En la mitad del amor/ una vez me dijiste:/-Sólo deseo vivir tres años más:/ Hasta los treinta./
Sobre el final de la otra mitad, te pedí:/ -Querida, sé buena:/ vive, por lo menos,un año más:/ hasta los treinta y uno.
Así, por días y pot años./ Así, por infatigables sucesividades./
Mi amada tiene ahora doscientos veintisiete/ años./ Se conserva igual./ Anoche me reiteró lo de siempre./ Anoche le pedí lo de siempre, un año, otro/ año más./ Y accedió, como tantas veces./ ......................................................................
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Dios se limita a esperar, ante las quejas, que ella y yo apaguemos la luz.
RODOLFO BRACELI
Agradezco el link de la CONABIP. La emoción de A.D.