Transcripción automática
0:00:00 Atención, amigos supersticiosos,
0:00:02 es decir, los que creen en manos santas,
0:00:06 asparecidos,
0:00:08 y blacamanes,
0:00:11 porque hoy vamos a hablar de los poderes de Daniel Holm.
0:00:14 ¿Quién era Daniel Holm? Bueno, un ilusionista,
0:00:17 es cosés,
0:00:19 nació en el año 1833,
0:00:22 y según parece tenía unos poderes
0:00:27 sobrenaturales
0:00:29 que lo hicieron muy famoso y sorprendieron a todo el mundo.
0:00:33 La familia de Holm ya era pródiga en clarividentes,
0:00:37 parece que es lindo tener una familia
0:00:40 con muchos clarividentes.
0:00:42 La mamá de Daniel
0:00:44 predecía la fecha en que la gente iba a morir,
0:00:48 tanto en su familia como en el vecindario,
0:00:50 por esta razón todas las personas huían de la compañía de la mamá de Holm,
0:00:55 que tenía temor de saber cuando iban a morirse,
0:00:58 quien se cruzaba con esta señora salía corriendo,
0:01:01 e incluso se ponían los dedos en el oído para no escucharla.
0:01:06 El padre de Holm, a quien su mujer le había dicho que iba a morir en 1843,
0:01:12 enloqueció por esa circunstancia,
0:01:15 o por otras,
0:01:17 y se mató en 1842,
0:01:21 y dejó una nota
0:01:23 escrita que decía,
0:01:25 jaja.
0:01:30 Hay gente que contale no perderes.
0:01:33 Es una muestra de gran cordura en cualquier caso.
0:01:35 Cuando Daniel cumplió 9 años, lo mandaron a Estados Unidos con su tía,
0:01:40 dicen que querían tenerlo lejos de Escocia por las cosas que soldía a hacer,
0:01:44 parece que lograba que los muebles se movieran,
0:01:48 vivo sin tocarlo,
0:01:50 casi parece que los muebles se movían, parece una énfasis innecesario.
0:01:55 Muebles movibles.
0:01:59 Los hermanos bradas.
0:02:01 jajaja.
0:02:03 Después de todo un mueble quiere decir eso, algo que se mueve.
0:02:07 Bueno, esto parece que tenía harta la familia, imagínese,
0:02:10 estaba tranquilo, ya empezaba a mover el ropero.
0:02:13 Por otra parte a veces convocaba a algunos fantasmas.
0:02:18 Además se dedicaba a la música,
0:02:23 tocaba bien el piano y era excelente cantor, Daniel.
0:02:27 En muy poco tiempo sus prodicios, no los musicales,
0:02:30 sino los relacionados con la magia, se hicieron famosos.
0:02:36 Y empezaron a hablar, empezó a comentar,
0:02:38 y la Universidad de Harvard, recordemos que había sido enviado a los Estados Unidos,
0:02:42 designó una comisión para que diera fe de sus proesas,
0:02:47 o por el contrario, certificara al fraude.
0:02:51 Viñeron varios profesores,
0:02:54 primero vieron que se movía una mesa, después que se elevaba,
0:02:58 y después que todos los muebles de la sala se agitaron.
0:03:03 Más tarde, siempre en presencia de los muchachos sectos de Harvard, de los profesores,
0:03:08 hizo aparecer unas manos fantasmas que agitaban pañuelos,
0:03:12 increíblemente la comisión de Harvard aprobó sus poderes.
0:03:16 En ese y revisó todo y no encontró ni un solo piolin.
0:03:22 Nosotros hemos cantado alguna vez las asañas de Daniel Hohm con esta canción.
0:03:30 Daniel Hohm
0:03:38 Daniel Hohm
0:03:44 Premontado Ropelo
0:03:55 Daniel Hohm
0:04:02 No hizo trampa jamás
0:04:20 Los doctores de Harvard
0:04:32 Miraron y nunca vieron
0:04:40 El piolin
0:04:43 Nunca vieron el piolin
0:04:49 Uuuuh
0:04:57 Bien, nada más.
0:05:00 Bien, bien, ¿de dónde es esto?
0:05:02 No cantamos nosotros como homenaje, que somos nosotros.
0:05:07 Ahí está María Marta Pichy, Ruta Taguile.
0:05:10 Es una variación de San Martín.
0:05:12 Está Ale, que hizo los arreglos, está Martín, está Moreira, estamos todos.
0:05:18 Tiene algunos acordes de paso que estaban muy interesantes.
0:05:26 ¿Ale fue?
0:05:26 Ale sí. Yo le pegue después.
0:05:31 Bueno, el caso es que esta gente de la Universidad de Harvard dio fe de estas maravillas.
0:05:40 Y Hohm empezó a recorrer el mundo para mostrar su destreza.
0:05:44 El 11 de agosto de 1852 voló por primera vez.
0:05:49 Pese que estaba en una festa y se elevó hasta tocar el techo con la cabeza.
0:05:54 Se elevó más porque no pudo.
0:05:56 En otras ocasiones parece que le evitaba,
0:06:00 incluso sin darse cuenta que es la mejor forma de le evitar.
0:06:04 Y más tarde decía que no recordaba haberlevitado.
0:06:08 Se distraía y se iba para arriba como suspiro de buzo.
0:06:13 A los 22 años, el joven Daniel Hohm volvió a Europa.
0:06:18 Si es que uno piensa que sí, volvió a Europa.
0:06:21 Llegó a Londres, precedido por su fama, y de inmediato fue invitado a un sinfín de recepciones,
0:06:28 en las que se opiniaban miles de personas para verlo.
0:06:32 Hohm decía que tan enorme concurrencia se debía,
0:06:37 a que tanto los crecientes como los escépticos estaban de un modo u otro interesados en él.
0:06:42 Bueno, es obvio.
0:06:43 Algunos estaban interesados para desenmascararlo,
0:06:46 y otros para decir, hay milagros, hay milagros.
0:06:49 Entre otros en Londres lo vieron gente de la Real Academia,
0:06:54 y lo vieron también Charles Dickens,
0:06:56 que dijo que Hohm era el mejor parzante de la historia.
0:06:59 ¿Y cómo hacía los trucos?
0:07:02 Pero era mago.
0:07:04 Si supiéramos cómo hacía los trucos, no estaríamos hablando de él.
0:07:07 Es fácil volar a tal de hecho.
0:07:08 Me gusta esta frase de Dickens, el mejor parzante de la historia.
0:07:13 El otro día un amigo mío, que es muy maledicente,
0:07:17 dijo que de todos los mejores jugadores del mundo que había visto,
0:07:20 Messi era el peor.
0:07:22 ¿Qué malo, no?
0:07:26 No, Dickens también era muy malo.
0:07:29 De Londres, Hohm pasó a Italia y llegó a esta Florencia.
0:07:33 Allí fue recibido en el Palacio de la Condesa Orsini, en Florencia.
0:07:38 Dicen que los espectadores pudieron ver volar un piano.
0:07:44 También volaron algunos candelabros,
0:07:46 pero después que vuela el piano, vuela un candelabro y te muere de risa.
0:07:50 Pero también observaron que unas manos cálidas,
0:07:55 surgidas de la nada, tocaban a las personas presentes.
0:08:02 Entre los asistentes estaba el escritor americano Nathaniel Hohm,
0:08:07 a quien usted conoce, el de la letra Carlata,
0:08:10 un escritor barro al tipo.
0:08:12 Y se desmayó.
0:08:13 Y sí, por lo menos, él lo estaba naceando manos cálidas,
0:08:16 que no sabe de dónde vienen.
0:08:17 Y es peor, porque a él una mano fantasma estrechó la suza.
0:08:21 Yo también me desmayaría.
0:08:23 Desde ese día, Jotron aceptó como verdaderos
0:08:28 aquellos movimientos y aquellas apariciones.
0:08:30 En Florencia, Hohm, tuvo algunos problemas.
0:08:33 Una inglesita se enamoró y se fue con él,
0:08:37 pero la muchacha estaba casada
0:08:40 y el adultelio no era bien visto en aquella región,
0:08:43 y menos aún, si la mina se iba con un brujo.
0:08:46 Así que un día salió a pasar con su enamorada
0:08:49 y le tiraron un tiro, le tiraron.
0:08:52 Hohm se salvó de la muerte por milagro
0:08:55 y, preocupado por su integridad,
0:08:57 declaró que se había despojado de sus poderes.
0:09:00 Dijo, abandoné mis poderes.
0:09:02 Y se encerró en una casa, en una villa romana,
0:09:05 con la intención de no salir por un año.
0:09:08 Y así fue, se quedó ahí.
0:09:10 Pero era tan famoso que hasta el papa Pionono
0:09:13 debatió con sus cardenales
0:09:16 si era conveniente que Hohm residiera en Roma.
0:09:20 Y, al final se fue.
0:09:24 Napoleon III, que era un hombre supersticioso,
0:09:27 reclamó la presencia de Hohm
0:09:30 y envió un emisario con una enorme suma de dinero
0:09:33 para que Hohm viajara a Francia.
0:09:36 Así que salió de eso en cierro, en la villa romana,
0:09:39 y se instaló en Francia.
0:09:43 Y en la misma residencia, en Napoleon III,
0:09:46 así en las tuyerías, que hoy no existen,
0:09:48 se ha incendiado,
0:09:50 Hohm ofrecía allí lo mejor de su repertorio.
0:09:54 La mujer de Napoleon III,
0:09:56 nuestra amiga, Eugenia de Montijo,
0:09:58 quedó tan impresionada cuando lo vio
0:10:00 que perdió el habla por dos días,
0:10:02 muda por dos días,
0:10:04 ante la felicidad de Napoleon III.
0:10:06 Parece que dijo que una mano se había apoderado de la susa.
0:10:10 ¿Y qué esa mano, dijo Eugenia?
0:10:13 Era la mano de su difunto padre.
0:10:16 No la mano de Daniel Hohm,
0:10:19 sino la mano del difunto papá de Eugenia de Montijo.
0:10:23 Ahora, ¿cómo reconoció esa mano?
0:10:25 Preguntará usted.
0:10:29 Por un caso que tenía el viejo Montijo.
0:10:32 Eugenia tantió el caso y dice,
0:10:34 ¡Eugenia es mi viejo!
0:10:36 Desde entonces, Hohm se presentó Canadians,
0:10:39 y Napoleon III y Eugenia jamás faltaban a las funciones.
0:10:45 Un día le presentaron a un conde,
0:10:51 el conde Gregory Besborodki.
0:10:54 Disculpe, mi ruso, que es un poco deficiente.
0:10:57 Bueno, este conde Besborodki
0:11:00 andaba con una mina que era su cuneada.
0:11:02 Qué lindo andar con la cuneada.
0:11:04 Porque ya implica que uno anduvo con la hermana.
0:11:06 Pero si no, de qué manera, para encuñadecer,
0:11:10 hay que andar con una mina.
0:11:14 No, puede ser uno cuneado.
0:11:16 Eso estaba pensado.
0:11:18 O sea, era hermano.
0:11:20 Bueno, en este caso no.
0:11:22 Como quiera que sea, bueno, no sé.
0:11:24 Como era el asunto, pero Besborodki andaba con una mina que era su cuneada.
0:11:26 ¿Es la mujer del hermano, pues?
0:11:28 Y también, pues, la mujer del hermano es mucho mejor.
0:11:32 Alexanderina de Kroll.
0:11:34 Una muchacha hermosa que tenía 17 años.
0:11:38 Y se había acercado a donde estaba Home
0:11:42 para que él le dijera algo acerca del futuro.
0:11:47 Serás mi novia.
0:11:51 Eso le dijo, exactamente.
0:11:53 Eso le dijo. Yo lo iba a contar un poco mejor.
0:11:57 ¿Como se lo cuenta el final?
0:11:59 No, la historia ya está.
0:12:01 No, no se verá más el programa.
0:12:04 Está intuitivo.
0:12:06 Impresionado por la belleza de Alexanderina de Kroll,
0:12:09 le abatizinó lo siguiente.
0:12:11 Usted, señorita, se casará conmigo.
0:12:14 Y el baticino se cumplió.
0:12:17 Así que, en 1859 se casaron.
0:12:21 Pero aquel matrimonio duró poco porque Alexanderina murió.
0:12:25 Murió a los tres años.
0:12:28 Y la muerte de esta chica fue para Home un golpe terrible.
0:12:31 Se fue a Roma.
0:12:33 Y ahí fue pulsado.
0:12:35 Ahí los pulsaron directamente.
0:12:37 Se volvió a París, perdió el favor de Napoleón III,
0:12:39 que ya estaba ocupado con su problema, con los prusciados, etc.
0:12:42 Ni siquiera le sirvió a Home una estupenda prueba
0:12:46 de la habitación que hizo en París.
0:12:48 Parece que empezó a flotar a un metro del suelo
0:12:51 y salió volando con los pies para adelante por una ventana.
0:12:55 Volar con los pies para adelante, muy imbécil.
0:13:00 Atención a los aficionados al vuelo.
0:13:03 En las historietas, los superhéroes o en las películas
0:13:08 vuelan de panza con las manos para adelante.
0:13:12 No vuela. Nadie vuela así.
0:13:15 Nadie vuela de panza con las patas para adelante.
0:13:19 ¿Y qué hago con la capa?
0:13:21 No, porque la capa me vuela para el otro lado.
0:13:24 Este hombre volaba con los pies para adelante.
0:13:26 Es una forma de volar mucho más cómoda, desde luego.
0:13:29 Usted me dirá que no ve para dónde va.
0:13:31 Me tiene que levantar un poco la cabeza, que andar covoteando.
0:13:34 Y usted mira para dónde va.
0:13:36 No ve.
0:13:38 Bueno, salió volando con las patas para adelante por una ventana.
0:13:43 Luego entró de nuevo al edificio por otra ventana,
0:13:46 pero de un piso más bajo. Es una prueba extraordinaria.
0:13:49 La mejor prueba que jamás vi.
0:13:52 Eso entusiasmó un poco a la gente.
0:13:55 Un poquito, pero pronto se olvidaron todos.
0:13:58 Parí fue psiquiado por los ejércitos de Prussia.
0:14:01 ¿Veo cómo es esto?
0:14:03 Vienen los ejércitos de Prussia, psiquian la ciudad y se olvidan todos.
0:14:09 Bueno, entonces, Jom se fue con sus milagros a Rusia.
0:14:13 Después a Londres otra vez.
0:14:15 Incluso así el Parlamento debatió la veracidad de sus milagros.
0:14:18 Y finalmente terminó la Riviera Francesa.
0:14:21 De vez en cuando daba alguna velada privada dedicada a las amistades.
0:14:25 Pero después, en público, no se presentó nunca más.
0:14:28 Porque decía que los espíritus ya no venían como antes.
0:14:31 Muy bien eso.
0:14:33 Y murió en julio de 1883, tuberculoso.
0:14:36 Tenía 50 años de edad.
0:14:38 Qué linda historia.
0:14:39 Qué gana de haber estado allí.
0:14:43 Si todo esto era cierto, era un fenómeno...
0:14:48 No es solo.
0:14:49 Si todo esto era cierto, el mundo es mucho mejor de lo que queremos.
0:14:53 Si todo esto es cierto, es que a lo mejor no es toda una porquería.
0:14:58 A lo mejor hay alguna cosa.
0:15:00 Y a lo mejor uno puede esperar milagros.
0:15:02 Qué es lo malo del mundo?
0:15:04 Qué uno no puede esperar milagros?
0:15:06 Entonces ya sabe que no puede.
0:15:08 Ahora si viene un tipo y vuela por la ventana con los pies para adelante,
0:15:11 es un milagroso, no es un truco.
0:15:13 Y usted dice, bueno, yo que estoy esperando que alguien me quiera,
0:15:17 que ahora tengo alguna posibilidad,
0:15:20 y yo que estoy esperando que la vida tenga algún sentido,
0:15:23 o que alguien le importe si soy...
0:15:26 si hago un buen verso,
0:15:28 o que haya un plan para el universo que no sea toda una...
0:15:32 una escalanza.
0:15:34 A lo mejor nos queda, pero no pudimos verlo.
0:15:38 Qué lástima, ¿no?
0:15:40 Bueno, hemos ido a la discoteca.
0:15:43 Muy buena historia de ti que haber buscado el discotecario.
0:15:48 Una especie de Bicop, para filo.
0:15:50 No, dijo que agarró más al carda,
0:15:53 y me empezó a hacer un truco.
0:15:56 Un truco que yo tenía que elegir una carta para no ser el que decía,
0:16:00 y después la tenía que poner un montón,
0:16:02 y después el otro, y otro, y tú como media hora,
0:16:04 y al final se equivocó, pero dijo que casi siempre le salía.
0:16:08 ¿No va a comparar eso con lo que hacía...
0:16:10 Bueno, él justamente me dijo,
0:16:12 no va a comparar lo que hacía eso,
0:16:14 home, con esto,
0:16:16 pero él decía que lo que hacía era mucho mejor.
0:16:19 Y que los tipos de la Universidad de Harvard eran unos giles,
0:16:24 porque no habían visto el peorín y todo eso,
0:16:27 un verdadero descreído.
0:16:30 Bueno, al final me di un tango que tiene que ver...
0:16:33 me aseguró este hombre.
0:16:35 Con la magia...
0:16:37 Con la mano.
0:16:39 En una ocasión dijo que la mano que se apareció en la mano de Napoleón Bonaparte,
0:16:44 y estaba alguien que dijo que había visto algo en la mano,
0:16:51 que eran las manos de Napoleón.
0:16:53 Esa mano que tocaban a la gente...
0:16:55 Sí, esa mano blanca.
0:17:00 Y el tango que me dio, el discotecario, es justamente mano blanca.
0:17:05 Esto va tinado.
0:17:08 Tango escrito, pero me estoy pensando en dañar home.
0:17:11 No sé si tanto.
0:17:13 La letra disimula un poco.
0:17:15 ¿Qué lo escribió?
0:17:16 Omero Manci.
0:17:17 No sé si Omero Manci refleja su historia.
0:17:20 Es muy probable que no.
0:17:23 Y hoy que cantamos nosotros,
0:17:25 para cantar Carina Biorlegi con las guitarras también,
0:17:30 de Salmone, de Soria y de Juarez,
0:17:33 este lindo tango que se llama mano blanca.
0:17:36 Todos músicos del programa.
0:18:00 La dos iniciales pintadas a mano.
0:18:04 Reduciendo la estrella de bronce,
0:18:08 clave teada en la suela de cuero.
0:18:12 Donde va, se ha redito del once,
0:18:16 cruzando ligeru la calle del sur.
0:18:20 Por teñito mano blanca,
0:18:25 vamos fuerza que viene barranca.
0:18:29 Mano blanca por teñito,
0:18:33 fuerza vamos que falta un poquito.
0:18:37 Bueno, bueno, ya salimos.
0:18:41 Ahora sí, tan parejo otra vez.
0:18:45 Esta noche me esperan sus ojos,
0:18:49 en la avenida sentemera y cabalé.
0:18:59 Donde vas, carrerito por teño,
0:19:06 con luchada, flameante y copeta,
0:19:10 con los ojos cerrados de sueño
0:19:14 y un gajo derruda detrás de la oreja.
0:19:18 El orgullo de ser bien querido,
0:19:22 se adivina en tu estrella de bronce.
0:19:27 Carrerito del barrio del once,
0:19:31 que viene cruzando para el corralor.
0:19:35 Por teñito mano blanca,
0:19:39 vamos fuerza que viene barranca.
0:19:43 Mano blanca por teñito,
0:19:47 fuerza vamos que falta un poquito.
0:19:51 Bueno, bueno, ya salimos.
0:19:55 Ahora sí, tan parejo otra vez.
0:19:59 Mientras sueño en los ojos aquellos,
0:20:03 en la avenida sentemera y cabalé.
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