Querido Mariano, tal vez es una enfermedad del alma como tantas, la ironía; es lo que yo creo desde que "sentí" qué es la ironía; aunque, literariamente, ocupa un lugar más inocente. Cuando no es crueldad del ignorante irónico.
Pero - el pero no es tan indecente como suele adjudicársele -, para quien no cree en el alma, para quien optó por renunciar al dolor de no creer,... dejémosle libre y "como quien ya pagó" reconocer lo que siempre como persona supo y dolido no dijo.
Frente al grado, muchas veces representé escenas que no eran yo, para que mis queridos alumnos pudieran "ver". No todos, pero los suficientes de ellos, "supieron" que no era la persona, la mujer humana, sino la "seño" la que lo dijo, lo ejemplificó. :) <3