Según la ocasión el pato es gallareta y la gallareta es pato. Pero por provenir de Dorio - no sé cuál en mayor grado - me causó perplejidad y desaliento.
La conclusión de Dorio anoche, fue machismo radical, sostuvo la vulgar confusión de la mujer sustancia y forma, propagada por social militancia mediática y, entre casa, alimentada.
El elogio de la audacia sin sentido, la audacia como degradación de la fuerza, la audacia como declaración de que la racionalidad o su apasionamiento : funcionan como instinto elemental en la fémina y, eso es lo que vale.
Fue suponer que la mano en la coronilla bloqueando el chacra más alto y el condescendiente palmear el lomo de la gata, es un reivindicador "alago" tributado a la condición femenina.
No era necesario, al contrario.
Pato y gallareta Dorio. No lo esperaba.
Diatriba en demérito de un aspecto femenino superior, que vive en toda mujer, para primerear justamente, el bardeo-mimo de género, el que debilita y sumerge la potencialidad de la naturaleza real.
Al menos la materia de la voz, el significante, dejó el paso abierto para reemplazar el significado ( digo una cosa como digo la otra ).
¿ Por qué ese proceso de significación que consiste en robar el brillo real del significado, pero dejando el de Brasso ?
El referente vulgar del género, el código de convención equilibrista, afeó el abrazo del acto, veló la propia voz del signo, su propio canal.
El signo, en esa conclusión, era la mujer.
El acto desembocante, como determinación de un largo proceso de completación, no involucra a nadie, sólo al sujeto. La audacia como último eslabón de algo desencadenado, inconsciente o compulsivo, hace que el auto choque, el tren descarrile, un corazón se rompa, el huevo caiga del nido, el canto se rompa ; alguien muera su muerte física o metafísica.
Esperaba algo distinto de Dorio.
Ese mismo planteo es el de la feminista a ultranza.
Virginia el miércoles, 09 de febrero de 2011 a las 06:28 PM
en La venganza será terrible del 08/02/2011 dijo: