbillo con un confatato en toras,
0:20:54 tiene una frase burlona y un tiro por el momento,
0:21:00 y mientras observa a Teno, una paica que transita,
0:21:07 se sube la paje grita, Duran o 40 al 100.
0:21:20 En la venganza será terrible, hemos escuchado Alejandro Dolina,
0:21:27 interpretando Duran no 40 al 100.