No estaba enamorado, estaba tocado en su humanidad por la humanidad de ella. Y porque con ella sentía, no tenía que pensar ni usar armas.
No curó por eso a la paciente; la curó por su propia capacidad. Sentirse humanizado le permitió más sutilezas, nada más.
Ante mí hicieron una ecografía a una gatita mía, embarazada. Ver y oir, corazones.
Una amiga, me llamó ( estaba afuera esperándola, la había acompañado ) desde el interior de la salira del ecógrafo. La doctora me hizo pasar. Mi amiga dijo : - ¿Querés oir? Y me permitieron escuchar el corazón de Mauro - su hjito- mientras lo miraba en la pantalla.
Fueron inolvidables e incanjeables experiencias.
Es bueno sí, si los créditos de ese banco permiten atreverse : a tener una familia graaannndddeeeee. Y un hogar para esos niños : una raíz inamovible, donde crecer en paz.