El caso Dora : Se dirá que por lo menos en este caso, Freud reconoció francamente el fracaso de su tratamiento, ya que no nos oculta que su paciente lo interrumpió antes de que consiguiera eliminar sus resistencias. Sí, pero, ¿estaba enferma Dora de lo que fuera? Esta joven, de nombre Ida Bauer,había sido llevada a Freud por su padre para que la “curara” de un comportamiento inoportuno: lo acusaba, de forma “delirante” de librarla a los acosos sexuales de uno de sus amigos, M. Zellenka, a cambio de la complacencia de éste con respecto a la relación que mantenía con su esposa. Freud, hay que hacerle honor, reconoció de hecho lo bien fundado de las acusaciones de la joven Ida. Sin embargo, como subrayó Anthony Stadlen en un artículo corrosivo, eso no le impidió catalogarla de
“histérica” porque había rechazado el acuerdo familiar y se había asqueado a los trece o catorce años(N), cuando M. Zellenka la agredió sexualmente en su almacén. Igualmente, interpretó una apendicitis que Ida había tenido durante su infancia y el hecho de que arrastrara después la pierna derecha como síntomas histéricos, sin considerar un solo instante la hipótesis mucho más plausible,desde un punto de vista médico, de una secuela de una apendicitis pélvica. Independientemente de este último punto, uno no puede dejar de pensar en que Ida dio pruebas de una sólida salud mental cuando rechazó la solución que le proponía su médico, que consistía en reconocer que había, durante todo ese tiempo, ¡reprimido sus deseos libidinosos por M. Zellenka! De hecho, Ida Bauer no manifestó ningún signo de neurosis o de inestabilidad psíquica en su vida ulterior. En 1923, Felix Deutsch, el médico personal de Freud, escribía a su mujer Hélène que había encontrado a la “Dora” del Profesor y que “no tenía nada bueno que decir a propósito del análisis” – lo que se cuidó mucho de repetir en el artículo que le consagró en 1957, donde escribía por el contrario que había“dado muestras de un gran orgullo por haber sido objeto de un relato de caso famoso en la literatura psiquiátrica”
(N) -Según los cálculos de Stadlen, es “muy probable” que Ida Bauer, contrariamente a lo que escribe Freud, no tuviera más de trece años en el momento de este episodio, lo que evidentemente convertiría su reacción en algo aun más comprensible (y los acosos pedófilos de M. Zellenka en francamente criminales a los ojos de la ley austriaca de la época);
MIKKEL BORCH-JACOBSEN
Otro programa bastante atravesado por el psicoanálisis. Lo peor de Rolón creo , es que es Lacaniano, Lacan esta envuelto en un halo de profundidad y de pseudo rigor intelectual que lo hace muy pedante. Introdujo en el psicoanálisis los conceptos del Deseo y el Goce, cosas que freud no predicó para nada y todo con una jerga imposible. El femi-progre Lacaniano de Barton mete siempre la palabra "deseo" cada vez que puede pensando que así es profundo y congraciarse con Dolina. Como decía Feinmann ( José Pablo, refiriéndose a los posestructuralistas franceses y los posmodernos) si no dicen la palabra "deseo" parece que no pudieran pensar
Dolina estuvo muy inspirado en este programa, ademas de maravillosamente incorrecto. Lo de la cotorrita y el mono y la "Agencia de Detección de Minas Solas" fue tremendo.