"Blancas rosas y rojas rosas.
Deseos y cachorros se tornan de verdad.
Pero deben ser cuidados
deben ser alimentados.
O los pequeños perritos y los deseos también,
se desvanecen y mueren y cuando están muertos
¿qué se puede decir?
¿y qué se puede hacer?
sino cantarles una canción.
Y dejarles caer sobre las cabezas
rosas blancas y rosas rojas.
"Soy una rosa roja, soy como un cachorrito
y cualquier otra cosa viva.
Mientras crezco necesito que se me cuide...
y si sabes esto, y si te pertenezco,
entonces es tu compromiso cuidarme.
Y si no lo haces tienes que tirarme encima
otra rosa roja, o una rosa blanca".
El compromiso de la ternura es lo real; el deber es falso.
Y todo disfrute, es falso sin la verdad: aquí y ahora, el yo sin máscara.