Cuando una abejita, es vista caminando, espiar de cerca; si no tiene nada roto, es que se quedó sin "combustible"... Acercarle entonces, despacito, muy despacito, un platito chato ( tal vez no tenga fuerza y subir al recipiente le reporte un esfuerzo equivalente al ascenso al Éverest ) con agua azucarada. Alejarse a prudencial distancia y esperar. Captará el azúcar. Y lentamente se llegará a ella para beber. Luego de un rato - no medido a causa de la emoción de observar la experiencia - habrá cargado combustible ¡ y volará !
Uno no se siente la madre Teresa de Calcuta, pero sí ecosistema en acción y, agradecida de serlo.
Es bueno evitar que alguien muera, que viva un poco más, aunque sea una abejita.
virginia el miércoles, 28 de septiembre de 2011 a las 09:24 PM
en La venganza será terrible del 27/09/2011 dijo: