Las banditas de "¿rock?¿rockanpop-murga?¿cantos-de-tribuna-con-dos-o-tres-instrumentos?" nacional de estos tiempos representan un límite que no puedo tolerar. Después, y no necesariamente en ese orden, vienen el pop internacional, el reggae, la cumbia, el resto del rock nacional un poco más viejo salvo los más capos (lo encuentro a Fito Páez y lo acogoto), el rap y derivados, todos engendros que me arruinan un viaje sin remedio (la omisión de un género no implica su absolución, sino mala memoria).
Creo que la única razón importante para comprarme un auto sería hacer un largo viaje escuchando bandas tipo Creedence, Pappo, Zeppelin, algo de Steppenwolf, Manal y así por el estilo (si es que esto configura un estilo). No recomendable, sin embargo, para quienes tienen complejo de rebelde sin causa y corran el peligro de bajar en cada parada de colectiveros a buscar roña al canto de "Born to be Waaaaaaaaild!"