Don Chancho: son muchos los semi ilustrados que se hacen los entendidos sin entender nada. Se creen que llegaron sin haber ido nunca a ningún lado. De esos giles en mi vida he conocido miles, meros idiotas útiles usados por los vivos que los engrupen con chamuyo berreta. Idólatras de la mediocridad, exégetas del fracaso, contribuyen grandemente a acentuar el proceso de decadencia y degradación que aqueja a la República desde hace 50 años. Con ellos se verifica la maldición que mi abuela gitana pronunciara en un rapto de ira allá por 1940: que cada generación de argentinos sea más idiota que la anterior. Mientras tanto la Argentina sigue incólume su derrotero hacia la insignificancia y encima sin fragata.