Ay Mandeb, Mandeb, Mandeb,
moderador y no tánto,...
quiso que gustara usted
en dos libros Alejandro,
del rey del bosque ni un canto
puede igualar sin embargo,
el fantasma omnipresente
entra y sale de lo amado.

Depongo ¡ay! la metáfora
y verán libres los flancos
racionalistas y fachos.
Si fuera Juana de Arco,
cuanti menos su caballo,
tal vez la Diana del Arco...

Mas soy la mujer que entinta
el ser para que así escriba
en reales secreciones
que ella empurece y vindica.
Tengo el alma descompuesta,
no me diga porquerías
esta triste, triste noche.
Que disfrute con Dolina.