Transcripción automática
0:00:09 Continuamos en la venganza, será terrible, estamos en pilar, señores, en el Teatro Lope de Vega, ¿verdad que sí, no?
0:00:16 Sí, Teatro Lope de Vega.
0:00:20 Muy bien, hablemos de la infalibilidad de los papas que surgió ayer por casualidad.
0:00:28 ¿Y cómo es esto? Es relativamente nuevo.
0:00:32 Esto apareció allá por 1870. Era el papa Pionono, Pionovino.
0:00:41 Así ya viene, muchachos.
0:00:45 Ahora bien, en aquella época había empezado a gestarse la idea de los italiáneos units y el Vaticano, que tenía posesiones, los Estados Pontificios,
0:01:00 empezó a perder esas posesiones y la última de las cuales fue Roma,
0:01:05 nada menos.
0:01:06 Fue Roma en 1870, 1871. El papa, de ese entonces, Pionovino, convocó un concilio y en ese concilio se estableció por muchas razones políticas,
0:01:24 incluso hasta la propia vanidad del papa, que venía de un grave revejo, etcétera.
0:01:33 Por muchas razones apareció esta idea de que los papas no se podían equivocar.
0:01:39 En realidad no es así.
0:01:42 Esta infalibilidad aparece solamente cuando el pontífice opina ex cátedra.
0:01:52 Es decir, cuando se refiere a algún asunto de fe o del dogma o de moral,
0:02:00 o cuando la declara en tanto que pastor y maestro supremo, de todos los fieles,
0:02:06 o también cuando hay un asunto definitivo acerca del cual laudar,
0:02:13 asunto sobre el cual si el papa opina de esa manera, no se puede hacer luego ningún cambio.
0:02:23 O sea, no vale esta infalibilidad cuando el papa actúa como persona privada y le dice a su ayuda de cámara tal cosa,
0:02:36 pronóstico sobre el tiempo.
0:02:37 Sobre el tiempo.
0:02:38 Sobre el aceite es para un tiempo, claro.
0:02:43 Esto produjo y sigue produciendo todavía entre muchísima gente de la propia Iglesia Católica una sensación de incomodidad.
0:02:55 El primero fue un señor que se llama Ignacio von Döllinger, que era un tipo que dijo que ese asunto del papa infalible iba a cubrir de ridículo la Iglesia Católica.
0:03:10 Mucho no se equivocó.
0:03:13 Desde entonces, desde entonces de 1870, solamente una vez se estableció esa infalibilidad para cuestiones de dogma.
0:03:23 Y fue en el tema de la asunción de la Virgen.
0:03:27 Y después dos veces más.
0:03:31 Una en 1950 compió doce.
0:03:37 Y no me acuerdo sobre qué asunto fue.
0:03:41 Y la última fue nuestro Juan Pablo II.
0:03:46 Juan Pablo II, que es curioso.
0:03:50 Sobre qué se pronunció en forma infalible acerca de la imposibilidad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres.
0:04:02 Pero fue una disputa en realidad que tenía que ver con una discusión anieja de la Iglesia.
0:04:06 Y fue la misma que tuvo que ver con el enolicanismo, con la Iglesia.
0:04:09 Tienen alma a las mujeres.
0:04:12 El este asunto de las mujeres ha sido bastante meneado por la Iglesia.
0:04:16 Eso es lo que teníamos que decir.
0:04:18 Tenemos muchas cosas que decir, pero son muy aburridas.
0:04:21 Y sí tenemos tres historias muy lindas, muy divertidas, de papas que se equivocaron.
0:04:26 Incluso antes de establecerse...
0:04:28 La infalibilidad.
0:04:29 La infalibilidad. Lo cual es lógico.
0:04:32 Se trata de equivocarse.
0:04:34 Vamos a tratar de hacerlo antes de que nos declaran infalibles.
0:04:38 Empecemos con Urbano Octavo.
0:04:44 Señor Francisco de Borja, que era tercer general de la compañía de Jesús,
0:04:48 había enviado en 1568 al padre Jerónimo Luis del Portillo
0:04:52 y a cinco compañeros para instituir la orden jesuítica en Lima.
0:05:00 Se instalaron los jesuítas en Lima.
0:05:02 Ya en 1623 los jesuítas comenzaron a levantar un templo adjacente
0:05:08 al ya construido colegio máximo de San Pablo.
0:05:11 Ese año acababa de subir al solio pontificio urbano octavo.
0:05:17 El superior de los jesuítas limenios le mandó al papo urbano un memorial
0:05:23 sobre la construcción de la Nueva Iglesia
0:05:26 y se le solicitó licencia al papa para poner una puerta en la fachada.
0:05:34 A ver, a Urbano le extrañó aquella solicitud a la novia.
0:05:38 ¿Cómo le van a pedir permiso para poner una puerta en la fachada?
0:05:42 La otorgó la licencia pensando que los buenos jesuítas
0:05:45 querían mostrar su total adhesión al papa con una prueba de humildad.
0:05:50 Cuando las jesutas le llegó esa licencia, alzaron tres arcos en la fachada de su iglesia
0:05:56 y le pusieron una puerta debajo de cada uno.
0:05:59 Ahora bien, los canónicos del cabildo limenio y los religiosos y otras ordres
0:06:04 se indignaron porque sólo las catedrales tenían derecho a tener tres puertas frontales.
0:06:10 Así que se trataba de un abuso.
0:06:12 Las iglesias como la recién construida sólo tenían derecho a dos.
0:06:17 Entonces los jesuítas fueron denunciados.
0:06:25 Cuando llegó la denuncia los jesuítas mostraron la licencia postórica.
0:06:29 La licencia que les había mandado el papa.
0:06:32 Se le dijo, bueno, está bien.
0:06:34 Este documento era cualquier cosa menos la autorización expresa para construir tres puertas.
0:06:41 Y a esta objeción los jesuítas respondieron que teniendo derecho a dos,
0:06:47 sin necesidad de permiso alguno,
0:06:49 la tercera era la que justamente habían pedido y recibido.
0:06:56 El papa urbano supo que se había equivocado, que había sido sorprendido en su buena fe.
0:07:01 Pero como la dignidad exigía, no apareció burlado, la dignidad y la infalibilidad,
0:07:08 le dijo entonces el papa otra licencia donde se otorgaba a la iglesia la compañía de Jesús en Lima
0:07:15 el privilegio de tener tres puertas en su fachada,
0:07:17 pero con la condición expresa de no abrir nunca una de las puertas,
0:07:22 salvo casos extremos como incendios o terremotos.
0:07:30 El 3 de julio de 1638 la iglesia fue consagrada con la asistencia al virrey Conde de Chinchón.
0:07:38 Diculpe.
0:07:39 Sí, tenemos tres puertas sin melodías.
0:07:41 Hay tres seis, tres reyes, tres.
0:07:49 Otra historia, otra historia.
0:07:53 A mediados del siglo XVI el poder francés estaba dividido en dos grupos.
0:07:58 La Casa de Guise, que eran católicos, y los seguidores del Príncipe de Conde,
0:08:04 que era el jefe del Partido Protestante.
0:08:07 Allá por el año 1560 al Príncipe de Conde quiso hacer raptar al rey Francisco II de Valois
0:08:15 con el objeto de alejarlo de los manejos de los católicos, de los guisas.
0:08:21 El asunto, bueno, hubo varias tradiciones, cambios de bando,
0:08:26 pero lo importante es que el rey se salvó y los de guisa capturaron a todos los conspiradores y los ejecutando.
0:08:36 Aquel suceso fue conocido como la conspiración de Anboise.
0:08:39 Pío IV, el papa, quiso mostrar su alegría por el triunfo de los católicos
0:08:45 y escribió una carta, allá al de guisa, segundo cardenal de Lorena y al Sobispo de Reyes.
0:08:54 La carta acompañaba a un regalo, un regalo fabuloso, por cierto.
0:08:59 Se trataba nada menos que de un cuadro pintado por Miguel Ángel.
0:09:03 No hay muchos que hay.
0:09:05 Que representaba a la Virgen con el Niño, el tema preferido.
0:09:11 El papa Pío ordenó un correo que se iba a el cuadro a Rains.
0:09:17 Ya vale el cuadro.
0:09:19 Muy bien, salió el correo con el cuadro bajo el brazo, pero sucedió lo siguiente.
0:09:24 Un hombre que decía pertenecer a la casa de guisa, interceptó el correo papal
0:09:30 y le dijo, mire, tengo orden de llevarme el cuadro.
0:09:33 Muy bien, el mensajero no supecha nada, le entregó la obra sin mayores problemas.
0:09:39 En verdad, el que se hacía pasar por un guise era protestante, era del bando contrario.
0:09:47 Muy bien, agarró el cuadro, la nota y se la llevó a Rains.
0:09:56 Dice, bueno, aquí trae un mensaje del papa, una nota y un cuadro.
0:10:02 Pero en lugar de una obra piadosa de Miguel Ángel, llevó otro cuadro.
0:10:07 Y así el cardenal de Lorena estaba junto al cardenal de Turinón, el duco de Montpensier,
0:10:15 varios de los guises, cuando llegó el envío del papa.
0:10:19 Bueno, después de leer para todos la carta puntifície, hablar qué contento que soy,
0:10:25 abrieron el paquete que protegía el cuadro y bueno, encontraron un cuadro donde estaba el cardenal
0:10:32 de Guise con su sobrina, que era la reina María.
0:10:38 No, no era sobrina, María era escocesa, María estuardo, que era la esposa en ese entonces
0:10:48 del rey de Francia, Francisco II, la reina madre que sí era Catalina de Medici
0:10:53 y en el cuadro estaban todos desnudos en medio de una orgía que paquete había contado.
0:10:59 Eso es realeza, claro.
0:11:01 La pintura fue enviada inmediatamente a la hoguera, lástima, sería interesante verla esta misma noche.
0:11:09 Y bueno, se desató una feroz enemistad entre Francia y el papa,
0:11:14 mirá lo que nos mandó el papa, todo el mundo creía que el papa lo había mandado en ese cuadro.
0:11:18 Desde luego el enemistad duró hasta que un nuevo intercambio de correos dejó en claro lo que había sucedido.
0:11:26 Última historia, otro papa que se equivoca.
0:11:30 O que en todo caso es sorprendido, es burlado, que en su caso tampoco es infalible.
0:11:38 No puede ser burlado.
0:11:41 La última historia es esta, corresponde a Sicto V, que fue papa entre 1585 y 1590, poquitos tiempos.
0:11:50 Era un hombre benévolo de trato sencillo, pero no admitía algunos descuidos.
0:11:57 Una de sus órdenes que debía cumplirse a Rajatabla era que nadie podía llevar armas en presencia del papa o en las dependencias del Bática.
0:12:09 Bajo pena de muerte.
0:12:11 Un día se enojo, que nadie pueda llevar armas, así y así, y cuando ya se estaba haciendo el tipo de...
0:12:19 Bajo pena de muerte.
0:12:22 Cierto día le fue anunciado que el hijo del duque de Parma, el gobernador de los Países Bajos,
0:12:30 Reynucho Farnesio, que era de una de las familias más disabudas de Italia,
0:12:36 recuerde a la famosísima Julia Farnes, pedía ser recibido en audiencia.
0:12:45 Hay uno que lo quiera.
0:12:48 Muy bien, Sicto aceptó, pero hizo que el príncipe fuera primero registrado, dice, registré el hombre,
0:12:55 y resulta que Reynucho llevaba armas.
0:12:58 Cualquier hombre llevaba armas, cualquier hombre, no hubiera sido.
0:13:01 Bueno, el tipo este no la dejó en algún lugar y se metió a los lugares con edificios con armas.
0:13:11 Bueno, lo metieron en cano en el Castillo de Santana.
0:13:14 El cardenal Alejandro Farnesio, que era el tío de Reynucho, se enteró de la detención
0:13:20 y corrió al Baticano para pedir gracia, para pedir al papa que lo perdonara.
0:13:25 Pero sabía que Sicto no permitía que se perdiera tiempo en las ejecuciones capitales.
0:13:32 Tenía por costumbre mandar ejecutar rápidamente a los condenados.
0:13:37 Pero el papa entonces se negó a recibir al tío del condenado, y el tío insistió.
0:13:48 Mientras tanto, en el Castillo de Santán, el rey Nucho estaba ahí,
0:13:55 y el prefecto se había recibido orden de ejecutarlo. Ya lo estaban para ejecutar.
0:13:59 Pero Reynucho, que estaba enterado de que su tío estaba tratando de hablar con el papa,
0:14:04 resolvió hacer tiempo.
0:14:06 Entonces le pidió a un sacerdote hacer una confesión general de sus pecados,
0:14:10 antes de ser liquidada.
0:14:12 Desde luego le concedieron esa gracia, y Reynucho comenzó a hacer una confesión
0:14:18 que empezaba en los primeros días de su vida.
0:14:21 Y parecía que no terminaba nunca.
0:14:24 Mientras tanto, fuera de Santán, Sicto decidió por fin recibir al tío.
0:14:32 El papa dijo, bueno, y le otorgó enseguida el perdón,
0:14:36 pensando que aquel perdón llegaría tarde, porque Reynucho seguro ya estaría muerto.
0:14:42 Pero no fue así. A pesar de tener 20 años, parece que Reynucho había tenido una vida terrible,
0:14:48 llena de pecados, y todavía no había terminado de confesar.
0:14:52 Y cuando llegó el tío con el perdón, firmado por el pontífice,
0:14:57 el prefecto tuvo que dejar libre a este hombre de Parma, al príncipe de Parma,
0:15:03 y a su tío, el cardenal Alejandro Farneseo.
0:15:07 Salieron rascando, ¿no?
0:15:09 Demiéndo que el papa cambiara de humor.
0:15:12 Y enseguida, ya en la puerta de la Fortaleza, se subieron los caballos
0:15:18 que llevaron a Reynucho en pocas horas fuera de los estados de la iglesia.
0:15:25 Y este fue el tercer papa burlado.
0:15:31 Ahora, estaba pensando que ayer hablábamos de la infalibilidad,
0:15:35 igual que hoy, las limitaciones que tiene, porque en realidad,
0:15:38 y como había acá usted de explicar, no es que haya existido en el pontificado,
0:15:43 en algún momento, la pretensión de dejar de ser humano,
0:15:46 porque ser infalible, en definitiva, quería decir eso.
0:15:50 Se sabe que la condición del error es absolutamente humana.
0:15:53 Y bueno, el papa, mal que nos pese, o bien que nos pese, es humano,
0:15:57 es que alguien nos informe de lo contrario, que sería una tranquilidad también.
0:16:00 El asunto es que, en realidad, la infalibilidad sí tiene que ver
0:16:03 con garantizar otra cosa, que es el orden, el orden adentro de la iglesia,
0:16:07 porque tal como nos cuento en un poema de Eliot,
0:16:11 aquello que está basado en la palabra de Dios sí tiene que ser infalible
0:16:15 y dice que la iglesia no puede faltar.
0:16:17 Exactamente, yo no creo que sea tan ridículo como para el papa.
0:16:19 No, claro, claro, justamente.
0:16:21 Porque hay que ser tonto pensando en que quiere decir el papa es infalible.
0:16:25 Este señor que vemos ahí, no muy agraciado, etcétera, etcétera,
0:16:30 y se te nos equivocan nunca. No, no estamos diciendo eso.
0:16:33 Estamos diciendo, hay un orden jurídico tal que procedemos como si no se equivocara.
0:16:38 Es decir, nunca lo rectificamos ni lo revocamos.
0:16:41 Eso es decir otra cosa.
0:16:43 Y esto es decir otra cosa, es nada menos que decir,
0:16:46 hay una ley y esto es lo que hay que respetar.
0:16:48 Fíjeme, bueno, que todas las cuestiones vinculadas a la ley
0:16:51 vienen en algún momento de aquello que llamamos de diferentes maneras,
0:16:55 pero que en el fondo quiere decir Dios.
0:16:57 Esto lo que nos permitió a los argentinos tener alguna libertad en algún momento.
0:17:01 Dios le había dado el poder al rey, el rey estaba preso,
0:17:04 entonces este poder volvía al pueblo.
0:17:06 Porque esta cuestión de infalibilidad tiene más que ver con la lealtad.
0:17:09 Nosotros estamos en un mes, junio,
0:17:11 que es un mes de rebeldías históricas que fueron muy importantes.
0:17:15 Las de Belgrano, por ejemplo.
0:17:17 Belgrano se revela cuando, quizá, cuando crea la bandera,
0:17:20 se revela cuando hace el exo de jugeño.
0:17:22 Pero por qué uno de los padres de la patria no se equivoca al revelarse,
0:17:26 porque tiene claro cuál es el fin, cuál es el objetivo.
0:17:29 Por eso es que en cambio estas cosas se fundaron para garantizar la libertad
0:17:34 de todos los que venían detrás.
0:17:36 Porque una de las cosas que tiene la Iglesia,
0:17:38 igual que el ejército, es saber que las jerarquías se respetan,
0:17:41 porque si no hay forma de servir a Dios en un caso o a la patria en el otro.
0:17:45 Dios y la patria para nosotros, para muchos de nosotros, son más o menos lo mismo.
0:17:49 Y justamente para preservar del error es que existen tanto las jerarquías
0:17:54 como las reglas como las leyes.
0:17:57 Y en ese sentido es que hubo un hombre que alguna vez dijo que los hombres son buenos,
0:18:02 pero si se los vigila son mejores.
0:18:04 Y en ese sentido es que nosotros recordamos que también tanto el Señor como la patria
0:18:09 tiene un ojo puesto sobre aquellos que lo que tienen que hacer es obedecer a la hora de obedecer,
0:18:14 y lo que le den su respeto al pueblo y a la patria.
0:18:16 Porque ese ojo que los mira, que es el de la historia, tiene preparado una guadalia.
0:18:20 Y cuando el tipo pregunta ¿Para cuándo? Cuando me entré se fallaron.
0:18:28 Bueno, se lo toma tan bien ese ojo.
0:18:30 No se lo toma tan bien ese ojo.
0:18:33 No, tío.
0:18:34 Se lo ha barido el título tan bien.
0:18:36 Pero es un lindo título y un lindo tango,
0:18:39 y hoy lo asunto que usted ha puesto aquí sobre la mesa.
0:18:43 Y el mundo rivero canta inmediatamente.
0:19:13 Yo no dije quién, y otra vez me fiebara.
0:19:16 Sobrando con 33 te conocí.
0:19:20 Cuando entrabas a fallarme en la carpeta,
0:19:24 me ganaste con bondades poco a poco el corazón.
0:19:27 El hombre es como el cabal, cuando llegue a la meta,
0:19:31 afloje el tren de carreras y se asema su isobor.
0:19:37 Vos sos oboena, no te cabe ni un reproche,
0:19:42 y sos para mí una amiga desinteresada y leal.
0:19:47 Una estrella en lo triste de mi noche,
0:19:52 con una máscara de risa en mi pobre carnaval.
0:19:58 Vos me torciste la vida, te cruzaste en mis caminos
0:20:02 para alumbrarme con risas, con amor y con placer.
0:20:06 Y entre a querer de por esa ley del destino,
0:20:11 sin darme cuenta que estaba ya viejo para querer viejo.
0:20:20 Por el que tengo miedo que me sobres en Valicia,
0:20:24 viejo por que dejo un fío que me quede a samurar,
0:20:28 por el que me estoy dando cuenta que fue mi vida ficticia,
0:20:32 y por que tengo otro modo de ver mi filosofa.
0:20:37 Sin embargo, todavía si se me cuadre y me apuran,
0:20:42 puedo mostrarle a cualquiera que sea hacerme respetar.
0:20:46 Te quiero como a mi mar, pero me sobra veraburra,
0:20:50 va a hacerme saltar pa' arriba cuando me entre.
0:20:55 Va a pasar.
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