Carla, puede no gustarte Dorio en el programa y es algo absolutamente comprensible. He leído argumentaciones que hablan de que les molestan (como muchas veces a mí) las constantes interrupciones a Dolina. Personalmente creo que se compensa con la complicidad que provoca en éste, además que los días que está Dorio, el Negro se nota más entusiasta.
Lo que no es admisible es, por ejemplo, argumentaciones como: "Es cuestión de neuronas, no soporto la falta de luces…", o que porque estuvo de panelista en GH pierde toda posibilidad de redención. Creo que esa no es forma de argumentar puesto que se cae en, al menos, una tremenda injusticia al despreciar una trayectoria brillante.
Saludes!