Transcripción automática
0:00:00 Hablaremos hoy de la niebla de Londres. Así que empecemos por tácid, que fue tal vez el
0:00:08 primero en mencionar la niebla de Londinium en su crónica de la invasión de César.
0:00:18 Según algunos, esa bruma ha estado en Londres desde el comienzo de la ciudad. Muchos siglos
0:00:28 después de César, el fenómeno natural, recibió el agregado del humo de las sinoneas. Es
0:00:37 que parece que por asuntos de presión que no viene al caso aplicar, digo de la presión
0:00:42 de la atmósfera, ¿no? Los humos de las casas, de las fraguas y de las quemas no se elevan
0:00:53 en el Londres. No me pide que se lo explique porque tendría que ponerle novio con usted.
0:00:58 No, no se lo ha, pero ya lo que dice es que no se levanta el humo en Londres. Y entonces
0:01:06 la niebla del Londres en los momentos en que más que me ni a la vida y más carbón se
0:01:13 quemaba era verdaderamente espesa. Ya en 1257 el honor de Provenza, la mujer de Enrique
0:01:21 III, se quejaba del humo y la contaminación de Londres. Y en el siglo XVI se hizo de
0:01:31 Isabel I, que se sentía profundamente triste y enojada por el sabor del humo de su capitán.
0:01:37 Eran como ecologistas, avándoles. Cuentan que por esos tiempos y tiempos de Isabel,
0:01:43 ¿no? La cifra de las sinoneas dométicas se había aumentado mucho y que esas sinoneas
0:01:48 eran algo súper fluo porque servían para sacar el humo de los hogares, pero solo para
0:01:54 depositarlo en las calles de un modo más o menos definitivo. El humo no se iba nunca.
0:01:58 Dice el Cronés que el tiraje del cielo del hombre, ¿qué traerá yo? Al dar el cien
0:02:03 de tiraje. Cien de tiraje. Bueno, no funcionaba correctamente, no funciona correctamente.
0:02:09 Y que la bruma natural y el humo son imperserbios. Una taza. Había renderores de niebla. Este
0:02:19 algunos mercacifles consideraban que la niebla era un preventivo contra la madera podrida
0:02:27 y un salutífero. Es decir, que vos te parramabas un poco de niebla en un armario y no se te
0:02:34 pudrella. Y por otra parte aspirando niebla de un frasquito conseguías mantenerte saludable
0:02:42 durante toda la existencia. Entonces iban a enfrascar bruma y sacaban bruma de los barrios
0:02:48 más bacanes. Imagínense, no te van a vender bruma del sujo. En su fin te dieron bruma de
0:02:54 los barrios acomodados y ahí la gente pobre se la respiraba y pensaba que no solamente
0:03:03 al querer salud sino que de algún modo se contagiaba la propiedad de los pobres, de
0:03:08 los fricos que esos barrios. A principios del siglo XVII se consignaron números arquitectos.
0:03:15 Dice la crónica que el rey Jaime I, el locomodilo de compasión por el mal estado de la Catedral
0:03:21 de San Paul, por el lojín. Dicía que el lojín era un signo del avance del diablo. Y yo
0:03:30 creo eso también. Cuando una cacerola está artijinada es que el diablo anda solo en el
0:03:38 rolo. Usted como psicoanalista lo debe saber mucho mejor que no solo.
0:03:42 Dice el rolojín. El dijne en una catedral significa justamente que el diablo anda rondándolo
0:03:49 a aquel lugar santo para ver si encuentra un requicio para introducir maldad.
0:03:57 No es así de lozard. No, bien de verdad. Lo he dicho, un signo diabólico. Otros decían
0:04:05 que era peligroso y tenía razón en esto. Era peligrosa la mierda porque enfería
0:04:12 a ver los cintos más del fuego. Si todo estaba cubierto de niebla, era difícilmente visible
0:04:18 cualquier humo novedoso, entonces los bombes recién se enteraban de los incendios cuando
0:04:24 estaba todo el diablo. Otro problema era naturalmente de la visibilidad. En 1873 se produjeron
0:04:33 700 muertes por accidente de tránsitos, no solamente de tránsito, debido a la niebla.
0:04:41 Hubo 19 años que murieron porque se cayeron al río y se cayeron por no verlo. Venían
0:04:48 caminando creyendo que no estaban en la vecindad del Tames, sino que estaban por ejemplo en
0:04:53 el pica de Vicente. Y no estaban cerca del río, se cayeron al río y cuando aduertían su
0:05:01 error ya era demasiado tal. La niebla permitió ocultar con más facilidad.
0:05:10 Estaba los rogos y las violaciones que crecieron en una escala sin precedentes, especialmente
0:05:17 en la peor de las décadas de niebla que se recuerda que fue la de 1880. Pero precisamente
0:05:24 eso es los tiempos del asesino de Faisapos. Los habitantes de Londres conocían incluso
0:05:31 distintos tipos de niebla. Había una especie negra, niebla negra, otra más bien verdecita,
0:05:46 una variedad amarillenta y otra vulgar y gris. Todos parecían advertir cambios en la vecindad
0:05:53 de la humareda cuando se mezclaba con la luz del día o cuando los remolinos debían
0:06:01 irnos sin niebla. Pero había distintas clases de niebla. Usted me dirá que puede ser por
0:06:08 las luces, por las lamparitas de colores. Si usted pone una lámpara verde tras la niebla,
0:06:14 la niebla se pone un poco verde. Si en cambio la lámpara es roja, la niebla enrojece. De
0:06:20 todo, que no es el color de la niebla que cambia de las lámparas, sino que de las lámparas
0:06:24 el que cambia de las nieblas. Pero eso en todas las partes que no sea Londres. En Londres
0:06:28 la niebla viene de distintos colores. Cuando un auto se va, la niebla que lo cubre es roja.
0:06:36 Y cuando viene, el blanco. Hay niebla sobre los semáforos. Esa niebla se pone verde
0:06:43 cuando se va por otro piso y roja cuando es al verso. La niebla marida señala una injusticia.
0:06:57 La niebla fue importantísima en las novelas con ambientes latineses. Siempre se consideró
0:07:04 como una peculiaridad de Londres. Era una emanación única en alguna época fue la ciudad
0:07:16 más rica y grande de la tierra. Hay cierta grandeza en las nieblas de Londres. Esto pasaba
0:07:25 que le gustaba. Es decir, existía un orgullo por la que ya se hizo. Y en las novelas,
0:07:32 estaba. Había siempre niebla. Cuando Carla estingó a la niebla como tinta fluida, estaba
0:07:39 ensayando las infinitas posibilidades de descubrir a Londres valiéndose en la niebla. Hay recuerdos
0:07:46 a Sesterton, ¿no? Y si la niebla parecía una sopa de guisanes. No está mal, ¿no? La sopa
0:07:52 de rejas. Es decir, fechita la niebla. En la sobra de Conan Doy, sobre todo en las aventuras
0:07:58 con los Hans, aparece siempre alguna referencia a lo nebulinoso. La señal de los cuatro es
0:08:06 Dr. Watson pierde la orientación en medio de aquel aire vaporoso. Pero a Hans nunca le
0:08:14 fallaba la memoria. Y parece que iba pronunciando los nombres de las calles, aún no pudiendo
0:08:21 leerlos, a medida que el coche avanzaba por la ciudad. Así iba ahí de metida, ¿no? Y
0:08:27 digo, ¡vam, vaya, cuyo! Stevenson describe nieblas permanecemente. En el misterioso caso
0:08:39 de Dr. J. K. Mr. Hyde, donde el cambio de identidad, ¿no?, discurría en una ciudad, dice
0:08:46 Stevenson, una ciudad de nieblas insubstanciales y cambiantes. Elizabeth Barrett Browne escribió
0:08:53 acerca de la mezcolanza nebulosa de la ciudad como algo que borraba todas las señales y
0:09:00 símbolos de la capital difuminando agujas, puentes, cases y plazas como si una esponja
0:09:06 no se enbebiera. El temor a esa invisibilidad contribuyó mucho al programa de construcción
0:09:12 y decoración que marcó la ciudad vicariana que es la que conocemos hoy. Los arquitectos
0:09:18 resolvieron que era preferible que los edificios fueran colorados, que fueran muy ladrillosos,
0:09:25 muy llenos de ladrillo, rojo intenso de ladrillo y terracota brillante para que pudieran ser
0:09:32 visibles aún en la niebla. Y es decir, ¿dónde es? En la ciudad de ladrillo. Había quienes
0:09:39 exaltaban la virtud de la niebla cuando el pintor Monét y a Józ, vivió en Londres,
0:09:46 o sea, por 1900, fue para pintar la niebla. Escribió, lo que me encanta de Londres por
0:09:52 encima de cualquier otra cosa es la niebla. Es ella la que otorga a la capital subsunfosidad.
0:09:58 Esos bloques tan enormes y de proporciones regulares se tornan grandiosos envueltos en ese mismo
0:10:06 miso admiperioso manso. La niebla, si a Monét, era como una redundancia del orgúctico.
0:10:13 En los primeros años del siglo XX se produjo una notable disminución en la frecuencia y
0:10:19 la infecidad de las ciudades. Algunos se figuraron ese cambio, la progresiva aparición del gas,
0:10:24 de la luz eléctrica para su sitio de carbón, el caso es que ya no hay en Londres que en la
0:10:32 seguramente algunos ríles, loantilenses y algunos nostáticos se estarán pensando en
0:10:41 adecuadas medidas de contaminación para que regrese a aquella niebla tradicional que atraía
0:10:49 tantos riesgos. Me gustaba esta charla acerca de la niebla loantilenses.
0:10:56 Si departo su creo que la niebla es todavía más necesaria en las ciudades espantosas,
0:11:04 que en las fresas. La ciudad de la cana con la niebla desde luego, desde luego, es decir,
0:11:11 una ciudad hermosa, llena de niebla y impresionista. Alista, la realidad la pone en un plano
0:11:23 con gestura. Hay cosas que vemos y cosas que albinan. Pero mejor todavía hay la niebla
0:11:31 muy plástica. Las pinceladas, pero que uno ve, no son tan líneas. Hay algo artístico
0:11:40 que va a ir bien, un fluido en las imágenes. Pero mucho mejor es la niebla en una ciudad
0:11:45 espantosa. Imaginemos un barrio o cualquiera, muy feo. Bien, pero no poco, mucho. No se
0:11:57 ve nada oculta, nada, nada. ¿Cómo es el barrio horrible? Escribamos, ¿no? Una avenida
0:12:08 bastante ala con veredas clínicas, sin árboles y con mucho corralón donde venden
0:12:18 inodor. Eso, no hace falta ninguna exageración. Eso que mira y eso ríe. ¿Dónde vive la vereda?
0:12:30 ¿Dónde vive? Entre un corralón y otro, digo yo, al fondo. No lo quiere ver eso. Lleve la niebla,
0:12:42 tiene la niebla y te viene a visitar alguien. Bueno, eso se lo hace. No se ve nada. Es hermoso,
0:12:54 es hermoso. Por ahí, allá se ve una luz en lo alto, un avión. Es una torre, también.
0:13:12 ¿Cumbiene desatar neblina sobre lo peor que tenemos? Si lo peor que tenemos es del barrio,
0:13:27 que el barrio te iba a niebla para que no se vea. Pero hay muchos que son habiles en desatar
0:13:33 niebla, sin que ni un ales, pero lo peor que sin ni. Y eso me gustó. Que aparezcamos neblinosos,
0:13:43 que no se nos vea lo estúpido, sin ni cegables que son. Pero eso conviene cierta reserva.
0:13:52 Es silenciosa. ¿Dónde vive? ¿De qué signo es? Donde va a bailar, mire.
0:14:09 Entonces aparece una neblina y por ahí pasa un amorto por la esquina y alguien nos mera,
0:14:21 pero la luz dice, ¿es tu alma? No le dice. Pues todo porque hay niebla. Pero es necesario
0:14:31 la niebla. Sin niebla no hay amor. Sin niebla no hay amor. Por favor, le pido a mis numerosos dioses
0:14:42 que me lleven de niebla y camina para ver luces del alma donde solo hay motocicleta.
0:14:51 ¿A quién quiere dedicar esto? Bueno, hoy está fácil, Alejandro, porque le llega el hombre
0:15:03 a un hombre que es tanta gente, que merece la isla dedicatoria, ché, cartonacona, no,
0:15:07 y la Stevenson. Y si me permite también, sí me voy a personalizar a unos amigos queridos
0:15:11 que se que disfrutan mucho, que andan paseando por los neblos. Bueno, mucha gracias.
0:15:16 Escucharemos el tango niebla fatal, que compuesto yo para otra ciudad en el mismo asunto, y que va a cantar
0:15:24 pertenece a Bar del Infierno y va a ser cantado por Ruth Katagny. Para acompañar en este caso
0:15:30 por el pianista Fernando Marzán, la violinista Christine Bress y el cellista ruso Dimitri Rojna.
0:15:41 Niebla fatal, canta Ruth Katagny.
0:16:11 Y el otro es quien se amaba tanto hasta que te vi,
0:16:18 un río suétero y te te vi.
0:16:23 Entre las sombras yo también un hijo para un rey,
0:16:29 un rey que en vez de tu sangre para con oscuridad,
0:16:36 a mi cuidad niebla fatal, en mi equivocación,
0:16:44 de los que tal vez no eran para vos,
0:16:49 ¿dónde estará cuando vengan de quien será la mano que al final venga a calmar con cuantas
0:17:01 las olas de mi fe?
0:17:17 Cuando los años oscurecan tu recuerdo, volverán
0:17:24 a estar lo que llamaste a conmovido y a ver a un fantasma que te harán reconocer
0:17:35 un mundo falso que nunca fue.
0:17:40 A no bien, no se miremos en ti,
0:17:45 todos enganen y uno es feliz.
0:17:50 Entre las sombras que tuve que alguien lloraba,
0:17:55 lo creí que me gustaba y era tu.
0:18:01 Ocuridad, ambigüera, niebla fatal, en mi equivocación,
0:18:11 de los que tal vez no eran para vos,
0:18:17 ¿dónde estará cuando vengan de quien será la mano que al final venga a calmar con cuantas
0:18:28 las olas de mi fe?
0:18:48 Ha cantado Ruth Attaquille de Alejandro Dolina, niebla fatal,
0:18:54 este tema forma parte del disco Tangos de Bar de Limpiasta.
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