28/12/2010 en 22:57
a partir de ahora todos comenzaremos a sentir aquella extraña sensación en el medio del epapapooostanso, donde todos vemos las cosas con una extraña deformación de los epiplones, a causa de la ingesta de hidrocarbonatos teléricos no modificados, que (lo sabemos), sólo conducen a una cinefilia, con improbables derivaciones cinológicas, por la exégesis parusiana, a ambos lados de la cama.
Para prevenir todo esto deberíamos dejar de leer a Proust, almenos mientras tus vecinos no dejen de hacer esos ruidos de tono grotesco y origen dudoso, a fin de evitar la agudización del síndrome de abstinencia “Factor AD”.
La utilización en toma diaria de deltabloqueantes metamórficos y algunos fenoles no hodrosolubles al 43%, si bien no remiten, logran una satisfactoria. Debe aclararse que los efecto secundarios son 1)Comportamiento errático del apareamiento dovelar de los arquitrabes.
2) Tendencia a dejar asuntos inconclusos.
3) Desgaste de toda superficie mental (llámese neuronas inservibles o “doriantes”)
11) Hacerse hincha de causas perdidas.
De existir desviación vaso deferente, se sugiere el capricho nº24 de Niccolo Paganini en ayunas y con una sandia y vaso de vino con los arreglos hechos para guitarra por Eliot Fisk.
Otro debe ser el tratamiento de advertirse señales de: coluto irritable (con despeñadero de la croquenbouche de profiteroles, disfunción eréctil de la hiperbarton ,y el zeugma complejo, descendente ; en estos casos se aconseja la administración de nectar y ambosia en pequeñas dosis para no incurrir en la cultura del arte pop y el minimalismo por que como todos saben