Transcripción automática
0:00:00 Accediendo a gentiles pedidos, vamos a hablar de Spartaco, de quién hemos hablado hace un tiempo, más o menos largo,
0:00:06 pero tenemos aquí algunos datos interesantes que nos han sido aportados por profesores italianos que conocen las regiones por las que han dado el Spartaco.
0:00:20 Allá en Tracia, que viene a ser Bulgaria, nació en el año 73 a.C., un bebé que, de vino luego, en señor muy fuerte.
0:00:36 Tal vez era hijo de pastores, es posible que se ha se enrolado en el ejército y que después haya desertado los comienzos de este muchacho son oscuros
0:00:46 y es posible que se haya convertido en bandido también. Pero así es cuando empezamos a tener noticias de él.
0:00:52 Es un bandido muy fuerte. Un día lo captura, la policía y lo venden como estrabo.
0:00:59 Digamos que había un señor llamado Knous Lentulus Vatiatus, que era lannista. Knous Lentulus Vatiatus.
0:01:12 ¿Qué quiere decir la nesta? Bueno, no un vendedor de lanna, sino era un tipo que tenía una escuela de gladiadores en Capua.
0:01:19 La nesta era el entrenador de gladiadores. Tomaba muchachos fuertes, los entrenaba y después lo presentaban en el circo, como todos ustedes saben,
0:01:29 en ese espectáculo de cual tanto gustaban los romanos.
0:01:32 Y este Knous Lentulus Vatiatus compró a este esclavo y se lo llevó.
0:01:41 Y este muchacho fuerte, este esclavo expandido, se llamaba Espartango.
0:01:47 ¿Cómo nació la costumbre en Roma de los torneos de las peleas de gladiadores? Quizá lo hemos contado alguna vez.
0:01:53 Parece que antiguamente cuando tomaban prisioneros en alguna batalla, los sacrificaban redondamente ante la tumba de los soldados más valientes.
0:02:02 Después surgió la costumbre de hacerlos combatir entre sí, lo cual era un poco más teadoso si bien se mira, aunque seguía siendo espantoso.
0:02:14 Los hacían combatir a muerte desde luego ante esas mismas tumbas.
0:02:18 Y como vieron que los espectadores se complacían muchísimo ante aquellos combates, empezaron a hacerlo en otro forma.
0:02:28 Hay que decir, como ya hemos sugerido, pero no dicho, que era obligatoria la muerte de uno de los combatientes en estos combates.
0:02:40 El primer combate de gladiadores tal como lo conocemos a través de películas, a través de la historia, fue en realidad, allá por el año 264 a.C.
0:02:50 Y lo hicieron en el mercado de los matarices.
0:02:53 Ahí nomás, frente al mercado donde vendían carne.
0:02:57 Ahí peleaban los típos y los mirones, se acomodaban donde podían.
0:03:01 Después empezaron a pelear en el foro, en el centro, ahí en tribunales.
0:03:05 Sí, acá nomás.
0:03:07 Y luego hicieron unas gradas de madera para que se pudiera ver mejor.
0:03:11 Y finalmente vinieron los grandes anfiteatros pétreos.
0:03:17 El coliseo, el circomáximo, etcétera.
0:03:24 Nosotros conocemos las ruinas del coliseo, no del teatro coliseo, sino del coliseo romano.
0:03:31 Y no conocemos las ruinas de otro establecimiento mucho mayor que ya ni la ruina queda.
0:03:37 El circomáximo, que según cuenta, tenía capacidad para 200.000 espectadores.
0:03:43 Al circomáximo se lo fueron afanando porque era de mármol.
0:03:48 Entonces imagínense cuando cayó el imperio, durante toda la Edad Media, esa montaña de mármol sirvió como cantera
0:04:00 para que muchos vivillos edificaran otros edificios.
0:04:04 Ya lo hemos dicho esto en ocasión de lamentar también la desaparición de la piedra caliza que recubría las pirámides de Egipto,
0:04:12 que también se la afanaron.
0:04:14 Esto lo tenemos que decir en este programa.
0:04:16 También denunció, no tengamos nada.
0:04:18 Programa de denuncia.
0:04:20 ¿Quién se afanó el mármol del circomáximo?
0:04:25 ¿Quién se afanó la piedra calicia de las pirámides de Egipto?
0:04:29 Parece la misma mano, ¿no?
0:04:33 Me llama poderosamente la atención.
0:04:35 ¿Pero claro, aquí todo se caga?
0:04:41 Todo se caga.
0:04:43 No queremos saber, los argentinos somos como la bestrús.
0:04:48 ¿Qué? ¿Por qué hacemos?
0:04:50 Ponemos los huevos en el circomáximo y nos robamos la piedra calicia de las...
0:04:58 En otro lado, ¿eh?
0:05:00 Bueno, algo así somos.
0:05:03 Este es el país de no te introduzcas.
0:05:07 No te metás, será.
0:05:10 Bueno, por suerte el estadio de River Plate no está hecho de mármol, sino en una semana no quedaría nada.
0:05:17 Hermosa.
0:05:24 Estos lugares tenían, particularmente los del coliseo,
0:05:30 la posibilidad de convertir la pista en una laguna.
0:05:39 Y así ocurrían batallas navales.
0:05:44 Y se llenaban, llenaban el centro, el circomáximo también.
0:05:49 Creo que más en el circomáximo, que era más grande.
0:05:52 Lleno de agua, tenía la posibilidad de ser como un gran piletón, bastante profundo.
0:05:58 Imagínense un piletón, en el caso del circomáximo, de unos 200, 300 metros,
0:06:04 que tenía forma de hipódromo, el circomáximo, no de cancha de fútbol,
0:06:07 como ahora se nos antoja que todos los estadios deben ser.
0:06:11 Y así hacían batallas navales.
0:06:16 Había dos bandos o más, quizá por ahí cada barco con su tripulación peleaba con un solo interés.
0:06:27 Y ahí se agarraban entre todos y algunos morían y otros prevalecían.
0:06:32 No decían H4 hundido.
0:06:34 Sí, probablemente.
0:06:36 Eso lo cincha.
0:06:39 La gente decía, H4, agua gritada.
0:06:43 Lo que por suerte no habían inventado la pólvora, sino las batallas navales serían a cañonazos,
0:06:48 con gravísimo peligro para los espectadores.
0:06:55 Bien, en el comienzo todo se reducía a enfrentar a esclavos o prisioneros de guerra,
0:07:01 y finalmente se pensó en preparar esclavos o prisioneros,
0:07:05 seleccionarlos, adiestrarlos y convertirlos en gladiadores perfectos.
0:07:10 Y así es como nacieron las escuelas, como ésta que tenían capua, nuestro amigo Cineus.
0:07:16 Se parecían estas escuelas a un cuartel, a un colegio de atletas,
0:07:20 y también a una cárcel porque no te podía seguir.
0:07:23 Se vivía bien, sin embargo, allí, ¿no?
0:07:25 En el siguiente sentido, se dormía y se morfaba hasta el artártir.
0:07:30 Cada tanto venían prostitutas, quiero decir, no a combatir.
0:07:38 Por sí no los sí.
0:07:40 Bueno, al lado de la miseria que había fuera de esas escuelas, era casi una buena vida.
0:07:46 Pero esta buena vida terminaba y terminaba pronto, porque dos o tres veces por semana
0:07:51 tenían que ir al anfiteatro y combatir, y bueno, tarde o temprano te mataba.
0:07:56 Alguien calculó que el promedio, mejor dicho, el cálculo es éste.
0:08:04 Nadie sobrevivía más de tres años.
0:08:07 Era el tiempo máximo que podía durar un gladiador, tres años de victorias
0:08:12 o acaso de derrotas donde salvaras el pellejo milagrosamente.
0:08:17 Y después de eso, bueno, estoy hablando de un cálculo promedio, ¿no?
0:08:22 Es que obligatoriamente te mando, no me miras, si rolo.
0:08:24 No, disculpe, me voy a dejar, por favor.
0:08:26 O sea, el promedio era inferior a tres años.
0:08:28 Tres años era una duración exagerada.
0:08:31 Había cuatro clases de gladiadores, digo para aquellos que no hayan comprado el gráfico.
0:08:37 Primer gladiador era el mirmizo.
0:08:41 Usaba lanza, casco, el escudo galo, pecho y piernas sin protección.
0:08:48 Lanza, casco, escudo, piernas sin canillera.
0:08:54 El tipo iba también con el pecho a la aire, sin coraza, pero con escudo.
0:09:02 Éste era el más peligroso, pero también el más ventajoso del punto de vista de la velocidad.
0:09:07 Una coraza pesaba 30 kilos.
0:09:10 Claro, no te duele el lanzazo cuando te lo das en el pecho, pero...
0:09:13 Te mueve más lento.
0:09:14 Te mueve más lento por ahí te le quedas.
0:09:17 El tipo con 30 kilos fiel arriba lo agarra un tráceo que era un gladiador liviano
0:09:23 y te bajan los casonsillos.
0:09:26 El tráceo, el tráx, tenía espada y lanza, y coraza y canilleras.
0:09:33 No imagino que ustedes canilleras procer, ni nada por el estilo.
0:09:37 Era una protección para las canillas nada más.
0:09:40 Y después estaba el reciario de la red.
0:09:46 Ese usaba un tridente y una red.
0:09:49 Algunos decían que toda discusión acerca de gladiadores,
0:09:53 se reducía a ver si era mejor el reciario o el tráceo.
0:09:56 El tráceo era más ligero, y el reciario, si bien tenía poco peso, tenía que cargar con la red.
0:10:01 Una red enorme, con la que enganchaba a los contrarios cuando tenía suerte,
0:10:06 y en la que se enganchaba el mismo cuando le iba a amar.
0:10:10 También tenía un tridente que era el que usaba para ensartar a los rivales
0:10:18 cuál churrasco de croto.
0:10:21 El último era el Samnes, una variante del tráceo que llevaba escudo y espada recta.
0:10:30 Eso solo, escudo y espada recta, es muy sencillo.
0:10:36 Advierten ustedes y recuerden que a lo mejor han visto alguna película en la que Espartaco tenía una espada,
0:10:41 que no. Espartaco en la arena usaba alanza.
0:10:45 Él era mermelio.
0:10:48 Mermelio.
0:10:51 Así que esas películas que vemos sobre Espartaco en realidad,
0:10:54 el tipo no es Espartaco, sino un actor.
0:11:00 Yo siempre los sospeché porque lo encontraba parecido a Kirk Douglas.
0:11:05 De Charlotte, no hablemos, porque ya sabemos que Charlie Lawton sí era el rey de Inglaterra.
0:11:19 Enrique El Tamo.
0:11:21 Bueno, Espartaco comienza a luchar en la arena, era muy fuerte, tiene muchas victorias.
0:11:31 La gente lo aplauda, supongo yo.
0:11:36 Espartaco.
0:11:39 Un día llega a la escuela de gladiadores una prostituta y es de trácea del país natal de Espartaco.
0:11:46 Habla con Espartaco, se enamora un poco, sueña un poco y quizás allí empieza Espartaco a soñar con la libertad.
0:11:55 No está mal empezar a soñar al mismo tiempo con el amor y con la libertad.
0:12:00 Y empieza a hablar con sus compañeros acerca de estos asuntos, les propone huir, abandonar Italia,
0:12:08 encontrar un país libre donde trabajar la tierra, les habla de la plusvalía.
0:12:15 No, eso viene de los proes.
0:12:18 Quizás no le ha hablado de la plusvalía.
0:12:20 Pero bueno, sí.
0:12:23 Bueno, y el lanista Neus Lentulus Batiatus empezó a sospechar, dice este para mí que anda tramando algo.
0:12:31 Y esconde el lanista las armas.
0:12:34 Si voy a esconder las armas, no se acosa que estos me afanen las lanzas, las espadas y los tridentes y hagan algo.
0:12:43 En el total de 200 ladiadores que había en la escuela de Capua, Espartaco consiguió a 70 que estaban dispuestos a seguirlo.
0:12:53 Los otros estaban de acuerdo con él, pero no tenían coraje como para intentar una huida.
0:13:00 Espartaco empezó a hacer celotario para adormecer las sospechas evidentes de Batiatus.
0:13:07 Empezó, tuvo dos semanas que se hacía muy el pavo.
0:13:11 Batiatus dijo, este es un gil, mira que puede hacer un gil.
0:13:16 Hasta que un día se rajaron y enseguida saltaron un carro con armas.
0:13:22 En fe.
0:13:24 Se fue.
0:13:26 Las autoridades mandaron a unos legionarios para rastrearlos y combatirlos, pero Espartaco los venció y su grupo.
0:13:34 En ese un ejército constituido por gladiadores no era un ejército de mero fugitivos de la cárcel, no eran máquinas de matar.
0:13:40 En aquel entonces no había revolveres.
0:13:43 Cuando se entraron en Capua, de esto que había sucedido y también de la victoria sobre los legionarios, hubo una gran reacción.
0:13:51 Y los otros 130 que no habían agarrado viaje también se fugaron al mando de otro señor llamado Crixos.
0:13:59 Ante la desesperación, pero si quieren puedo seguir con desaparición.
0:14:04 Ante la desaparición de dos gladiadores, el lanista se desesperó pensando, no me queda ni uno.
0:14:22 Imagínese armar festivales de combate sin ni un solo gladiador.
0:14:27 La crimógena.
0:14:29 Aparece un propretor, disculpeme la literación, que juntó tres mil soldados.
0:14:35 Propretor viene a ser el vicepretor que viene atrás del pretor, así como el pro secretario.
0:14:43 Juntó tres mil soldados y Espartaco, claro, huyó ante esos tres mil soldados, calculó 70 contra tres mil.
0:14:50 Y se refugió en el cráter del besubio.
0:14:53 Mira que lugar para esconder.
0:14:56 En el cráter del besubio.
0:14:58 Con estos tres mil legionarios lo persiguió un señor Glaber, que parece un alemán pero no lo era.
0:15:04 Y ahí quedan acorralados en el cráter del besubio.
0:15:08 Un día que los tres mil legionarios romanos estaban apoliando,
0:15:11 los gladiadores tomaron los armientos de una cierta vid que crece justamente en el interior del cráter del besubio,
0:15:22 trenzaron unas cuerdas, treparon por el lado menos aparente
0:15:27 y le casieron de sorpresa a los soldados y los mataron a todos.
0:15:31 Y hicieron luego, llevándose reservas de carne, vino y trigo, y ya se empezó a hablar de una saña.
0:15:39 Muchos esclavos que trabajaban en las fincas cercanas empezaron a huir para sumarse al grupo.
0:15:48 Crisos, el jefe de los que se escaparon en segundo término, se reunió con Espartaco.
0:15:55 Espartaco impuso una disciplina implacable.
0:15:58 El senado en Roma se asustó.
0:16:01 Sin embargo, no querían poner frente al esclavo un jefe demasiado importante.
0:16:06 La interna de Roma siempre pensaron dos veces antes de darle un ejército importante a alguno.
0:16:14 Porque si vos le dabas 50 mil tipos a uno para aplastar a Espartaco, a la vuelta te aplastaba vos.
0:16:23 Esa era el asunto.
0:16:25 Bueno, entonces empezaron a mandarle ejércitos más bien pequeños.
0:16:33 Espartaco no los enfrentaba directamente, pero se retiraba.
0:16:37 Vase al norte, hace frío, lo persiguen legiones, las vence, una por una.
0:16:43 Toma muchísimos prisioneros y un día en el ápice de la gloria de los gladiadores esclavos, en el valle de los abrusos hace lo siguiente.
0:16:55 Construye un circo de madera y hace combatir así a los prisioneros que había tomado, que son ciudadanos romanos, legionarios.
0:17:03 Los hace combatir en ese circo que él ha construido y el público está compuesto por gladiadores.
0:17:10 Increíble, ¿no?
0:17:12 Bueno, siguen las victorias de Espartaco, pero empiecen algunos problemas, son demasiados.
0:17:20 Con todos los que se le han unido ya son como 120 mil y hay problemas de abastecimiento, hay hambre.
0:17:27 Y entonces desde el norte vuelve hacia el sur y hay terror en toda Italia.
0:17:34 Un rico traficante de esclavos llamado Crasso, el más rico de Italia, paga él mismo de su bolsillo, 10 legiones para ver si lo pueden derrotar.
0:17:44 Espartaco sigue la marcha hacia el sur y llega hasta Rello, frente al estrecho de Messina, que es el que separa a Italia de Sicilia,
0:17:51 y hace para huir finalmente un acuerdo con los piratas.
0:17:56 Él dice, véngame a rescatar con sus barcos, yo saldré de Italia y me haré fuerte, tal vez en África, en alguna isla o qué sé yo,
0:18:04 seremos felices en algún lugar.
0:18:06 Se concentran ahí los gladiadores de Espartaco, pero los piratas no vienen.
0:18:12 Mirá si se dan.
0:18:17 Y entonces Crasso, con un gigantesco ejército, cerca a Espartaco.
0:18:23 Incluso Espartaco conciera cruzar aquel cerco.
0:18:27 Crasso casi se muere de miedo, pero finalmente el triunfo le corresponde a Crasso y sus romanos.
0:18:32 El Senado le vota una ovación a Crasso.
0:18:35 La ovación era un premio superior.
0:18:38 La bataza final fue muy cruenta y muy confusa, tan confusa que el cadáver de Espartaco no apareció jamás.
0:18:48 Pompeyso fue el que terminó con las últimas bandas de gladiadores y de esclavos fugitivos.
0:18:55 Crasso hizo 6.000 prisioneros y en el camino entre Capo y Roma se levantaron 6.000 cruces, en cada uno de los cuales había crucificado un esclavo.
0:19:06 Los esclavos siguieron a partir de ese momento sufriendo, pero también soñando.
0:19:13 Un escritor casi contemporáneo de nosotros, Howard Fast, que contó esta historia, tuvo la ocurrencia de poner en boca de Espartaco en una de sus retiradas la siguiente frase.
0:19:25 Volveré y seré millones.
0:19:29 Esta frase la escuchamos después nosotros dignificada en otras bocas.
0:19:34 Pero, curiosidad que alguna vez he compartido con los oyentes de todos los programas, la primera vez que esa frase apareció en algún lugar es en este libro, en Espartaco, de Howard Fast.
0:19:48 Volveré y seré millones.
0:19:50 ¿A quién quiere dedicar esta pequeña recordación de Espartaco?
0:20:00 En primer lugar, Alejandro, este hombre que pudo soñar con la libertad.
0:20:04 Si bien mostró en un momento un aspecto un poco patológico, no es cierto?
0:20:09 Digo, este que se parece tanto a ciertos síntomas neuróticos que consiguen en hacer de un modo activo a otro lo que uno sufrió de modo pasivo.
0:20:16 Y esto es lo que hizo él cuando hizo pelear entre sí a sus propios esclavos, no es cierto?
0:20:21 Este es el aspecto que menos me gusta del más enfermo si se quiere probar, pero bueno, un hombre que había sufrido mucho.
0:20:28 Y le dedico esto a la prostituta trasia, porque fíjese que interesante cómo el amor pudo hacer de un esclavo un hombre libre y cómo el resentimiento pudo hacer de un hombre libre un dictador.
0:20:39 Gracias, Rolón.
0:20:42 Y ya que hay amor, hay tristeza y hay frustración, podríamos como homenaje derramar una lágrima por aquellos sueños no cumplidos de libertad.
0:20:59 Y por todos los sueños no cumplidos de libertad.
0:21:02 De modo que el tango que escucharemos hoy se llama una lágrima y será interpretado por nuestra amiga Ruth Astagile. Adelante.
0:21:32 Y me he visto un libro azul besado por el sol y recordé que aquella muchachita guardaba en su alma ya muerta la ilusión porque el galán después de tantas citas le hizo morir de angustia al corazón.
0:21:57 Cuando ve la carta mal y entra llena de pasajes de su vida siente que la pena se le aumenta al verdad no destruirá.
0:22:20 La esperanza que abrigó el hombre aquella quien adoró tanto y le entregó su vida virgena. Le hizo empapar su juventud bella. Le hizo vivir cien noches de ansiedad y el recordar la dicha que soñadas.
0:22:47 Mira esta es que un día él le mandó pidiendole que ella no perdonara si nunca más volvía y no volvió. Esta triste historia de su vida me echó.
0:23:12 Y la cabeza me contaba que una lágrima rodaba por su hermosa cara llena de marro de olor.
0:23:30 Cuando rodó cual voto cristalina sobre su faz la lágrima de amor me pareció su cara tan divina. Un libro azul besado por el sol y recordé que aquella muchachita
0:23:55 guardaba en su alma ya muerta la ilusión porque el galán después de tantas citas le hizo morir de angustia al corazón.
0:24:17 En la venganza será terrible hemos escuchado una lágrima interpretado por Ruth Atagele.
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