Encontrá todos los archivos de audio en MP3 del programa de radio La Venganza Será Terrible de Alejandro Dolina

30 de Octubre de 2002

La muerte de un amigo de Napoleón

Transcripción automática

0:00:00 Bien, hoy tenemos un episodio extraño que es el de la muerte del mariscal Ney, que era amigo Napoleón.
0:00:07 Así que esto sucedió muy poco después de la caída del Imperio Napoleónico.
0:00:15 Vamos a retroceder un poco para ubicar a Ney hasta el momento del agujero con la partista.
0:00:23 Cuando el Imperio fue estaurado, Napoleón se preguntaba cómo iban a tratarlos sus antiguos compañeros de armas.
0:00:34 Varios generales republicanos lo tupeaban y pocos se hablan de la etiqueta de una nueva corte.
0:00:41 Y para resolver el problema tuvo una idea. Ascendió a 18 de sus mejores amigos,
0:00:47 y eran también fieros generales a una nueva categoría, la categoría de mariscal.
0:00:54 Los asendidos quedaron encantados y comprendieron que su título estaba avalado por la señal de respeto que se exigía de ellos
0:01:03 y siguieron hacer juego con un interés infantil.
0:01:07 Y entonces sí lo trataban, en vez de decir que hacía Napoleón, que sea su majestad o lo que sea.
0:01:16 Entre esos maricales estaba Michel Ney, que era un asesiano, bravo entre los bravos, un tipo de mucho coraje.
0:01:25 Napoleón había hecho mucho para traerse a Michel Ney con la intención de dirigir a su gusto al mariscal,
0:01:33 lo había hecho casarse con Aglès o Guyet, así se llamaba, que era amiga de Napoleón. Aglès o Guyet se llamaba.
0:01:43 Y lo que emperador lo sabía era que Ney, a su vez, se forzaba para que su esposa enamorara a Napoleón,
0:01:51 tenía la intención de transformarla en una favorita y entonces ganar influencia sobre Napoleón.
0:01:58 Así que durante algún tiempo Aglès se agitaba ante Napoleón, mostraba su pecho hasta el límite de la decencia, justamente.
0:02:08 Pero el emperador no cayó en la trampa. Un cronista dice que en verdad la mujer del marical Ney estaba mal elegida para hacer delagrado de Napoleón,
0:02:18 parece que era notablemente fulera. Y así el marical Ney tuvo que contentarse con su puesto de mariscal y no tuvo ninguna influencia extra sobre Napoleón.
0:02:30 De todas maneras cumplió con sus obligaciones, incluso hasta el heroís.
0:02:34 Salvó, por ejemplo, a 60.000 soldados de una masacre en la vida de Rusia y señó buena parte de los triunfos anteriores a 1802,
0:02:44 y cuando Napoleón cayó tras la batalla de Bácarlo, a Ney también lo acompañó la de Gracia.
0:02:52 El 3 de agosto de 1815, después de un intento de confabulación contra el rey Luis XVIII, Ney fue arrestado.
0:03:00 Lo trasladaron a la Cáncer del Lí, de París, donde llevaban a los que después llevaban a matar generalmente.
0:03:08 Un consejo de guerra se reunió para juzgarlo por traición a la pátria.
0:03:13 Y los pares de Francia lo condenaron a muerte.
0:03:16 El funcionario Koji fue a contarle a Ney el resultado del juicio a la Cáncer del Lí.
0:03:24 Reynoso, con un informe, empezó a leer las primeras líneas en las que aparecía una enumeración de típulos y dignidades del condenado.
0:03:36 Ney lo interrumpió a los gritos y dijo, bueno, va, te dice, maestro, decir solo,
0:03:42 Michelle Ney, que dentro de poco se le polvo, ¿cuándo me matará?
0:03:46 Y mañana 9 dijo, el funcionario se la tomó.
0:03:51 A las cinco de la mañana lo despertaron para que saludara a su familia.
0:03:56 Lo visitó justamente a Gle, junto con sus cuatro hijos. Se decidieron para siempre.
0:04:02 A las ocho y media, Ney subió al Koji, que lo trasladó hasta donde estaba el pelotón de fusilamiento.
0:04:09 Ney se negó a arroizarse, apartó incluso al hombre que quiso ventarle los ojos.
0:04:18 Se quitó el sombrero con la mano izquierda, puso su mano derecha en el pecho y dijo soldados, directo al corazón.
0:04:26 Y el pelotón abrió fuego.
0:04:29 Conforme a los reglamentos militares, el cuerpo permaneció expuesto durante un cuarto de hora.
0:04:36 Luego lo llevaron a los piscos de la maternidad, lo dejaron así hasta el día siguiente,
0:04:41 cuidados por las hermanas de la caridad, encargadas de las plegarias para los muertos fusilados.
0:04:46 Más tarde lo enterraron en el sermentario de Perlachez.
0:04:51 La noche de la ejecución, el par transoabilar, que había levantado el acta de acusación sobre Ney,
0:05:00 dio un banquete a sus amigos para festejar la muerte en condenado.
0:05:05 Mira vosotros vosotros.
0:05:07 Se va a festejar ya enfusilado a Ney.
0:05:12 En un momento la puerta de salón se abrió y un sirviente anunció en voz alta y clara,
0:05:18 después de golpear el suelo, como si usan, pum, pum, pum, el mayor engojilano de tal.
0:05:25 Bueno, volvió y dijo ha llegado el mariscal Ney.
0:05:29 Y panzó a velar y quedaba la fiesta, causó desmayado y se rompió el marte de un golpe.
0:05:35 Debieron hospitalizados.
0:05:38 Cuando recobró el sentido fue para escuchar cómo el sirviente se había equivocado.
0:05:42 En realidad el visitante se llamaba Michel Ney y había confundido el nombre con total inocencia.
0:05:51 No obstante, el mariscal Ney habría podido asistir a la volada,
0:05:57 afusidad por velar, según algunos, porque al parecer no había muerto.
0:06:08 Nos trasladamos al Estado Carolina del Sur, a la aldea de Ronsville, en Estados Unidos.
0:06:16 Una mañana de 1821, mientras se preparaba el alumnado para entrar a clase,
0:06:23 descubrió al maestro Pierre-Souard Ney, que se hacía en el umbral de la escuela, desmayado.
0:06:33 Tenía un diario en la mano y en el diario Sia, muy ovo, en la isla de Santa Elena.
0:06:42 Un médico reanimó al maestro que salió corriendo y se encerró en una habitación.
0:06:47 Al rato, oyeron un grito, cuando el médico y los alumnos lograron forzar la puerta,
0:06:52 se encontraban con el maestro otra vez tiró al suelo, pero esta vez con el pecho de sangrenzado
0:06:58 se había ensartado un cuchillo. En el mango de aquel cuchillo había un águila y una flecha.
0:07:04 Mejor dicho, una fecha, en 1814.
0:07:07 Aunque la herida era bastante espectacular, pudieron salvarlo.
0:07:13 Y una vez curado, el maestro contó que había intentado matarse porque el emperador había muerto
0:07:19 y con esa muerte se escumaba su única esperanza de regresar a Francia.
0:07:24 Y se presentó, dijo.
0:07:26 En realidad no soy Pierre Schwarz-Neil, soy el Mariscal Michel Neil, duke de Helsingen y príncipe de la Moscova,
0:07:38 segundo hombre del imperio, y contó más.
0:07:42 Aseguró haber llegado a los Estados Unidos en 1816 y dijo que rápidamente había comenzado a trabajar como profesor.
0:07:51 Dijo también lo que había sucedido en la ejecución.
0:07:56 El supuesto mariscal dijo que pertenecía a la misma locia que Wellington, que era masón en una palabra.
0:08:04 El duke inglés que, a la vuelta de los gorgones, era el verdadero amo de París.
0:08:10 Y que le pidió ayuda a Wellington, como compañero de locia, para que el fusilamiento fuera una falsa.
0:08:17 Entre los francmasones se dispuso que la ejecución fuera trucada.
0:08:22 Además, dijo el maestro, que ahora se había revelado como el mariscal Neil,
0:08:28 que así todos los hombres del pelotón habían servido con él y aceptaron pibiar los disparos.
0:08:34 En prisión había conseguido esconder una pequeña vejiga con sangre de caballo
0:08:41 y cuando gritó directo al corazón, como hemos dicho al principio, estas echadas,
0:08:47 apretó el puño y la vejiga estalló y lo cubrió de sangre.
0:08:52 Muy bien, dijo, siguió diciéndome.
0:08:55 Creé que no me moerjo.
0:08:57 Un oficial inglés empató un pañuelo en la sangre y le explicó a un camarado francés que quería un subeño.
0:09:03 En el hospital de la maternidad se produjo una sustitución.
0:09:07 Pusieron el cuerpo de un hombre muerto el día anterior, que convenientemente se me parecía.
0:09:13 El maestro dijo que en los Estados Unidos no tuvo el valor de renunciar a su apellido
0:09:19 y que sólo se había cambiado el nombre.
0:09:22 Confesaba tener que los borbones se enteraran de su existencia,
0:09:25 inexorablemente calcular a este hombre, enviarían asesinos.
0:09:31 Y sostuvo ese temor incluso en tiempos de los oleados
0:09:36 y se quejaba por no poder regresar a su país.
0:09:39 Piagnei continuó su vida como maestro.
0:09:44 Algunos emigrados franceses de la época Bonapartista lo visitaban a menudo
0:09:50 y entonces se la aprovechaba para contar con todo detalle historias redelicas e intimidades del emperador.
0:09:56 Murió finalmente en noviembre de 1646 a los 77 años.
0:10:02 Hasta tal punto se me creyó que en la láfiga del cementerio donde está enterrado puede leerse
0:10:09 a la memoria del pie Nishelme, nativo de Francia y soldado excelente de Napoleón Bonaparte.
0:10:18 Pero la verdad es que el maestro era un impostor y un loco.
0:10:26 En verdad el fusilamiento de Nishelme fue tan preciso como el que recibió Valkyera.
0:10:34 Me encajaron seis balas en el pecho, tres en la cabeza y una en el brazo.
0:10:40 Me encajaron.
0:10:42 El impostor aseguraba que un oficial inglés, buscador de reliquias, había mojado un pañuelo en su sangre y era cierto.
0:10:49 Lo que no dijo y lo que aseguran todas las crónicas es que otro inglés
0:10:53 expolvió a su caballo para hacerlo caminar un buen rato sobre el cadáver.
0:10:57 Así que la sustitución era imposible.
0:11:00 El cuerpo que velaba las monjas fue visitado por nobles, generales, oficiales, embajadores y hasta por el propio rey de Francia que lo conocía bien.
0:11:08 El maestro había asegurado que vivía terrorizado por los monárquicos y que solimpedía regresar y ese peligro era falso.
0:11:16 Después de la revolución de 1830, todos los compañeros del emperador fueron rehabilitados y el propio Ney había sido reintegrado por el rey Luis Felipe a los registros de la Elección de Honor.
0:11:29 Incluso su viura, la fulera Agláe, recibía una pensión del ingeniero.
0:11:37 Además, se había inaugurado un busco de Ney en Verságesis.
0:11:46 El falso Ney había sido en realidad un oficial inglés.
0:11:53 Era sin embargo fervoroso admirador del verdadero Maizcalne.
0:11:57 Era un oficial que había sido herido en Waterloo y le habían practicado una trepanación.
0:12:03 Y esta trepanación le había causado algunos trastornos mentales.
0:12:07 O sea, cuando uno le trepando en el mar a usted, se le mezclan los poros.
0:12:13 Y el parecido físico que él creía tener con el héroe francés lo había inclinado a esta ilusión.
0:12:18 Tan lejos había llegado esa ilusión que famosos oficiales como Lemanovsky, de quien hemos hablado, que era de la Legión de Caballería Polaca,
0:12:26 se reunía con él para recordar buenos episodios de los tiempos impereales.
0:12:31 Hasta su muerte, el bueno de Lemanovsky no sólo creía que era Ney,
0:12:39 sino que pensaba que no había evadido el pelotón, sino que había resucitado.
0:12:44 Así que un hombre capaz de creer en resurrecciones puede tranquilamente creer que uno es el Maizcalmisioneo,
0:12:53 o el mismo Napoleón Bonaparte.
0:12:56 Quiere decir que hemos paseado a ustedes por convicciones bien distintas.
0:13:01 La primera por la muerte directa del Maizcal, la segunda por la huida del Maizcal y la sustitución,
0:13:13 y la tercera por la comprobación de que el hombre que decía haber sido sustituido por otro en realidad era un impostor.
0:13:22 Pero cuál será la verdad?
0:13:24 Vendrá caso en el programa siguiente.
0:13:27 Una nueva rectificación.
0:13:30 En realidad, el loco era acronista.
0:13:34 Así estábamos y bien.
0:13:37 La verdad es que el Maizcal no era ni siquiera el de Carolina del Sur, sino un tendero de loce.
0:13:50 No lo creemos tampoco.
0:13:53 No porque esta verdad no administra rectificaciones, sino porque en el programa que sigue,
0:13:58 mayormente no se ocupan de esta clase de azucos.
0:14:02 Así que bien podría parecer el Maizcalmisioneo, disto y coleando, sin que nadie lo mencionara.
0:14:09 La verdad está bien.
0:14:11 Sin embargo, nosotros, que estamos tan locos como aquel oficial inglés,
0:14:16 a quien le habían trepanado los esos.
0:14:19 Me está de gusto.
0:14:24 El caso es que dejamos esto librado a la sagracidad de los investigadores.
0:14:33 Seguro que van a llamar muchos, que van a decir para mí,
0:14:36 la cosa había cuenta de cómo funciona el sistema jurídico argentino.
0:14:41 Es por pálpito.
0:14:44 Las culpabilidades argentinas se hacen llamando a la radio y por pálpito.
0:14:57 Bueno, al Maizcalmisione, vayas a saber cualquiera que lo hacía.
0:15:01 Cualquiera de ellos.
0:15:04 Sobre todo el que salvó los 60.000 tipos.
0:15:06 Ah, el que salvó los 40.000 tipos.
0:15:08 A la mujer, el pobre, que era medio culera, ¿no?
0:15:11 Y trataba de hacerse favorita de Napoleón y no conseguía ni espor.
0:15:18 Igual lo hacía en el 6 de setor fíjate.
0:15:21 Bueno, hemos ido a la discoteca a buscar discos.
0:15:26 Si mantendríamos que haber buscado discos de fred,
0:15:31 pero yo no creo mucho en la fred, le juro.
0:15:40 Entonces, si hemos buscado discos del Maizcalmnei,
0:15:44 de personas que mueren en circunstáceas extrañas,
0:15:48 o que parecen que mueren pero no mueren,
0:15:50 o peor, que parecen que no mueren pero mueren,
0:15:53 o que ni mueren ni dejan de morir, etc.
0:15:56 Y tenemos la misma obra que se llama Valada para mi muerte.
0:16:00 Es una obra de Astropia sola y de Horacio Ferrer,
0:16:04 aquí en la Provecho para Saludar en este mismo acto,
0:16:07 como Ferrer no escucha el programa porque se acusan las llenas.
0:16:11 Muy bien, Valad.
0:16:13 Sus amigos se lo comunican en la versión del propio Astropia
0:16:16 con el recitado de nuestro bueno Horacio.
0:16:20 Así que escucharemos, Valada, para mi muerte,
0:16:22 que con toda seguridad por Horacio,
0:16:24 que es amante de lectoria francesa,
0:16:27 ha dedicado al Maizcal tomando él mismo.
0:16:33 El puesto de este Maizcal,
0:16:38 con su puesto para morir,
0:16:40 parece que es muy codiciado.
0:16:42 Así que será el propio Horacio que recitará esta muerte
0:16:46 como propio cuando en realidad seguramente
0:16:49 estaba hablando de este Maizcal.
0:16:51 Adelante, Don Astor, adelante, querido Horacio.
0:16:54 ¡Moriré en Buenos Aires!
0:17:00 Queda de maravillada, guardaré malosamente
0:17:05 las cosas que te pide.
0:17:09 Dice que es mi aposía de adiós y de bala,
0:17:15 mi cabazo, mi caldo, mi cuneado, el estribo,
0:17:21 le pondré por los hombros y abrido toda la vida.
0:17:26 Mi penultimo busquen quedarán de ver,
0:17:31 llegará tan dame el suelo, mi guarde enamorado,
0:17:37 yo estaré guardo en punto cuando sea una se.
0:17:45 Hoy, tu Dios me deja despogliar,
0:17:49 a mi olvide por tantas veces,
0:17:53 sé que en nuestra esquina vos ya estás,
0:17:56 solo te diste a cada pie,
0:18:00 abrazando fuerte que por rectos,
0:18:03 oigo guardo en ciertas partes,
0:18:06 hazle a Dios a los que hablan.
0:18:11 ¡Alumnia!
0:18:16 ¡Déjame a su cien, mi amor!
0:18:20 ¡Déjame a su cien, mi amor!
0:18:24 ¡Déjame a su cien, mi amor!
0:18:41 No iré en buenos altos, será de madrugada,
0:18:46 que es la hora en que mueren los que saben morir.
0:18:51 Lo tarán de silencio, la boca verba con nada,
0:18:55 y la celberza que nunca yo te pude decir.
0:19:00 Andaré tan desquadra, y allá en la Plaza Francia,
0:19:05 como son las jugadas de mi calzano malena,
0:19:10 de tibetan de duro, de solucionada,
0:19:15 y se me irán a este cuardo en un cincuenta,
0:19:20 que pierde moriré en los altos,
0:19:25 serán las jugadas,
0:19:28 guardaré a los que saben morir.
0:19:32 Y con algo de vivir,
0:19:35 mi fe tenía cohesía de adiós,
0:19:38 y de balas,
0:19:40 ni cabaco, ni canto, ni cuneado de estímulo.
0:19:45 Me pondré por los hombros y amigos toda el alma,
0:19:49 y el último winch y quedará sin darme,
0:19:53 llegará maldugamente mi cuarta enamorada,
0:19:56 y hoy os la relojaré con un cuento,
0:19:59 y la celberza,
0:20:01 y la celberza,
0:20:04 y la celberza.
0:20:15 Hemos escuchado a Astor Piazola y Horacio Carrer,
0:20:19 interpretando balada para mi móvil.

Comentarios (0)

No hay comentarios. ¡Podés ser el primero en comentar!


Tenés que Iniciar sesión para comentar.
Podés darle estilo y formato al texto utilizando Markdown