Hola Mariana :)
Con todo respeto ( y no viene una gilada después )...Ayer se cruzó por los caminitos de la prehistoria de lava y electricidad del cerebro, es decir, transitó por una idea, el recuerdo de Chancho al Trote. Me explico.
Fuimos al chiquero donde estaba la chancha. Lugar limpísimo, con suelo embaldosado; el fondo del área cercada, era un cubículo techado, un agradable rincón acolchado con pasto seco encima de la tierra. Ella ( la chancha) con algunos rulitos en el pelo, que brillaba ausente de toda suciedad ( un poco de polvo y, en las patas y el pelo de atrás uno que otro adorno de barro, logrando el efecto contrario, resaltando el impecable conjunto) mansa ( evidenciando animales bien tratados, queridos ).
Los chanchos aman el agua y los baños, porque sienten picazón en el cuerpo; el barro los lastima, poniendo tirante la piel, agrietándola. La causa del barro, es la desidia, la tenecia irresponsable. El chancho no ha perdido la costumbre silvestre de osar, acción que realiza con su hocico escarbando la tierra en busca de raíces, algún fruto, bichitos... Vuelca el agua para mojarse y, al volcarse el líquido, se forma el barro. No se revuelca buscando el barro, lo hace buscando el agua.
Entonces pensé, que como aquí gustan de la ironía, el oxímoron, la contracara, Chancho al Trote debía tener la capacidad de "ingerir lo que encuentra" transformándolo en "buen nutriente". Y sus gustos en el uso de las palabras, debían considerar la misma buena intención, además de -involuntariamente como los pobres cerditos - resultar rico alimento: aunque, aquí, incruento.
virginia el sábado, 06 de agosto de 2011 a las 10:00 PM
en La venganza será terrible del 05/08/2011 dijo: