Lo de Borges es genial. Su visión del peronismo era muy certera. Lo gracioso y lo que nunca entendí es que peronistas fanáticos como Dolina y José Pablo Feinmann lo idolatren. Cualquier opinión de Borges en boca de un escritor actual como Vargas LLosa les parecería una gorilada. Recordemos a Dorio que alguna vez insultó a Vargas Llosa en La venganza. Es inentendible, admiran a alguien que reprobaría todas sus opiniones y cuando alguien (como Vargas LLosa) opina como Borges lo haría si estaría vivo lo escrachan. Los peronistas, diría Borges, no son malos: son INCORREGIBLES.