Por uno solo que valga la pena - suspira el Creador - esta especie no desaparecerá...
¿Cuál es la causa de tanto echarse dentelladas y tierra a los ojos ? ¿El amor por la verdad, ser "ese uno" del que habla el creador ? Nooooo. Es la estrechez, que nada más les permite tener algo entre los ovarios y testículos y, entre las cejas. Es el infame hambre de poder, que les afila la lengua bífida- entiéndase dividida - que nada tiene que ver con la difamada y bonita serpiente. Hablan de amor, odiando; hablan de justicia proclamando a pecho abierto el exterminio de pobres, feos, enfermos, número bajo en la sección "utilidades", ¡ que hacen peligrar el pan, el libro y el coche último modelo, de sus "decentes" "hijos elegidos", obviamente los únicos de quienes no está en tela de juicio el derecho a vivir, a reproducirse, a pensar, sentir, decir y hacer ! : que son un lastre en el barco, no porque el barco va a hundirse, sino porque arruinan la navegación "del crucero feliz". Y ¡ ay ! del que se arroja al agua para rescatar " al menos a uno o algunos : será empetrolado.
¿A quién le importa que la nación sea una "potencia" tecnológica, cultural, civilizada o de sabios ? ¡¡¡ Hipócritas !!! Dañinos , bacterias parásitas -pero no para ayudar como las hay- ni siquiera el mal les reconoce filiación, ya que es terrateniente de una parte de este mundo ( no el planeta ) y les conoce el apetito. Lo que les importa es cómo tener más, cómo apropiarse : hay que ser un impotente, para ser un controlador, para no apreciar y estar en paz, con el bien personal suficiente.
Y ser tán impotentes, que canibalicen a los seres que pueden "apoderarse" con sus derechos y necesidades naturales que explicitan ser satisfechas, de siquiera una migaja de ese usufructo sin fin en cuanto a la posibilidad de lo imaginado : siempre un paso más allá de lo real, les hace señas, los invita brutal, orgiástico y ya sin disimulo, a ocupar, clavar bandera, acotar, torcer la ley de la creación, y luego justificarse ( son tan débiles y sin valor, pero hijos de la naturaleza como para percibir la desazón de omnipresente duda ).
Usufructo, codicia, la orgía de "la propia importancia" : lo que existe es mío, debe serlo y, todo lo que pueda llegar a existir. Pero, a eso le fabrican otros nombres y con ellos invaden los carriles del mundo.