Los Hombres Sensibles se caracterizaban, por ejemplo, por la fascinación por el psicoanálisis. La doctrina de los sueños les encantaba. Eran demasiado plurales en las interpretaciones. Los Refutadores de Leyendas tenían argumentos científicos para cuestionar esas interpretaciones. Decían que la actividad del lóbulos frontales explicaban perfectamente las activaciones aleatorias de la memoria durante los sueños. En la sociedad de Refutadores de Leyendas utilizaron 45 participantes, registraron las oscilaciones eléctricas durante el sueño , recogieron evidencias: La actividad de las ondas de alta frecuencia gamma estaban coordinadas con el hipocampo, que almacenaba los recuerdos del día. Los Hombre Sensibles tomaron café, caminaron. Con el tiempo surgieron los Gastadores Vaciós ¿Y esos quiénes son? Eran imposibles para la sociología porteña de los '80. ¿Quiénes son estos que responden rápido, no juntan evidencias, se inflaman como gasolina? Para los hombres sensibles eran una enfermedad del lenguaje. Ellos creían en la corporización del lenguaje. Para los Refutadores de Leyenda siquiera fueron leídos. Sin embargo, foro tras tecnología tras foro, en un anonimato imposible de pensar con anterioridad, surgió la llamada Patota de los Gastadores Vacíos (PGV). Copulan entre sí dándose empujones, pustulencias , acicateos de lenguaje. Se agreden, chicanean, evaden, no impuestos, sino datos. Dicen: jajajaja, yuxtaponen Carnera & San Martín en el estructuralismo, pasan el tiempo solos ante un ordenador. A nadie le importa de qué viven, que pueden, como concretizarían una grandeza. Son la mayoría, crecen, como los mosquitos, en estanque de agua fóricos. Buscan una palabra que les resulta desconocida y desatan su producto: El cagadín gastero (GG). La Patota de los Gastadores Vacíos fue aniquilando sitios, los foros abdujeron las comunicaciones entre personas, y fueron mtriz para que dejen sus larvas. En este sitio, sin nombrarlos, porque anónimos son, se escudan detrás de nombretes, hay Gastadores Vacíos. Dolina, que es un hombre sensible y refuta sus leyendas al mismo tiempo, les detesta. Pero ellos, como todo seguidor, hacen lo siguiente: Son cómplices que aún no obtuvieron lo que esperaban.