Transcripción automática
0:00:00 El amigo Marlos Pesmato nos ha mandado hace tiempo el libro Animalitos de Dios
0:00:05 y tal como hicimos con otros libros de él, vamos a utilizarlo para contar algunas historias.
0:00:11 En este caso, de animales, historias de animales, a nosotros nos gustan mucho
0:00:17 las fábulas de Esopo y las historias de animales en general.
0:00:24 Estas no son fábulas de Esopo,
0:00:28 pero vamos a contar primero la historia de un chancho,
0:00:34 de un chancho adiestrado.
0:00:37 Les saben que muchas veces se adiestran caballos,
0:00:42 gatos, pulgas, perros, elefantes, pero chanchos no.
0:00:50 El primero en poner a prueba la capacidad de aprendizaje de los chanchos
0:00:54 fue el señor Samuel Bisset, un escocés,
0:00:58 entonces Samuel Bisset, un escocés nacido en 1721.
0:01:03 Este caballero zapatero de oficio,
0:01:07 tuvo la suerte de casarse con una dama adinerada
0:01:11 y pudo dejar su profesión para dedicarse a especulaciones de bolsa.
0:01:15 A los 50 años, o yo hablar de las progresas de Marocco,
0:01:20 un caballo muy célebre que hacía todas clases de pruebas.
0:01:25 Y cansado de las especulaciones de la bolsa,
0:01:29 que a veces lo revolcaban,
0:01:31 decidió comprarse un caballo, un perro y dos monos,
0:01:35 para entrenarlos.
0:01:36 Y los entrenó personalmente,
0:01:38 aún sin haber tenido experiencia previa en tan difícil oficio,
0:01:43 como es el de amastrar animales.
0:01:48 Años de estudio.
0:01:52 Yo cuento siempre aquella escuela para enseñar a hablar a los loros,
0:01:59 que fracasó porque el programa de estudios estaba elaborado por los loros.
0:02:04 ¿Cómo va a dejar usted que los loros mismos se laboren en su programa de estudio?
0:02:10 Sin embargo, los loros formaban parte del Consejo Directivo de aquella escuela
0:02:15 y insistían en elaborar sus propios programas,
0:02:20 es decir, decirse a ellos mismos lo que tenían que aprender,
0:02:24 aún antes de aprenderlo, lo cual era verdaderamente milagroso.
0:02:28 Como alguien puede anticipar,
0:02:31 el mundo del que todavía no tiene noticia.
0:02:36 Por eso fracasó aquella escuela de loros.
0:02:40 Pero Vise y sus mascotas recorrieron las provincias,
0:02:46 si es que hay provincias en Escocia, con éxito.
0:02:49 Sus dos monitos hacían equilibrio sobre una cuerda,
0:02:54 mientras tocaban un organito,
0:02:57 a la vez que una liebre tocaba el tambor,
0:03:00 y varios canarios deletreaban, con letras impresas,
0:03:04 las palabras dictadas por el público.
0:03:07 Es sombroso verdaderamente.
0:03:09 Exponía también Vise, una docena de pavos,
0:03:14 a a vez naturalmente,
0:03:16 que bailaban al zon de canciones populares.
0:03:20 Pero el número principal de su show era una orquesta de gatos
0:03:24 sentados frente a triles,
0:03:27 que golpeaban tambores con sus patas,
0:03:30 un espectáculo singular que concitó la atracción de los habitantes de Londres.
0:03:36 Para hacer su presentación en Hay Market,
0:03:39 tuvo un éxito rotundo.
0:03:42 En una semana, este esforzado señor Vise,
0:03:45 había recaudado mil libras esterlinas,
0:03:47 que eran una fortuna en aquella época.
0:03:50 Bueno, con la habilidad adquirida en el entrenamiento de estos animales,
0:03:54 el señor Vise buscó un nuevo desafío,
0:03:57 y se preguntó si podría conquistar la obstinación del cerdo.
0:04:02 Disculpe, me da expresión.
0:04:05 Yo que después de todo un chancho,
0:04:07 no podría ser mucho más rebelde que un gato,
0:04:09 ni mucho más tonto que un pavo.
0:04:12 Así que, la mejor forma de saberlo era probando.
0:04:16 Y se compró, en el año 1782,
0:04:20 un chancho por 10 peniques.
0:04:23 Durante 6 meses intentó adiestrar a la bestia,
0:04:28 pero con muy pocos progresos.
0:04:32 Los hombres de menos paciencia hubieran renunciado,
0:04:36 pero el señor Vise perseveró,
0:04:39 y al cabo de 16 meses pudo exponer a su visípluos en las calles de Duble.
0:04:47 Si bien es cierto que Vise a veces utilizaba trucos crueles
0:04:51 para motivar a sus artistas,
0:04:54 no se valió de estos artilugios con el chancho.
0:04:57 Por ejemplo, calentar el piso sobre el que bailaban los pavos danzantes.
0:05:02 Eso nos conocemos todos, bailan arriba una chapa y le ponen la chapa al rojo,
0:05:06 y el pavo levanta las patas.
0:05:09 Luego creemos que bailan, pero no.
0:05:12 En realidad, el adiestramiento del chancho
0:05:17 fue el triunfo de la paciencia sobre la bulia.
0:05:21 Toby, así se llamaba, el chanchito sabiendo,
0:05:26 pronto se convirtió en la estrella indiscutida de su trupe.
0:05:31 Este chancho, disculpen ustedes, podía sumar, restar,
0:05:37 deletrear palabras distinguidas las personas casadas de las solteras
0:05:42 y otras proesas más.
0:05:45 El más de lo que hacen algunos que lo dijeron.
0:05:47 Mr. Vise ya soñaba con el éxito,
0:05:51 con otro éxito, cuando por un mal entendido con la policía
0:05:56 tuvo que abandonar el negocio del espectáculo por miedo a la viaba.
0:06:03 Y se fue, abandonó el negocio
0:06:07 y vendió el chancho, se lo vendió un tal, Nicholson.
0:06:12 Mr. Nicholson.
0:06:15 Y a Nicholson le cupo la gloria a Lucille, se contó sobre los escenarios de Londres.
0:06:22 El 16 de febrero de 1785, los diarios de Londres anunciaron la presentación
0:06:28 del chancho profeta.
0:06:31 El filósofo Grunión, que haría las delicias del distinguido público,
0:06:37 demostrando su sabiduría adquirida en el sacrificado estudio de los clásicos
0:06:43 y también sus conocimientos de la ciencia y arte del mundo actual.
0:06:49 Así de si el anuncio.
0:06:51 Y había un dibujo del chancho junto a textos de Plutarco, Copernico,
0:06:56 Aristóteles y demás sabios de la antigüedad.
0:06:59 Bueno, multitudes se agolparon para ver a Tobi resolver enigmas matemáticos
0:07:07 o leer la hora de los relojes que los caballeros le mostraban
0:07:12 y una delegación de rabinos presenció aquel acto maravillándose ante esa bestia
0:07:18 perteneciente a una especial a la que siempre habían creído representantes del Ceo Boom
0:07:24 y que sospechaban como todo el mundo incapaz de todo esfuerzo intelectual.
0:07:29 Durante una gira por Oxford, Bath y Bristol, Tobi se unió al circo Sadler's Wells.
0:07:36 La atención concitada por el chancho fue tal que los integrantes víperos del circo,
0:07:46 me refiero a los acrobatas, los payasos, las equilieres y demás artistas,
0:07:53 levantaron sus voces de queja al sentirse degradados por compartir el escenario con un cerdo
0:08:01 que para cual modo de mal les robaba el aplauso del público.
0:08:05 Eso es muy triste, porque veo como la gente enseguida toma partido por el chancho.
0:08:12 Uno se rompe todo y aparece un chancho y hace cualquier pagada
0:08:18 que se toca las cerdas de monte y con el acordeón y lo aplauden.
0:08:24 El fue la fama del chancho que el poeta Robert Southie proclamó que nadie en la nación inglesa
0:08:33 había sido objeto de tanta admiración desde los lejanos tiempos de Isaac Newton.
0:08:40 Antes de éxito, abrumador, no tardó en aparecer la competencia.
0:08:45 Los dueños del circo Astley promovían a un porcino francés
0:08:50 que era capaz de decir Wee Wee con un indiscutible acento francés.
0:08:57 Mucho más refinado, ¿no?
0:08:59 Claro. El chancho decía Wee Wee.
0:09:01 Entonces era un cerdo.
0:09:03 Sobre otros escenarios se paseaban, chanchos que sumaban, restaban, escribían y bailaban.
0:09:12 Pero aún así, Toby seguía siendo el rey indiscutido
0:09:17 a punto tal que Mr. Nicholson proclamaba con orgullo que su protegido había ganado más plata
0:09:24 que cualquier otro actor en el mismo lapso.
0:09:28 Pero no toda gloria es eterna.
0:09:33 Cuando estaba por llegar el ápice de su fama,
0:09:37 cuando sólo él sostenía el cetro de la sabiduría, etc., etc.,
0:09:44 Toby, el chanchito sabiondo, dejó abruptamente y para siempre no sólo el mundo del espectáculo,
0:09:52 sino la vida misma.
0:09:54 Repentidamente, Mr. Nicholson se volvió loco.
0:10:01 Y debió ser...
0:10:03 ¿Qué volvió loco?
0:10:05 Debió ser confinado un asilo de enfermos mentales, parece, seguimos testimonios,
0:10:11 que tantos conocimientos habían desequilibrado la mente porcina de Toby.
0:10:18 Es decir, primero se volvió loco el chancho, y el chancho a su vez había contagiado
0:10:23 ese furor maníaco a su dueño.
0:10:25 Aquí está Rolón que me hace que...
0:10:27 Repentemente suele ocurrir, ¿no, cierto?
0:10:29 Que las chicas se se contagiaron.
0:10:32 Claro, muchos psicópatas que van a su consultorio se los agarraron por andar mucho con el chancho.
0:10:38 Se los pegó un chancho, un perro, bueno, ¿cierto, doctor?
0:10:43 Bien, lo dicho.
0:10:45 El chancho le pegó la locura a Mr. Nicholson.
0:10:49 Y entonces con Nicholson en el manicomio el chancho fue vendido y se convirtió en chorizos y salchecho.
0:11:01 ¡Oh, qué fea!
0:11:03 El destino de todo el chancho, digamos.
0:11:05 El destino de todo el chancho, más allá del destino académico que tuvo por un rato.
0:11:11 ¿Eso es lo que fue San Martín?
0:11:13 A lo largo de su existencia, Tobi había recibido mucho reconocimiento, ya vimos lo que opinaba Saudi.
0:11:25 El mismo Samu Al-Jansan también se compensó al mirador de las habilidades del chancho, declarando lo siguiente.
0:11:34 Los cerdos pertenecen a una raza injustamente habitúperada ya que nadie invierte en su educación y suelen convertirse en chuletas antes del año.
0:11:45 El primer ministro, William Pitt, era llamado por la prensa el chancho maravilloso en Franca Lución a Tobi.
0:11:55 Erasmus Darvin, el célebre abuelo del más célebre Charles, en su libro llamado Zohomanía, sostenía que los chanchos liberados de sus chiqueros y por lo tanto de su precos muerte para convertirse en embutidos,
0:12:08 podían desarrollar su intelecto y llevar vidas más interesantes y edificando.
0:12:19 ¿Esto es lo que tenía que decir?
0:12:21 Es discutible.
0:12:22 ¿Es discutible?
0:12:24 No, no hay nada que discute.
0:12:26 El chancho si no fuera porque lo matan enseguida, el chancho es mucho más inteligente que el mismo perro.
0:12:33 No va a comparar, usted...
0:12:36 Pónganlo en un campo con otros animales, se come todo lo mejor. Va todo. Va todo lo que se cae.
0:12:42 No, así el perro.
0:12:44 Es el más vivo.
0:12:45 No ladra, de gusto.
0:12:47 Si tiene que enfrentar a Lamo es para matarlo.
0:12:52 Incluso antiguamente las calles de París largaban chanchos para comerse la basura, ¿no?
0:12:59 Para fabricar basura como sucede con los perros.
0:13:02 No en vano con una persona de vil, trisionera, mala, ladina, le dicen es un cerdo.
0:13:08 Es lo más alto en la escalafón de la maldad.
0:13:13 Este muchacho está más psicótico que el chancho, perdónenme, no digan de esta manera.
0:13:17 Es como le dicen a los inspectores que son aquellos funcionarios que dudan de la rectitud ajena.
0:13:26 Bien el chancho.
0:13:27 El chancho es jerar, que con el inspector es una alta jerarquía.
0:13:31 A mí me llama el chancho.
0:13:32 ¿Cómo se llama? Es la persona que maneja los hilos de una oficina.
0:13:37 El chancho, no es la oveja.
0:13:39 ¿Cómo le llaman? A la máxima autoridad, acá al señor Pagano.
0:13:46 A los señores.
0:13:47 ¿Cómo le llaman al señor Pagano? Cuando se refieren a él.
0:13:50 ¿Quién es? José Luis.
0:13:57 Juan sale corriendo, poli.
0:13:59 Pero también a veces se aflojen, les llaman el chancho, una persona le dicen el cerdo.
0:14:07 Que es mucho, más de agua, el porcino para el dicimo.
0:14:13 Bueno, pero voy a contar otra breve historia de animales y en este caso es relacionado, animales relacionados con la justicia.
0:14:26 En febrero 1325, el pequeño condado de Otín fue invadido por langostas.
0:14:36 Monseñor Jean-Robin, el cardenal del lugar, no estaba dispuesto a aceptar que estas plagas, seguramente enviadas por Lucifer,
0:14:45 invadieran su dióxesis y arruinaran las cosechas que para el colmo ese año prometían ser espléndidas.
0:14:52 Sin dudarlo, el cardenal ordenó tres días de procesión, a las que los campesinos se asistieron desde luego, masivamente.
0:15:02 Si la langosta se rellenaba las cosechas, el hambre asotaría sus vidas, etc.
0:15:07 Bueno, por tres veces los vicarios ordenaron que las langostas hicieran abandono de la dióxesis y las tres veces se rehusaron.
0:15:16 Pues entonces, cuando el mismo cardenal preso de un furor teológico amenazó con excomulgarlas a la langosta.
0:15:25 Ante aquella amenaza, las langostas se dieron y abandonaron prontamente la dióxesis hacia otras tierras.
0:15:33 Nuevamente, la iglesia había triunfado sobre los efirros del maligno.
0:15:38 Pero no pasaron muchos años hasta que un nuevo flagelo se unió sobre Otín.
0:15:46 Ratas de tamaños inverosímiles y apetito voraz devastaban los viñedos y los embradíos.
0:15:55 Nuevamente fue llamado el cardenal para frenar aquel ataque demoníaco.
0:16:00 Pero esta vez, ni los ressones, ni las misas, ni las procesiones, ni las invocaciones a San Magnus,
0:16:07 santo que al parecer tiene ciertos ascendientes sobre los roedores, pudieron frenar los destrozos de las ratas.
0:16:16 Enfrentados a enemigos de la fe, sólo quedaba una opción al cardenal Robin.
0:16:24 Combinar a las ratas a enfrentar las Cortes Eclesiásticas.
0:16:29 Se reunieron las Cortes y el vicario general y presidente de la Corte Eclesiástica de Otín
0:16:36 convocó a los roedores, a que se presentara el juzgado.
0:16:42 Le designaron un abogado defensor. Se me acaba de romper un botón.
0:16:50 ¿No tiene el botón o se perdió?
0:16:53 No, lo voy a buscar ahora. En este mismo acto voy a buscar el botón.
0:16:58 Si no, que amerista la situación, pues después te vamos a tener que conseguir otro botón igual.
0:17:03 Y continúen con los resultados del fútbol irlandés.
0:17:07 A ver, el botón se ha perdido, no está en la sala.
0:17:13 Nadie se mueva de acá.
0:17:15 Aquí está. Lo voy a mostrar para que vean que yo traigo el botón.
0:17:21 Bueno, acá lo pongo, que nadie me lo toque.
0:17:24 Le designaron un abogado de oficio a los roedores.
0:17:28 El joven le trae a Bartel Ené y a Jean-Sané.
0:17:33 Empecé el juicio.
0:17:36 El fiscal se refirió a la notoria maldignidad de las ratas.
0:17:41 Estaban todos campesinos ahí.
0:17:44 Y el abogado fue interrogado.
0:17:48 Preguntaban por qué sus defendidas. Las ratas no habían asistido.
0:17:52 Y este contestó que como vivían diseminadas en varios pueblos de la diócesis,
0:17:58 no era suficiente la convocatoria para que se enteraran.
0:18:03 Los miembros de la Corte aceptaron esa disculpa, las convocaran de nuevo.
0:18:09 Después, Jean-Sané dijo que había muchos gastos en las proximidades de la Corte.
0:18:14 El mismo principal de la Rata.
0:18:16 El debate fue extraordinario.
0:18:20 Los más exaltados pedían una condena de las ratas, otros no.
0:18:25 Bueno, al fin, ante la incomparencia de las acusadas,
0:18:32 ganó Jean-Sané.
0:18:34 Y el juicio no terminó.
0:18:38 El resultado fue que Jean-Sané con aquel triunfo se hizo un abogado muy famoso.
0:18:43 Y consiguió muchos casos.
0:18:46 Y fue muy rico. Gracias al éxito obtenido en su defensa de las ratas.
0:18:56 Termino mal sus días, porque alguien le envió un ramo de flores enbebido en un veneno.
0:19:05 Y con solo oler el aroma de las flores, el amigo Barthé de Jean-Sané cayó muerto.
0:19:16 Esta es la otra historia de animales que quería rejerir.
0:19:20 La historia de conflictos jurídicos.
0:19:22 De la Angosta.
0:19:23 Primero un conflicto que tuvo su buen resultado,
0:19:26 ya que las langotas acataron el dictamen de la justicia.
0:19:29 Y luego con ratas en un juicio en el que el defensor convenció a la Corte
0:19:34 de que si las ratas no venían, no podían ser condenadas sin absencia.
0:19:42 Es que es difícil.
0:19:44 Por fortuna...
0:19:45 Abogado, si ratas mezclados.
0:19:47 Sí, por fortuna estos desantinos jurídicos ya no se producen.
0:19:53 Y hoy vivimos en una época en donde se tiene la superstición de que los animales tienen culpa,
0:20:00 aunque para mí tienen culpa.
0:20:02 Un animal tiene culpa.
0:20:04 Por ejemplo, un perro lo muerde a usted.
0:20:08 Tiene culpa, tiene que ir preso el animal.
0:20:11 O va preso el propietario.
0:20:13 En todo caso el propietario se hace responsable en los daños que causa su animal,
0:20:16 porque si no tiene un perro...
0:20:17 No va preso.
0:20:18 Que puede lastimar, uno sabe que lo saca con gozal.
0:20:20 Sí, pero es injusto, porque el perro va a ser independiente.
0:20:24 Claro, ¿por qué no va a ser que el perro lo haga de la contunta?
0:20:27 Es todo de forma independiente, de repente come, en fin hace otra tranquilidad.
0:20:32 Sí, los va a hacer compra de alimento balanceado.
0:20:34 Para mí hay que meter preso al perro.
0:20:36 Preso al perro hay caballo.
0:20:38 El perro sabe lo que hace.
0:20:40 El dueño es responsable de lo que haga el animal.
0:20:43 El animal no tiene esa inteligencia.
0:20:45 Usted creyó esto de que el chanchi le huea la Newton.
0:20:48 Donde vi un chancho que cura ley de gravedad.
0:20:52 No, ahí viene la célebre frase, la culpa...
0:20:55 Es una frase jurídica.
0:20:57 La culpa no es del chancho, sino del que le da de compra.
0:21:04 Por una vez estamos de acuerdo.
0:21:06 A quién quiere dedicar estas historias?
0:21:10 La primera hay un chancho sabiendo.
0:21:13 La segunda de langostas y ratas enjuiciadas.
0:21:17 Es todo siempre la humanización del animal.
0:21:20 ¿Y la cual?
0:21:21 Porque fíjese usted qué diferente es decir el chancho,
0:21:26 como sonaba cuando usted hablaba de este relato,
0:21:28 a cuando usted decía tobi.
0:21:31 O sea, como cuando uno nombra algo,
0:21:34 ya le da un cierto significado y ahí se prosuncia.
0:21:38 Pero a mí me gusta más el chancho que tobi.
0:21:40 El chancho también tiene algo de apelativo.
0:21:43 Pero no conozco más personas.
0:21:46 Le digo, no conozco muchas personas
0:21:48 que le dicen el chancho y ninguna a la que le degan tobi.
0:21:54 Lo que pasa es que el chancho es cualquier chancho.
0:21:58 Tobi.
0:22:00 Es como el hombre y Roberto.
0:22:04 Entonces, bueno, ya que de tobi hablamos de gemérelo
0:22:08 y de carlé esto, al amigo cunta quinte,
0:22:11 a que el hombre que, siendo casado, libre,
0:22:14 fue bautizado como tobi por sus esclavizados.
0:22:17 Eso es el único tobi que conozco.
0:22:19 A ver que otro tobi hay.
0:22:21 tobi, tobi, tobi, tobi.
0:22:24 ¿Cómo se llama el amigo de la pequeña Lulu?
0:22:26 Tobi.
0:22:29 O Cunta Quinte, según la versión.
0:22:40 Hemos resuelto amoblar estas charlas sobre animales
0:22:44 es un tango que también tiene un nombre animal,
0:22:47 es el tango llamado zorro gris.
0:22:50 Otras veces hemos contado la historia de los zorros,
0:22:52 especialmente de los zorros chinos,
0:22:54 que tiene la costumbre de transformarse,
0:22:57 no la costumbre, sino la habilidad, la destreza,
0:23:00 la propiedad de convertirse a su capricho en personas.
0:23:05 Y andan por ahí, por el mundo,
0:23:08 bajo la forma de seres humanos.
0:23:10 Es muy posible que en esta misma sala,
0:23:13 en este mismo momento haya más de un zorro chino,
0:23:17 que se ha transformado en persona
0:23:20 para mejor cumplir con sus designos,
0:23:24 que son siempre siniestros,
0:23:26 ya que el zorro chino es malo.
0:23:31 ¿En homenaje al zorro chino,
0:23:34 o quizá aquellos antiguos funcionarios municipales
0:23:37 que ponían multas a los automóviles,
0:23:41 escucharemos este tango que se llama zorro gris,
0:23:45 en la versión de nuestro guitarrista oficial,
0:23:48 el señor Juanjo Dominguez.
0:24:11 La música es muy importante,
0:24:14 porque es un poco más importante
0:24:17 que el zorro chino.
0:24:47 La música es muy importante,
0:24:50 porque es un poco más importante que el zorro chino.
0:24:53 Es un poco más importante que el zorro chino.
0:24:56 Es un poco más importante que el zorro chino.
0:24:59 Es un poco más importante que el zorro chino.
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