Gracias, Marcela , por su preocupación.Si, creo que sí, que estoy bien, digo.
O más bien, todo lo contrario.Lléveme, por favor se lo pido.Me gusta el flaco.
Ahora, habiendo hecho el descargo por no seguir con la payada original, no me va a decir Ud., Marcela, que el caldén y el ombú, no son mansas presencias en nuestras praderas.
Nunca he recibido topetazo alguno, ni he participado en rodeos, ni he visto pasar a galope tendido ni un solo ejemplar de dichas especies vegetales (excepto en un cuento de Dolina, claro.)
No ha lugar, no ha lugar.