Aquí también ha llovido al atardecer y en la noche. El calor se mantuvo sofocante. Las nubes compactas ascendían y descendían su cargado toldo; algo inminente, daba graves pasos sobre él. Caminé bajo la lluvia, tenía que hacerlo sola. Pan no me acompañó, le disgusta la lluvia; no por eso me sentí menos culpable.
Los pies en el agua, el agua en el pelo, el eléctrico tacto
en la cara... No quería regresar.
Recorrí Güemes buscando unos huesitos para él. Todos los negocios, menos las veterinarias, abiertos y ofrecidos. NADIE con una banderita.NINGÚN local, NINGUNA casa, con una bandera.
Recordé la banderita de Dolina, recordé Azulunala...
Recordé que esta noche no habría programa.
Pero aún así, sí sé lo que es una patria, la mía.
No estaba en estas calles.
Viyi el martes, 28 de febrero de 2012 a las 02:53 AM
en La venganza será terrible del 27/02/2012 dijo: