Les transcribo la historia del lunes 19 de Nicolás.
Da Vincci se tomó 7 años para pintar la ultima cena, y busco modelos vivos para representar a los apósteles y Jesús.
Muchos jóvenes se presentaron y luego de algunos meses seleccionó a un joven de 19 años como modelo para pintar a Jesús, durante 6 meses trabajo pintando al personaje principal y los 6 años siguientes continuo su obra buscando y representando a 11 apóstoles y dejo para el final a Judas; Un rostro que representara cara de traidor.
Llega a sus oídos que un hombre reunía estas características y que estaba encerrado en un calabozo de Roma sentenciado a muerte por robo y asesinato.
Con un permiso el prisionero fue trasladado a Milán y durante meses el hombre se sentó silenciosamente frente al artista, cuando Leonardo dio el ultimo trazo a la obra se volvió a los guardias del prisionero y les dio la orden de que lo llevaran.
Cuando salían del recinto el prisionero se soltó y corrió hacia Leonardo gritando.
-¿no reconoces quién soy?
Da Vincci lo miro y respondió.
No, nunca te vi en mi vida.
Entonces el reo le dijo, -Maestro, yo soy aquel joven que escogió para representar a Jesús hace 6 años.
Obviamente la historia si emociono a Schultz y este esperaba que lo mismo le pasara a Dolina, este último dijo que no la conocía y no la juzgo muy interesante, a lo que Schultz con su típica inseguridad considero que la historia si valía la pena y que tal vez él no la leyó correctamente.
Es una típica parábola moral para libros de autoayuda y no muy brillante.
Yo soy ateo y lo digo para aclarar mi siguiente comentario, Dolina últimamente parece estar asqueado de toda religión del tipo ortodoxa o típica y aunque esa es una postura muy común últimamente no debió pagar el pobre Schultz el mal humor de Alejandro.
En el programa se han contado historias con menores méritos artísticos solo porque tal vez fueron firmadas por tal o cual personaje, claro que las historias de alcoba son interesantes, pero no creo que haya que tenerle miedo a los obispos con la sotana puesta.