Lo que no pasa tanto ahora es lo que pasaba cuando estaban Shuoltz o Gillespie, que dejaban un márgen de metáforas, de interrelación de cosas tal vez incoherentes, de resignificaciones, que ahora se apagan para contar anécdotas o hacer charlas técnicas de cómo hacer funcionar una máquina motosierra... No me gusta criticar, y aunque no me produzca tanto placer como ciclos anteriores, lo sigo disfrutando. Dolina Barton y Dorio siguen siendo compañeros de la medianoche.
Màs allà de toda critica, que por lo menos desde mi lugar lo hago para aportar al crecimiento y no para lo contrario, todo mi apoyo y mejores deseos para el pasado y el futuro del programa.