En mi ciudad se organizaron 20 corsos, apoyados por el intendente que tiene grandes proyectos para el futuro con esta fiesta. El corso más cercano fue en Salta entre Luro y San Martín, el 20 de febrero.
Ninguno en el centro, ni en la costa, ni Playa Grande, ni Av. Colón, ni murgas cruzando la ciudad, ni plaza San Martín o Colón, donde siempre se hacen actividades festivas.
Fueron todos en barrios periféricos o muy alejados de la ciudad. El viernes les dimos a los chicos la información de los corsos, veremos mañana al volver a la escuela, que nos cuentan.
Yo aún recuerdo muy chiquita en mi barrio de Nuñez, la murga con los muchachos grandes que apenas reconocíamos en sus personajes, los juegos en la siesta previamente acordados, el sabor del agua de los pomos, el olor de la baldosa caliente mojada, la sensación al romperse la bombita contra la piel( en este momento lo siento) Y por supuesto, las dos o tres veces que mi madre me disfrazó, casi contra mi voluntad. Me entristecía el corso. Pero me encantaba jugar con agua.