Personalmente me parece que lo que el bueno de Garrison hace con su personaje es invertir el orden: es decir, aparecen como objetivos acciones o situaciones propias de la sociedad de consumo, y muestra al amor como forma de consolarse de la evidente inaccesibilidad de lo primero. Creo que se trata de una cuestión juguetona el hecho de iniciar una enumeración de deseos de trascendencia con una demanda del mercado, y colocar como una resignación un sentimiento elevado. Un pensamiento cínico: la verdadera utopía ha elegido otro tema,pero no deja de manifestarse como tal.
Digo, es tanto un recurso poético como un uso elemental de la ironía.
2+2=5 el jueves, 10 de febrero de 2011 a las 08:25 PM
en La venganza será terrible del 09/02/2011 dijo: