Hermosa la actitud del público presente de anoche... me encantó cómo manifestaron con aplausos la gratitud en virtud del homenaje que al Ángel Gris se le ha concedido... Y me gustó múcho más el discurso sutil e indignado que profirió Alejandro ante la ausencia sonora de dicho reconocimiento. ¿Me explico, no? Del otro lado del transistor suelo escuchar a veces aplausos casi ociosos, casi sin sentido... y ésta vez, esperando al menos escuchar el aplauso que yo desde mi habitación no podía ejecutar, sólo escucho un silencio casi estúpido.
En fin, lamentable.
Queria compartirlo con ustedes...
¡Saludos amigos!
Ana,
Puerto Madryn.