La existencia de Dios no sirve como premisa mientras no pueda ser demostrada. Lo mismo que la superioridad trascendente de un equipo de fútbol sobre los demás, para no hablar del racismo, etc. Esto según el pensamiento racional. Por este camino no puede hablarse de milagros divinos sino renunciando a la racionalidad. Pero en este caso, se bloquea toda posibilidad de comunicación, de entendimiento, y por lo tanto el expresar la opinión propia no parece tener mucho sentido, ya que la expresión tiene como fin la comunicación. A menos que se trate de reclutar almas gemelas...
Un caso opuesto puede ejemplificarse con los ejercicios de diagnóstico de la serie House, donde los participantes de la discusión pueden ir construyendo una idea superadora que se nutre de las ideas parciales, porque éstas comparten una racionalidad. En ningún momento alguien aporta como posibilidad el milagro. Esto rompería el proceso.
Lléndonos por las ramas, el permitirnos establecer premisas no probadas como parte de un pensamiento cualquiera, es lo que ha servido para construir aberraciones de los más diversos tipos. Total, cada uno elige en qué creer, y si da la casualidad de que uno es un poco jodido, se manda un genocidio o dos.
Entonces creo que la irracionalidad es mucho más peligrosa de lo que parece.
inmundo el jueves, 08 de mayo de 2014 a las 03:14 PM
en La venganza será terrible del 06/05/2014 dijo: