Parece mentira, pero hay mucha, mucha gente que cree en Clarín y sus tentáculos a rajatabla, los cree los dueños absolutos de la verdad y por mas que uno intente ( desde su humilde lugar) hacerles ver un poquito más allá, se niegan redondamente a aceptar cualquier intento de abrir el juego y PENSAR. Y son gente que uno ve todos los días, que viven al lado de su casa y con los que uno puede compartir un mate...hasta que los escucha decir que a los pobres no hay que gastarse en darles educación, porque nacen así, vagos y nada se puede hacer sino exterminar a varias generaciones de ellos hasta que se vaya depurando la cosa, y acto seguido le sueltan sin que se les despeine el quincho, que tal vez Hitler fué un poco drástico, pero que gracias a él Alemania hoy es una potencia...Y uno se queda con la mandíbula tocándole los tobillos, sin saber por dónde empezar a refutar y lo que es peor aún, hasta que punto vale la pena intentarlo, y entonces uno deja el mate con la excusa de que tiene acidez y se va a su casa, con una sensación tan extraña que se parece a la bronca y a la lástima al mismo tiempo...