Lo dicho, algo raro hay en la noche de hollín y ceniza, de quemaduras fragantes; ando a los golpes entre el pecho y la frente de jazmines que no dan tregua : ellos son la puerta trampa al territorio del gineceo, la dimensión azul que despliega la danza de aproximación de la Luna y el Sol. Algo raro en el viento, cuando se oye el ruido seco de un paraguas que se cierra. Y nada de lo que afecta entonces, es común al día que transcurrió : habla de lo infinito que no puede detenerse en lo finito, pero lo toca y en lo trastocado se filtran fragmentos de eternidad.
¿Quién está usando la galera, quién ensayando el capítulo Magia de El libro del fantasma...?
¿Cómo salió Mariano Carucci de la galera...?
¿Cómo el rotundo amarillo del amanecer de la vida del niño, apareció alineando el mediodía musical del joven en los inmudables pájaros-ojos anidantes de la foto...?
¿Cómo el signo del gato y la serpiente, atraparon en el pliegue del alunado ceño, la identidad que nombra mi corazón... ?
Dentro de la virtualidad cuántica de la galera lunar, hay otra galera, hay un reino maravilloso de buenas intenciones...