Guardé unos cuantos archivos de los que subió Pavlov. Cuando esté con la mente clara y sin cansancio, los veré y escucharé con mucho interés. Por ahora es una selección.
Balder resulta muy brusco para mi carácter. No sabe jugar sin morder y muerde fuerte. Es muy chiquito así que acepto su manera además de tolerarla; tolerar no basta, no transmite cariño.
Es invasivo y muy físico su "asalto" : mi ropa , mi cuello, mis manos, mi pelo, son su territorio. Tán distinto a mis gatos, profundamente conectados, respetuosos, psíquicos, tierna y sensualmente afectivos, sin invadir jamás, presentes y silenciosos, tan bellos y misteriosamente inspiradores.
Pero se han ido y fueron los últimos. Por eso, un perro, su antípoda.
Ya saldremos a correr por la playa, a meternos en el mar, ya tendremos nuestro tiempo de libertad y retozo, de jugar a la lucha y gruñir y reir en la arena