Transcripción automática
0:00:00 ¿Dónde vamos la venganza? ¿Será terrible?
0:00:06 Estamos en el auditorio de Arroyo del Plata, aquí hay gente tomando mate con Siorba Amanda.
0:00:10 Ay, qué rico. Hablaremos hoy de la legislación judía clásica relacionada con la mujer.
0:00:20 Y algunas historias que tienen que ver con esas leyes.
0:00:26 Pésenlo diciendo, por ejemplo, que para los judíos el casamiento era un mandato de cumplimiento obligatorio.
0:00:35 Tenías que casarte.
0:00:37 Cuando los jóvenes salían de la adolescencia ya tenían que elegir.
0:00:43 Ya, no después.
0:00:45 Los talmudistas consideraban un delito el no ocuparse de la propia posteridad.
0:00:55 Porque era un ultraje, ellos decían, a la perfección del hombre.
0:01:01 Incluso a la majestad divina.
0:01:03 La necesidad de acrecentar la población hizo, inclusive, recomendable la poligamia.
0:01:10 La poligamia que subsistió en la historia del pueblo greo, hasta el siglo IV aproximadamente en la era cristiana.
0:01:20 Para una mujer en aquella época, estamos hablando de la época histórica.
0:01:29 Del año 1000 y pico antes de Cristo, hasta la época de Cristo.
0:01:35 Para una mujer en aquella época era un oprobio quedarse altera.
0:01:40 Si luego de casarse la mujer resultaba estéril, entonces su desgracia era mayúscula.
0:01:49 Las leyes mosaicas, eso sí, permitían que la mujer estéril llevara una criada al lecho inuficial para que subiera entre la fecundidad de la que la mujer le acasara, la señora le acasara carecilla.
0:02:08 Y ese fue el caso de Sara, cuando le pidió a Ágar que consiguiera un hijo de Abraham.
0:02:16 Ágar, cuyo nombre en hebreo significa la que use en árabe al déa y en castellano nada, vivió allá por el 1500 a.C.,
0:02:29 lo que prueba que la traducción es muy difícil.
0:02:35 Más y se encara de decir...
0:02:38 Cuenta el cronista que Ágar parece haber sido hija de un rey egipcio vencido por invasores venidos de Siria,
0:02:50 quienes la capturaron y la vendieron a otro rey egipto que la tomó como don Seysa.
0:02:59 Como se sabe, en Egipto había muchos reyes.
0:03:03 Por empezar no había reyes.
0:03:05 Claro, no había categorías.
0:03:10 Tampoco había muchos.
0:03:12 En general había uno, cuando mucho dos, casos históricos y extraordinarios.
0:03:19 Pero no era el Egipto precisamente un país atomizado en pequeños principales,
0:03:25 cuesta hablar de un rey egipcio derrotado por otro o algo así.
0:03:31 Bueno, el caso es que Sara, que era esposa de Abraham,
0:03:36 recibió una vez como obsequio el faraón, ahora sí, la posibilidad de elegir a dos don Seysas.
0:03:42 Y se quedó con una, la hermosa Ágar.
0:03:46 Pero Sara era estéril, ¿no?
0:03:49 Entonces le ofreció a Ágar tomar su lugar.
0:03:55 Mejor dicho, le ofreció a Abraham.
0:03:57 Sí, claro que él.
0:03:58 Que la tomara con cubina y usara su vientre para concebir un descendiente.
0:04:04 Ya que el Señor me hizo estéril, le dijo,
0:04:08 te entrego a Ágar para ver si por lo menos puedo prohijar a través de él.
0:04:13 Hasta la oración más piada, más sagrada de una mujer despechada, extremela.
0:04:18 Para la conciencia y para el marido, ¿no?
0:04:20 Claro, fiquen sin.
0:04:21 Él me hizo estéril y vos tomas...
0:04:22 Sí, sí, parece generoso, pero...
0:04:24 Pero esconde un toro.
0:04:26 Habrá un acepto y Ágar quedó rápidamente embarazada.
0:04:31 Después de unos meses, Sara comenzó a sentir unos celos terribles por Ágar,
0:04:37 como ya se los dijo Dorio, y quiso echarla.
0:04:41 Pero nació finalmente Ismael, y parece que transcurrió
0:04:47 a los primeros 13 años de vida de Ismael.
0:04:50 Sara resolvió expulsarlos a los dos, al desierto,
0:04:54 donde según la Biblia, Dios le permitió a Ágar que su hijo fuera el fundador de una nación.
0:05:02 Mejor dicho, no lo permitió, sino que lo prometió.
0:05:05 Lo prometió.
0:05:06 Lo prometió.
0:05:07 Tranquilo, este pibe va a fundar una nación.
0:05:11 Tuvo Ismael una larga vida, y 12 hijos, todos fueron príncipes,
0:05:16 y la profecía se cumplió por si Ismael fundó la nación Ágar.
0:05:21 Y los Ismaelitas fueron, a su vez, los precursores de Mahoma y el Islán.
0:05:31 ¿Y el Islán?
0:05:33 O sea, el recorremos que Sara finalmente engendró a sus 90 años,
0:05:39 y Abrán tenía cien.
0:05:42 Bueno, según las costumbres judías respecto de las mujeres,
0:05:47 tenemos que los hijos de una esposa, una concubina o una esclava eran igualmente legítimos.
0:05:54 Los rabinos recomendaban no tener más de cuatro esposas.
0:05:59 Como hemos dicho, la poligamia subsistió durante mucho tiempo.
0:06:02 Los matrimonios se concertaban sin que los novios se conocieran.
0:06:09 Muy bien, bien dicho.
0:06:10 Por un lado mejor para evitar el comendario.
0:06:14 La propultura, claro, claro.
0:06:16 Las mujeres solteras permanecían en la casa paterna a la espera de que le consiguieran algún giro.
0:06:23 ¿Qué se da eso?
0:06:25 Hasta la noche de bodas el matrimonio no se consideraba completo.
0:06:31 Estaban prohibidos los matrimonios entre consanguíneos o con una mujer estéril o de diferente religión.
0:06:39 La biblia abunda en excepciones, sin embargo,
0:06:42 y ya reglas, entre otros el caso de Moisés, cuya madre era tía de su padre.
0:06:48 Esther se casó con el rey Asuero, que no era judío, marco como excepción,
0:06:54 y Sansón con la filestidad Dalila.
0:06:58 Existía el divorcio, pero la iniciativa era privilegio del hombre.
0:07:04 Entre las pocas excepciones que posibilitaban la iniciativa de la mujer,
0:07:12 figuraban el marido loco o idiondo.
0:07:17 O las dos cosas.
0:07:19 O las dos cosas, que era lo peor, ¿no?
0:07:21 Cuando tu marido gedía y molestaba.
0:07:25 Y hacía larga.
0:07:29 ¿Lo te vas a concer loco?
0:07:31 Llaro.
0:07:32 Sucio.
0:07:33 El adulterio estaba prohibido en todo el territorio.
0:07:35 La vez que no dejan vivir.
0:07:37 Pero la culpable era siempre la mujer.
0:07:39 Bien hecho.
0:07:40 No había otro adulterio que la mujer.
0:07:41 El hombre no es culpable en ningún caso, dice el tango.
0:07:44 Se la castigaba con la pena de muerte.
0:07:47 Pero también se castigaba al hombre a veces.
0:07:51 No sé en qué caso.
0:07:53 Probablemente al complice.
0:07:55 Claro, al complice del adulterio.
0:07:57 ¿Qué ha tomado propiedad que no le pertenece?
0:07:59 O también al complice, no solo por haber tomado parte del adulterio,
0:08:02 sino por permitirlo, al prohibirlo, una vez más, usó esa palabra.
0:08:09 La fornicación, disculpe, disculpe, me.
0:08:12 Disculpe, la.
0:08:14 Era un delito atribuido también solamente a las mujeres.
0:08:18 El caso de Tamar, que hemos contado acá, ¿no?
0:08:21 Es ilustrativo.
0:08:23 Hay que decir que era atenuante,
0:08:26 antes de contar la historia de Tamar,
0:08:28 había un atenuante que es que la mujer fuera a bastar
0:08:31 la extranjera esclava o cautiva.
0:08:33 Pues al no ser libre podría suponerse que había sido obligada.
0:08:38 Y eso permitía reemplazar la pena de muerte por asópeso.
0:08:44 La historia de Tamar, cuyo nombre significa palmera,
0:08:49 como sabe cualquiera,
0:08:51 nos sitúa en el año 1400 a.C.
0:08:55 y queremos.
0:08:57 Según las costumbres de la época,
0:08:59 según lo que se dice, que Judá eligió a Tamar
0:09:04 para que fuera la esposa de.
0:09:07 Her, su primogénito,
0:09:11 una especie infinitivo.
0:09:16 Ahora, Her murió muy joven,
0:09:20 de modo que Tamar enviudó.
0:09:22 No tenía otro remedio.
0:09:25 Entonces, Judá, el suegro de Tamar,
0:09:31 cumpliendo con un antiguo rito,
0:09:33 la dio en matrimonio obligatorio a su otro hijo soltero,
0:09:37 Onan.
0:09:41 Parece que Onan ya hacía alegremente con la bella Tamar,
0:09:45 pero se negaba a procrear, por decirlo así.
0:09:48 A la que un placer niñera.
0:09:50 Porque le daba, no sé qué,
0:09:52 que la típica era sucuneada, finalmente.
0:09:58 Dios se enojó muchísimo con esto,
0:10:01 tanto que le quitó la vida, Onan.
0:10:03 Con lo cual, Tamar vino a enviudar nuevamente.
0:10:07 Nada suerte.
0:10:09 Y temiendo que ocurriera otra vez lo mismo,
0:10:15 Judá devolvió a Tamar a la casa paterna.
0:10:20 Escúchame, escúchame, tengo hecho acá.
0:10:24 Ya perdí dos hijos. Tenía otro, creo.
0:10:27 ¿Crees que la case con el otro hijo?
0:10:30 Si lo doy al viejo Tamar, y listo.
0:10:35 Tiempo más tarde, el que se quedó viudo fue Judá al suegro.
0:10:41 Muy o la vieja.
0:10:44 Tamar estaba con su familia, ya completamente desvinculada.
0:10:51 Si se ajina todo el odio.
0:10:53 Y estaba desesperada por tener un hijo,
0:10:56 chiqui macana, yo quería tener un hijo,
0:10:58 se me murieron todos los maridos.
0:11:01 Y una noche se disfrazó el prostituta
0:11:09 y se metió en un bailongo, esto lo agregó yo,
0:11:13 y se ha repuso por la calle, ¿qué sé yo?
0:11:16 Y en eso, ¿quién viene?
0:11:19 No, por inflar.
0:11:21 Por inflar por la calle.
0:11:23 Por un toscado pagado de la...
0:11:26 Judá.
0:11:31 Él no la reconoció a ella.
0:11:34 Ella, él, no sé.
0:11:36 Me parece que sí.
0:11:38 El caso es que se refugiaran en un rincón, ahí, en la calle.
0:11:47 A la hora de cobrarle, Tamar exigió una suma desproporcionada de dinero.
0:11:52 ¿Qué rompimos, dice?
0:11:55 20.000 dólares.
0:12:00 Bueno, entonces, viendo que no podría pagarle,
0:12:05 el judal le ofreció un cabrito al que debía ir a buscar,
0:12:09 porque, bueno, como se imaginaron ustedes,
0:12:12 iba a andar con un cabrito de aquí para allá.
0:12:16 30.000 dólares es un cabrito.
0:12:19 Curiosamente, Tamar aceptó, ya que...
0:12:23 Un cabrito, 10.000 dólares, parecen una demacía.
0:12:26 Sabía, te daba.
0:12:28 Pero bueno, y aceptó, aceptó esperarlo,
0:12:32 para que fuera a buscar el cabrito,
0:12:34 pero le pidió como garantía un anillo de sello,
0:12:37 un cordel y una vara.
0:12:39 Bueno, ¿por qué no le dieron el anillo de sello?
0:12:41 Tanto el cabrito.
0:12:42 ¿Por qué quiere un cabrito?
0:12:44 Cuando juda regresó, la menos ya no estaba.
0:12:46 Y, mire, se te la vieron, juda.
0:12:48 Después se fue, esperó cinco minutos,
0:12:50 dijo, no viene más, y se me quedó con el anillo de sello,
0:12:53 que me colgue un cabrito.
0:12:55 Como sabe cualquiera.
0:12:57 Ella quedó embarazada,
0:13:00 pero, juda se enteró y quiso castigarla.
0:13:07 El castigo que correspondía era la pidación.
0:13:11 Pero no pudo, juda, ya que, este...
0:13:16 si hubiera tenido que demostrar todo lo que sucedió,
0:13:21 el anillo y todo eso, bueno,
0:13:27 habría tenido que reconocer su propia culpa en el tema,
0:13:33 que se hizo su vergüenza.
0:13:35 En fin, no sé por qué, pero no la denunció.
0:13:38 Sí, no le convenía.
0:13:39 Ella dio a luz a los gemelos Sera y Pérez.
0:13:43 Pérez sería el antecesor del rey David.
0:13:48 Algunas entidades judías se llaman Pérez,
0:13:53 no es por el hijo de Pedro, sino...
0:13:56 por el chano.
0:13:57 Si no por este Pérez.
0:13:59 Ya para terminar con la lista,
0:14:04 digamos que el incesto era castigado,
0:14:06 aunque difícil de probar.
0:14:08 También, podemos tener un ejemplo,
0:14:13 que es el rey David, que tuvo un hijo a Món,
0:14:18 después de haber violado a la hermana, el rey David.
0:14:23 ¿Y cómo se llamaba la hermana de David, Támara?
0:14:32 Probablemente en homenaje a esta Támara,
0:14:37 que ha sido su antepasada.
0:14:39 Curioso, Alejandro, porque una forma de aproximación,
0:14:43 alguna singularidad cultural podría ser, por ejemplo,
0:14:46 juzgar una cultura o una comunidad, una ennia,
0:14:49 por la forma en que funcionan las ideas,
0:14:51 y la cuestión de género.
0:14:53 Tuvo tendría que terminar algunos factores en la historia,
0:14:56 ver qué pasa o qué no pasa.
0:14:58 Estaba pensando que la categoría siguiente es el casamiento.
0:15:02 Uno sabe mucho sobre una cultura,
0:15:03 cuando sabe cómo se establecen esas relaciones y esa jerarquía.
0:15:06 Pero tan inmersos estamos en eso,
0:15:08 que nos resulta muy difícil determinar los grados de diferencia.
0:15:11 Y fíjese qué cosa.
0:15:13 Agar, que dice en Bocarán nuestro ismailismo y todo lo demás,
0:15:18 quiere decir, en el libro La que huye y en Árabe al Día,
0:15:22 lo cual te muestra que,
0:15:24 cuando una cosa no puede ser lo contrario de la otra,
0:15:26 es lo mismo.
0:15:27 La que huye es la que se queda.
0:15:29 Descioso es la que escucha de su madre,
0:15:31 lo decía el Esama Lima.
0:15:32 Después me gustó una cosa para destacar
0:15:34 que es algo de una costumbre que debería recuperarse, Alejandro,
0:15:36 y es la mujer que elige mujeres.
0:15:38 Eso la viene a alguien,
0:15:39 alguien que es capaz de prescindir
0:15:41 de su mirada de competencia permanente,
0:15:44 ahora hay una nobleza muy grande,
0:15:46 y la gente de las mujeres clásicas no ha pasado.
0:15:48 Y es el encasamiento.
0:15:49 Y esa es la única solución que hay para todo esto.
0:15:51 Tiene que ver justamente con que venga impuesto desde antes,
0:15:54 con que el error siempre lo cometa a otro,
0:15:56 lo cual elimina toda cuestión sobre el divorcio o esto.
0:15:59 Claro, está muy bien eso.
0:16:00 Pensaba también que esas cosas que estaban reconocidas
0:16:04 por la ley judía,
0:16:07 que los hijos bastaron,
0:16:09 fueron reconocidos acá llegó con el peronismo recién.
0:16:11 Es cosa que alguna civilización le cuesta en distinto tiempo.
0:16:13 Pero para mí la dije en los vistas,
0:16:15 recordá lo nuestro amigo Jean-Paul Sartre,
0:16:17 que decía todo hombre, todo el hombre,
0:16:19 y de esta manera barcaba esa dimensión.
0:16:21 Y sin embargo, hay algún grado, alguna categoría,
0:16:24 en la cual, sin conocer la cultura,
0:16:27 van a encontrar la misma repetición de tópicos,
0:16:29 de lugares comunes,
0:16:30 a menos que haga esta misma operación
0:16:32 y la adriba para otro lado.
0:16:34 Porque la mujer puede ser la misma mujer
0:16:37 de la que se abre entre babilonios, asidios, judíos,
0:16:40 musulmanes, cristianos,
0:16:43 pero una mujer es otra cosa.
0:16:45 La diferencia no es tan larga sino una mujer.
0:16:48 Y una mujer es el nombre de una famosa canción
0:16:52 que vamos a escuchar ahora.
0:16:58 Y yo quiero saludar a mi amigo, el gordo Josef,
0:17:02 que cantó y él no se acuerda a esta canción
0:17:05 cuando fuimos a cenar una noche después de haber regresado.
0:17:10 Y ha contado probablemente mal,
0:17:13 pero con una gran dignidad.
0:17:17 Ahí está la palabra.
0:17:19 A mí me gustó oírlo cantar.
0:17:22 Me pareció que había cantado bien.
0:17:25 Y no se lo dije nunca,
0:17:27 así que se lo digo esta noche.
0:17:29 Que bien cantaste aquella noche, gordo Josef.
0:17:33 Hoy escucharemos a Carlos Cuevas,
0:17:37 cantando este bolero que era muy, pero muy famoso.
0:17:41 Y que se llama justamente una mujer.
0:17:43 A ver, a los que no van a conocer.
0:18:08 La mujer que al amor no se asoma
0:18:15 no merece llamarse mujer.
0:18:21 Es cuál flor que no es para un seso aroma
0:18:26 como un leyo que no sabe arreder.
0:18:33 La vación es un mágico idioma
0:18:38 que con veros se debe aprender.
0:18:44 Puesto que una mujer que no sabe qué
0:18:50 no merece llamarse mujer.
0:18:56 Una mujer debe ser
0:19:02 soñadora, coqueta y ardiente.
0:19:08 Debedarse al amor
0:19:11 con predicordo
0:19:14 para ser una mujer.
0:19:22 Yo viví como en sombras
0:19:26 dormidos sin tenerla más leve.
0:19:31 De emoción, una vez me dijeron
0:19:38 te quiero y esa voz me letargo quebró.
0:19:46 Y yo vivo y me acerco para vida.
0:19:52 Hoy mi alma comienza a vivir
0:19:58 puesto que una mujer que no sabe qué
0:20:04 no merece llamarse mujer.
0:20:10 Una mujer debe ser
0:20:16 soñadora, coqueta y ardiente.
0:20:22 Debedarse al amor
0:20:25 con predicordo
0:20:28 para ser una mujer.
0:20:55 Una mujer debe ser
0:21:05 soñadora, coqueta y ardiente.
0:21:11 Debedarse al amor
0:21:14 con predicordo
0:21:17 para ser una mujer.
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