Cristian Kirk... Hola. :)
Si aún no tuviste tiempo de entender o mejor comprender la metáfora (retorcidamente se llega a su definición final al estilo que anoche A.D. "decretó" a las premoniciones y proferentes) "inmundicia sobre la virilidad de los perros incircuncisos",... no derives con parecido retorcimiento la responsabilidad negativa a A.D. ni a mí (no sé a quién más por elevación).
Las palabras crudas, netas, brutas, no ofrecen grieta ni lugar alguno para la metáfora.
No sólo no hay arte en ellas sino que exponen la carencia absoluta de racionalidad, pensamiento o emoción compleja, ni siquiera un poquito más arriba que un mono (a veces comunican la onomatopeya de montarlo)...
Es una bifurcación en la historia de la evolución, un "homo" fuera de la numeración ordinal evolutiva. Tal vez un gesto sin sentido al que se sigue cargando de sentido (si el cráneo no creciera, el cerebro tampoco ¿por qué ese encariñamiento de primate con la calavera en que no encaja -¿o es que se enaltece aquello en que se encaja?- o como la madre con la cuna y no con el niño?
Tal vez los dañinos de puro aburridos ( aún no encuentro la lógica de A.D. para decir que no es bueno no aburrirse, a menos que la busque por el lado retorcido) sean los que alteraron las escrituras o la letra en el signo que se hizo metralla o ramo de flores devenido en fracaso a causa del florero; con tal de vengarse del aburrimiento que no pueden superar pues es su límite fatal, siguen construyendo teoría sobre teoría sobre teoría, detrás de (siempre detrás de no adelante, porque entonces no serían "aburridos")... con tal de no admitir lo único que no pueden admitir.
Esas no son palabras.
A lo sumo son expresiones como los escupitajos de los varones en la calle, a través de las ventanillas, en el verde césped de las canchas de fútbol ( ¿en el circo romano los grandes héroes, los gladiadores, los cristianos, el propio emperador,... escupirían?, ¿lo harían los grandes filósofos caminantes sobre el sendero de la reflexión?, ¿los peludos por dentro que son los que se depilan, escupirán en sus inodoros de porcelana y bañeras con canillas de oro?)
No deja de intrigarme (insolvencia mía en hallar respuesta) la obstinación unicelular en justificar un argumento de modo fractal. Pero no deja de asombrarme el para-argumento y aún el contra-argumento.
Un punto muerto es un punto muerto ("no siga por ese lado", diría A.D.). Puede que alguien disponga de un anillado más y al cortarlo surja un animalito nuevo (ese imprevisto que es en realidad la vida)... Pero puede que mate todo alrededor para seguir solo como un sinfín... Y si algo bueno queda, lleve a la buena palabra a ahogarse al río y las ratas escriban los tratados de filosofía, de arte, de comunicación - suplanten el bonito "es por acá,"... incluso el contexto.
Actúan como si la cuestión fuese plantar y enarbolar bandera, lo mismo en un hoyo de golf, en la cima del Éverest, en las Orcadas (pasado), en un agujero de gusano, el ojo ventilador de un topo o la cueva de un peludo. Como el laberinto-red de agujeros de una ratonera o un hormiguero, siempre con una carta supernumeraria aunque el mazo tenga una cantidad y no otra, aunque signifique alejarse cada vez de la verdad (¿como el tero que pone los huevos en un lado y grita en otro, protegiendo algo o, como el cerco de antorchas y tambores, empujando a la trampa que es la definición final de muerte o supervivencia?).
Podrían decir "suena mal pero no oigo sonar su etiología".
Acaso los que no pueden son también "una mala palabra" (sinónimo-adjetivo-verbo).
viyi.v.pelayo el sábado, 11 de abril de 2015 a las 02:48 PM
en La venganza será terrible del 09/04/2015 dijo: