El tiempo es como el marco del cuadro : no es un fresco, son miniaturas, la duración está en armonía con el contenido, con el efecto artístico que crea. Es perfecto el encuadre dentro de espejos, lo irreal del espacio-tiempo como una segunda imagen fluida contrastando, sobre el ambiente recargado. Algo habita desprendiéndose de la imagen, justamente lo fantasmal, en quicios de puertas, arcos de ventanas, arcadas y, vivo en la belleza y la intensidad del color y los matices de la luz : los cuadros musicales, la emisión de su voz es otro color, es parte de la pintura, expresando el conjunto como figuras animadas de cuadros.
Es un cuadro, él sentado, los reflejos cromáticos de la ropa, los movimientos de las manos y su cabeza, mirando al observador, hablando íntimamente con él como si quien observa formara parte de esa impresión de la pintura. La mariposa, en la mesita, junto a la caja verde; mientras se lo escucha, uno se pregunta si allí, en esas alas, está la imagen de la mujer que ama. Y al mismo tiempo está diciendo en otra historia, lo mismo que está sucediendo allí : dice, que es mentira que primero es lo poético y después la pintura y, el observador capta esa verdad.
Me ha causado un gran placer. Y la alegría y la ansiedad y la espectativa, de que se predice a sí mismo con fuertes evidencias e indicios, de que lo que vendrá será original, sí, pero de riqueza artística. ¡ Qué bueno ! Y la música de Ale Dolina, extraña en su inicio como toda impresión, ya suena como parte del entramado del cuadro y, uno siente, que tenía que ser esa y no otra.
Gracias, enormes gracias a Barton y a Diegus.
Virginia el miércoles, 20 de abril de 2011 a las 10:39 PM
en La venganza será terrible del 19/04/2011 dijo: