¡ Plasma, linfa, prana, brincan los vasitos torrentosos, salen de los rincones secretos del cerebro y el corazón y el caudal milagroso ofrece, derrama, un anónimo de dios hecho de músicos y música ! Gracias maestro Gancé, músicos de honores, por permitirme "leerlo". Tarde en la alta noche, volvieron el cerebro y el corazón, sin decir dónde estuvieron y abrazaron la perplejidad del cuerpo. Cruzó una estrella y la apagaron metiéndose debajo de la oscura manta. En el fondo adimensional de la almohada, ecos de lenguas tonales, de espectros sonoros y el manojito perfumado de una frase sublime. Buenas noches, magos... :) ♥