Recuerden que el Pollo Mactas aportaba mucho culturalmente, pero no humoristicamente, y Dorio ha demostrado en su vuelta que humoristicamente también deja mucho que desear. Además, no sé ustedes, pero no logro ver la genialidad en Dorio. Podrán decirme muchos que carezco de “receptores” para hacerlo, tal vez sea así, es posible, pero Dorio me parece simplemente payazesco, no puedo dar con nada legítimo en su persona. Dolina es más auténtico, Dorio es un comediante en todo lo que hace y dice. Inclusive su tono, sus comentarios, su risa, sus intromisiones…. Todo en ese tipo es exagerado y pomposo, y cuando no, es demasiado banal y aburrido. Un tipo que se quedó justo en la puerta de la biblioteca sin poder salir del todo a la calle. Con Dolina es distinto; por más que se empeñe en pareceer un payaso, es un tipo muy serio, y absolutamente transparente, inclusive aún cuando intenta oscurecerse, no deja de hacerse entender, pero Dorio… Claro que es un “intelectual”, pero Dolina no sólo se limita a tirar datos históricos, sino que establece ralaciones significativas con una habilidad magistral, sin dejar de hacerlas siempre interesantes, política, sicológica, o filosóficamente, y todo esto sin dejar de ser divertido o serio, según él lo crea conveniente. Si escuchan bien los programas, se darán cuanta de que Gillespie se empeña en hacer de su personaje algo tosco y rudimentario, pero es sólo el personaje, dado que cuando Dolina necesita un pie, no solo para explayarse en temas serios, sino también en el humor, Gillespie sabe siempre tentarlo con algo que hace a Dolina dar rienda suelta a su genio. La fórmula Dolina-Gillespie funciona por ese motivo. Un erudito y un troglodita que buscan cosas semejantes, y auqnue por caminos diferentes, siempre saben en un punto encontrarse para juntos dar con ellas. Dorio en cambio, no sé… Me es difícil ver hacia dónde se dirige…