http://youtu.be/TxIEELcjAnQ
Según la mirada aún sin los ojos.
No buscar en el espíritu lo que es de la carne. No buscar en la carne lo que es del espíritu.
No confundir a los puros, no aclarar a los impuros.
Dejar ser.
Porque habrá un momento en que espíritu y carne, se reunirán : el beso de Amor es transfiguración y esclarecimiento.
"Cada uno recibe conforme a su verdadera necesidad"- dice una de las versiones de El Libro.
Transportados, no como dos sino como uno, fuera del laberinto; todos los laberintos son diferentes. Todos los momentos tienen dos miradas; este no, y esa es su cualidad. Que los demás digan lo que quieran.
Luego, volverá a cada uno la mismidad.
Para ser libres, de lograr que la puerta abra hacia donde finalmente reconocen que van, deciden ir. Solos, mas por ese momento y su vínculo, hasta el cese de la conciencia, acompañados.
Hay quienes coinciden en desembocar mutuamente en su par. Hay quienes no.
No es sabio continuar poniéndose la mirada ajena, ni siquiera la del prójimo mejor. Ni siquiera la del ser más amado o, el ser más reputado en las ciencias de la vida. Hay que atreverse a ser uno sin retorno.
Y confiar en la ausencia de fealdad, de los que reflejan amor e inteligencia. Desconfiar de la fealdad que se oculta con apariencia de hermosura, de los que soportan su instinto de maldad.
Estas son algunas verdades, algunas señales... :)