Resulta patético lo de 678 estigmatizando a los que trabajan en el multimedios del Grupo Clarín, sobre todo por la falta de memoria de algunos de sus integrantes. Resulta que ahora es un deshonor trabajar para los supuestos partícipes de delitos de lesa humanidad para esa manga de payasos hipócritas. Barone trabajó en Clarín durante la dictadura militar aunque lo haya borrado de su curri culo. Sandra Russo trabajó en Radio Mitre mucho tiempo después que se iniciara la causa Noble, lo mismo vale para Barragán y por último cabe agregar que si no se hubiera muerto el talentosísimo Jorge Guinzburg es dable suponer que Galende todavía estaría todas las mañanas en Canal 13 en vez de haberse hecho mercenario del periodismo. La tergiversación de la realidad y la hipocresía es una característica primordial de este período político.
JAVIER CIFUENTES el viernes, 27 de mayo de 2011 a las 09:53 AM
en La venganza será terrible del 25/05/2011 dijo: