Angie : de la rama paterna, las mujeres eran más burguesas, profesionales, artistas, algunas con feminismo de entrecasa, otras contestatarias. Y con mucho de lo que vos describís.
De la rama materna, la criolla, son las que nombré. Eran mujeres con la nobleza y secillez de la tierra; llevaban su ser femenino con paz, aceptación - no resignación- sin conflictos de género, con un orgullo de ser mujeres limpio, silvestre, como no vi nunca. El hombre era intocable, indiscutible, incuestionable. Era el hombre. Y ellas, eran ellas. Admiraban al varón. Gustaban de gustar, sin parecérsele. Y eran encantadoras, de sencilla y sana coquetería.
Mujeres de campo que vinieron a la ciudad, porque el hombre( mi abuelo) con quien se casa la hermana mayor ( mi abuela) las trae a todas.
Perdón si me extiendo.
Yo hablaba de dos de ellas : eran obreras, se levantaban todos los días de su vida, TODOS, a las 4 de la mañana e iban a la fábrica textil en que trabajaban. Impecables, finas, bonitas, orgullosas de ganarse la vida.
Sólo habían tenido educación primaria. Y su lenguaje era impecable.
Muchas de las canciones que canta Alejandro, alguna tonada rara, yo las escuché de ellas.
A veces traían enormes piezas cilíndricas de tela de lana, que colocaban sobre un caballete, revisando y corrigiendo fallas del tejido. Eran alegres, ponían todo de sí en esas manos. Yo no podía apartar mis ojos de la fuerza de esa imagen.
Creo que de ellas aprendí, lo mejor de la naturaleza femenina, cuando ama la vida tal como se le da, cuando lucha sola, aunque discreta y a lo lejos, la sombra masculina respetuosa, está atenta a esa soledad.
Virginia el martes, 22 de febrero de 2011 a las 11:19 PM
en La venganza será terrible del 21/02/2011 dijo: