Lo que está haciendo Dolina es crear el marco para, en septiembre de 2015, quejarse y mucho. Anuncia con bombos y platillos los festejos de los 30 años del programa y da por hecho que serán muchos y que la radio, los anunciantes y los amigos harán de todo y participarán en el evento. Lo que sabe (y quiere) es que eso no pasará y entonces ya tendrá de qué quejarse.
Una pena que siga sin ir gente, llegando una vez más al punto de tener que hacer el programa en estudios, como hace unos años, también con Dorio; Pero Doli es inteligente y tomará medidas...