Las "explosiones" conectan con la personalidad auténtica, el verdadero yo-mismo (self).
La mayor parte del representar roles está diseñado para controlar justamente esas explosiones.
Si hay que darse cuenta de algo, luego hay algo ahí. Si las personas tienen que empeñarse por llenar las espectativas perfeccionistas ( en el mejor de los casos) del perro de arriba, el resultado es una crisis nerviosa o una fuga a la psicosis o la parálisis ( si todo es "vigilado" entonces no hago nada ). Hay una sola cosa que es importante : es la situación. Y ella, para un funcionamiento sano, es la que contiene su propio control. Nosotros, escuchemos a la situación; nadie tiene derecho a querer controlar.
Per-sona : mediante sonido.
Aquí, qué podemos hacer: darnos cuenta, compartir. Otra cosa, está viciada.
Cualquier cambio deliberado está condenado al fracaso. Compartir sin controlar, sin temor, ayuda: a que el cambio real vaya llegando a través de autorregulación organísmica; ayuda no estando solos, no sintiéndose solos e inaceptados.
La incomodidad se deja ver a menudo; ella es siempre un síntoma de falta de honestidad. Expresarse derechamente, honestamente, conlleva sentirse cómodo. En el instante en que la expresión es adecuada, desaparece la incomodidad.
Si este foro fomenta la confianza imprescindible que precede a esos cambios, este foro no sólo será la "cosa artística" sino un lugar de crecimiento y real amistad.
No es proyección "parcial" y patológica; no se está enviando afuera lo que molesta o lo que se quiere. Intenta ser proyección "total", la llamada experiencia artística. Una identificación con la "cosa" en cuestión. En el Zen, nadie que quiera el Zen, puede permitirse dibujat una sola rama hasta que no se haya uno convertido en esa rama.
Estar en contacto, realimentarse, cada uno a su modo, aquí en el foro como parte del mundo, de la vida; la casa refleja al habitante. Nadie es más ni menos que nadie.