Buen ejemplo de lo virtual. El zumbido del mar, al menos me invita a hablar.
No inspiraba nada terrible, el grito del chimango,verlo, allá en las sierras. Es natural.
En cambio, al alba, cuando aquí sobrevuelan los balcones, el corazón se encoge, elipsa un latido eras de evolución : y siento el horror oculto en la memoria ancestral.
Es el planeta y sobre él, la era del hielo, la pantalla vacía, nívea, de la computadora : el muro blanco ante el ojo, en la caverna.
Que mi zumbido sea segunda voz del zumbido del mar; que en el balcón la paloma duerma en paz, transmita la paz y el conocimiento del calor y la seguridad, al huevito que está empollando.